México libra su batalla ‘a medias’ contra la desinformación en periodo electoral
Por: Agencia Informativa UDEM
Los cambios en materia electoral que aprobó México en 2007 para blindar las elecciones presidenciales contra la desinformación y la manipulación e intentar frenar el uso de campañas políticas deshonestas que influyeran negativamente en los votantes fueron un gran avance para la democracia en el país, pero insuficientes para garantizar unas elecciones totalmente limpias e informadas, afirmaron expertos en políticas públicas y marketing político.
El proceso electoral del año 2006, destacadas en su momento por analistas debido a las diversas “campañas negras” que se realizaron, dieron lugar a la reforma de las leyes electorales en el 2007, que dotaron al Instituto Federal Electoral (IFE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de herramientas más efectivas para vigilar el proceso electoral mexicano y, en su caso, sancionar a quienes violen los límites y topes establecidos, así como las normas de anuncios publicitarios y realización de campañas.
Los artículos que el Congreso de la Unión reformó en septiembre de 2007 fueron el 6, 41, 85, 97, 99, 108, 116, 122 y 134 de la Constitución, los cuales cambiaron la manera de hacer las campañas electorales en el país.
Samuel Hiram Ramírez Mejía, quien fue asesor jurídico del IFE entre los años 2004 y 2006 y director jurídico de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León entre 2007 y 2011, explicó que, aunque en el 2007 ya existían sanciones para quienes realizaran campañas políticas deshonestas, las reformas a la Constitución Política y a las leyes electorales que se hicieron dotaron al IFE y al Tribunal Electoral de rapidez para poder detener a tiempo una campaña negativa que puede afectar no solo a los candidatos presidenciales y a sus movimientos políticos, sino especialmente a los votantes.
“Cada minuto que un spot esté en el aire o en medios masivos de comunicación o en redes sociales está afectando a miles de personas en su deliberación, en su proceso de decisión política, en su libertad de voto. Para evitar esto, las reformas del 2007 le permiten al INE (anteriormente IFE) detener inmediatamente cualquier campaña de agresión o de mentiras y al Tribunal Electoral sancionar dichas conductas”, dijo Ramírez Mejía, quien actualmente es profesor en el Departamento de Derecho de la Universidad de Monterrey (UDEM) y en la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
La falta de regulación de lo que se publica en redes sociales hace que el proceso electoral esté influenciado y manipulado por terceras personas.
Según el experto, el proceso es rápido. Si alguien se siente agraviado por un anuncio publicitario o una campaña de desinformación, se acerca al Instituto Nacional Electoral (INE), pone la denuncia o la demanda, el INE sesiona rápidamente, impone medidas cautelares o preventivas y ordena la suspensión o retiro del spot para evitar una afectación mayor, continúa el procedimiento de investigación y, finalmente, el Tribunal Electoral aplica las sanciones políticas o económicas, según sea el caso.
“Las instituciones como las tenemos actualmente pueden ser efectivas y han funcionado, pero no todas las conductas y los medios están contemplados en las reformas. Por ejemplo, la ley no regula el uso que hagan las personas particulares de las redes sociales con fines políticos ni la aparición de los deepfakes (imágenes y audios falsos creados con inteligencia artificial) para influir negativamente en los procesos democráticos”, aclaró Ramírez Mejía.
‘Reforma vaga, ambigua y a criterio’
Las reformas electorales del 2007 prohíben que ciudadanos, empresas e incluso los mismos partidos políticos contraten espacios en radio y televisión para difundir propaganda política a favor o en contra de cualquier candidato presidencial.
Los candidatos y sus partidos usarán exclusivamente los tiempos oficiales que el Estado tiene en radio y televisión, repartidos equitativamente, para difundir sus propuestas de gobierno.
José Luis Berlanga, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la UDEM, reconoció que estas reformas ayudan para la realización de unas campañas menos agresivas, pero dijo que la ley no es clara ni determinante para frenar conductas poco éticas que tienden a manipular la decisión de los votantes.
“Ayuda que, después de la reforma, ningún spot hecho por partidos políticos podrá salir al aire sin la revisión y autorización previa del INE, lo que se convierte en un filtro eficaz para evitar los ataques, calificativos e injurias entre candidatos que busquen influir en los electores y una ventaja para ellos en las urnas”, dijo Berlanga.
“Sin embargo, los artículos reformados están muy ambiguos, muy vagos. Finalmente, todo queda a criterio del INE. Por ejemplo, dice que en una campaña no se vale denigrar al adversario, demeritar o calumniar. Pero, ¿qué es calumnia?, ¿qué es demeritar?, ¿qué es denigrar?”, se preguntó el experto.
Berlanga explicó que, según un criterio que estableció el INE en 2012, lo que no se vale es decirle al otro que es un delincuente o un corrupto o un pederasta o que está vinculado al narco, es decir, relacionarlo con cualquier tipo de delito, pero todo lo demás sí se vale, como decirle al otro que es un mentiroso, porque mentir no es un delito.
El catedrático dijo que, sumado a esta ambigüedad en la ley, la falta de regulación de lo que se publica en redes sociales hace que el proceso electoral esté influenciado y manipulado por terceras personas.
“La publicidad va más allá de los spots que realizan los partidos políticos, los cuales sí pueden ser autorizados o censurados por el INE, pero también hay publicidad y anuncios que los ciudadanos hacen circular en sus redes sociales y esta sí es muy difícil de controlar. Por cada video de estos que el INE pueda mandar a quitar de una red social, pueden subirse cinco, 10 o más”, advirtió.
“Las redes sociales son un peligro para los procesos electorales y democráticos en los países, pero de todas yo creo que la más peligrosa es el uso de WhatsApp porque es una red social personal por la que se hacen circular muchas cantidades de información que no es pública más que para quienes forman parte de los grupos que usan esta vía de comunicación. Nadie externo conoce lo que se está filtrando, pero la información se difunde rápidamente y esto escapa al control de las instituciones”, alertó Berlanga.
El impacto del marketing político
Las estrategias de marketing político que usan los candidatos o sus partidos para comunicarse con las personas, que potencialmente pudieran ser sus votantes, y tratar de persuadirlas para que voten por ellos o sus propuestas se han convertido en una opción muy útil para quienes hacen política, indicó Berlanga.
“Y aunque es válido implementar estas estrategias, el uso del marketing político debe hacerse con responsabilidad. Desafortunadamente, vemos casos en los que se usa para atacar a los opositores y difundir mentiras, las cuales se esparcen rápidamente a través de las redes sociales, contribuyendo a la desinformación de las personas”, señaló el catedrático.
No obstante haberse reformado la Constitución y las leyes electorales en el país, las campañas negras o de desprestigio y la propaganda para manipular el voto continuaron dándose.
Berlanga, quien es maestro de marketing político, afirmó que las campañas políticas negativas son muy comunes y recordó el famoso “Daisy spot” de 1964 que llevó al poder en Estados Unidos al expresidente demócrata Lyndon B. Johnson, luego de que los votantes se volcaran a las urnas movidos por el miedo ante la posibilidad de una guerra nuclear si ganaba el candidato republicano Barry Goldwater.
“Daisy spot” fue un anuncio televisivo de menos de un minuto de duración, en el que aparecía una niña de 4 años de edad deshojando una margarita mientras contaba los pétalos que le iba quitando. Cuando estaba terminando, la voz de un hombre comenzó una cuenta regresiva y luego se produjo una explosión atómica, al tiempo que se escuchaban las siguientes palabras de Johnson: “Este es el reto. Hacer un mundo en el cual los niños de Dios puedan vivir o entrar en la oscuridad. Debemos amarnos o debemos morir”. Al final, una voz invitaba a los estadounidenses a votar por Johnson ese 3 de noviembre.
“Sin que la situación sea igual en México, ese anuncio fue el precedente de campañas políticas negativas que se han hecho en el país. Y esto está completamente normalizado. Los mismos consultores políticos aconsejan hacer este tipo de campañas, principalmente a quienes no van punteando en las encuestas. Incluso, hay textos, manuales que explican cómo hacer campañas negativas y con fórmulas”, precisó.
Sin embargo, dijo Berlanga, hay que hacer un matiz. “Hay algunas fórmulas que a mí no me parecen deshonestas ni antiéticas. Son campañas más informativas, en donde, por ejemplo, se pueden mostrar los resultados de un gobierno o se puede revelar información verídica, verdadera, sobre hechos que los votantes desconocían. Este tipo de campañas ayudan a informar a las personas sin mentir ni atacar, solamente haciendo evidentes resultados o estadísticas”.
Campañas negras y publicidad prohibida, primeras sanciones
No obstante haberse reformado la Constitución y las leyes electorales en el país, las campañas negras o de desprestigio y la propaganda para manipular el voto continuaron dándose. Dos de los casos más conocidos se presentaron en las elecciones del 2018 y del 2021.
En julio del año 2019, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que personas físicas y morales intentaron influir negativamente en las elecciones presidenciales del 2018 en contra del candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, quien figuraba en la serie “Populismo en América” hecha por particulares y que equiparaba al candidato mexicano con políticos como Juan Domingo Perón, de Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; y Hugo Chávez, de Venezuela.
La serie y la publicidad que se hizo para promocionarla en camiones, teléfonos celulares, spots en TV, entrevistas y cintillos en medios audiovisuales dio lugar a que el Tribunal Electoral impusiera multas por 4.2 millones de pesos a quienes crearon y publicitaron esta serie por considerar que tal campaña influyó negativamente en el electorado.
Otro caso conocido de sanciones aplicadas contra un partido político y particulares por violar las leyes electorales fue el de la publicidad por redes sociales que hizo un grupo de influencers a favor del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en las elecciones de 2021.
Durante el 5 y 6 de junio de ese año, 76 influencers subieron a su red social Instagram mensajes que apoyaban las propuestas de este partido político e invitaban a sus seguidores a votar por el Partido Verde.
Ese 6 de junio fue la jornada electoral en la que se renovó la Cámara de Diputados y se eligieron 15 gobernadores, 30 congresos estatales y las autoridades municipales de 30 entidades.
La publicidad que hicieron los influencers se dio en plena veda electoral, es decir, en días en que está prohibido por la ley hacer propaganda política porque las jornadas electorales están muy cerca.
Por este hecho, los Partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN) y Fuerza por México presentaron quejas ante el INE argumentando que estos mensajes violaban la equidad de la contienda electoral y afectaba el libre ejercicio del voto.
La Unidad Técnica de Fiscalización del INE inició un procedimiento de investigación de tales conductas y concluyó que el Partido Verde le pagó a los influencers para que realizaran esas campañas de publicidad, que se hicieron en un periodo prohibido para ello y que este partido político no reportó ante el INE dichos gastos.
Además, el INE afirmó que no era la primera vez que la Partido Verde realizaba este tipo de conductas, pues en el año 2015 había hecho lo mismo a través de Twitter para influir en las elecciones intermedias del 7 de junio de ese año, cuando se renovó la Cámara de Diputados y se eligieron a nueve gobernadores, diputados locales y alcaldías.
Por las conductas del 2015, el PVEM recibió una multa y una llamada de atención, a pesar de que los quejosos habían pedido que se le retirara el registro al partido. En el 2021, el Consejo General del INE ordenó la interrupción de la difusión de la propaganda electoral dentro del tiempo asignado por el INE.
El 18 de marzo de 2022, el Tribunal Electoral le impuso al PVEM una sanción económica por 118.5 millones de pesos y a los 76 influencers multas que iban de los 4 mil 481 pesos a los 133 mil pesos.
La tecnología como medio de expresión y difusión
Los politólogos concuerdan en que la tecnología no solo se usa para crear contenidos negativos o como un medio para difundir mensajes falsos o de ataque contra los oponentes en una contienda electoral.
“La tecnología, la inteligencia artificial, las redes sociales también son medios que le ayudan a los candidatos a expresarse políticamente”, afirmó el politólogo Samuel Hiram Ramírez Mejía.
Ana Gabriela Sáenz, directora de Ciencia Política y Gobernanza en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UDEM, resaltó el papel de la tecnología como plataforma de difusión de propuestas políticas y los beneficios que se pueden lograr a través de ella.
“Ahora es más fácil y rápido llegar a la gente. Los mensajes llegan directos y de forma clara y las redes sociales permiten, además, una comunicación de doble vía. Los candidatos pueden conocer de primera mano las necesidades de los votantes y estos, a su vez, pueden expresar sus dudas, opiniones y preguntas de manera directa a los candidatos”, explicó Sáenz.
La tecnología tiene muchas ventajas. Incluso, ayuda a ahorrar en algunos procesos de producción de las campañas, como edición de video y mejora de fotografía, dijo la experta en comunicación política digital y quien ha asesorado a varias campañas políticas nacionales e internacionales.
“Todo está en el mensaje. Las estrategias se crean a partir de encuestas que muestran las necesidades de una comunidad. No se trata de mentir ni de engañar, sino de crear canales de comunicación efectivos entre los candidatos y la sociedad”, afirmó la politóloga.
“La tecnología ha permitido informar mejor a las personas, llegar a ellas y que descubran que las cuestiones políticas forman parte importante de sus vidas, de su entorno y de su futuro, por lo que es posible una mayor concientización sobre los procesos democráticos y la participación ciudadana”, agregó.
Cómo evitar la manipulación electoral
Cuando las personas muestran desinterés y viven desinformadas de los temas políticos es más fácil que sean manipuladas o convencidas de afirmaciones falsas sobre los candidatos y sus propuestas políticas, coincidieron los expertos.
Además, la complejidad de las leyes, su redacción cada vez más técnica y los discursos demasiado elaborados terminan por generar desinterés en las personas, abstencionismo y sustracción total de la política.
“No deberíamos echar en saco roto la historia. Los atenienses, que fueron los que crearon la democracia, eran muy sabios y eran conscientes de los problemas que generaban la complejidad y los tecnicismos en la política. Ellos tenían muy poquitas leyes, muy sencillas y las ponían a la vista de todos. Esto enseña que es más fácil construir la democracia a partir de la claridad y de la verdad”, afirmó José Luis Berlanga.
El politólogo Samuel Hiram Ramírez Mejía dijo que las personas que se conectan a diversos dispositivos y en pocos segundos se informan son más vulnerables porque no se dan el tiempo de analizar y confrontar la información.
“Quien se informa reduce las posibilidades de manipulación, reduce los riesgos de creer información falsa o tergiversada”, sostuvo.
“Ahora es más fácil y rápido llegar a la gente. Los mensajes llegan directos y de forma clara y las redes sociales permiten, además, una comunicación de doble vía. Los candidatos pueden conocer de primera mano las necesidades de los votantes y estos, a su vez, pueden expresar sus dudas, opiniones y preguntas de manera directa a los candidatos”.
Los expertos dieron algunos consejos para que las personas no terminen siendo influenciadas por campañas políticas negativas:
* No quedarse solo con la información del celular o con 5 minutos de lectura. Consultar varias fuentes de información.
* Ver debates, deliberar y participar en las discusiones sobre ideas y propuestas.
* Dialogar sobre las diferentes propuestas políticas en la casa, en la escuela, en la universidad, etc. Y contrastarlas para poder decidir mejor.
* Ir a mítines para interesarse en lo público y en la política del país y no dejar la democracia electoral solamente al momento de ir a votar.
* No contribuir a normalizar las campañas políticas negativas. No consentir ni alentar estas prácticas.
* Intervenir cuando no se respeten los límites éticos. Los expertos invitan a decirle a la persona que emita juicios o acusaciones o que esté suponiendo o difamando que se detenga.
* Hacer efectivo el voto de castigo para los candidatos que realicen campañas deshonestas y mentirosas, es decir, no votar por ellos.
* Luchar por una legislación que regule estas conductas en beneficio de la democracia.
* Tener en cuenta que las campañas deshonestas son efectivas porque manipulan los sentimientos de los votantes. Generan miedo, temor, aversión y desconfianza. Por esto hay que evaluar el contenido de cada campaña e informarse para evitar el riesgo de manipulación.
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