Hablar de educación para la paz suena algo catedrático, pero no es el estilo de Frans Limpens doctor en juegos cooperativos quien por medio de tres actividades retadoras inauguró en la sala polivalente del CRGS el Ciclo de Actividades de la Paz y Derechos Humanos.
En cuanto entró, Frans pidió a los asistentes ponerse de pie, ubicarse en parejas para tomarse de la mano, la actividad consistía en poner el pulgar del otro mirando hacia el suelo para ganar puntos, el que volteara más veces la mano del otro ganaba, fueron las indicaciones de Limpens que activaron el sentir de competencia de los asistentes.
Todos hicieron pocos puntos, ninguno cedió, la reflexión fue que si ambos cooperaban ganaban, nadie pensó así, Frans concluyó que la sociedad educa para la competencia y dio como ejemplo el juego de las sillas con música de las fiestas infantiles donde el más fuerte gana, el fin justifica los medios bruscos y es aceptado.
De esa forma el miembro del grupo internacional de asesores de Human Rights Education Associates explicó cómo funciona la educación para la paz y los derechos humanos, pues en las dos actividades restantes los asistentes modificaron su lógica y usaron mecanismos de paz como la colaboración y participación para ganar.
“La paz no es un derecho humano según el discurso, pero se debe construir así, el objetivo de los derechos es evitar el sufrimiento humano, y los mecanismos de paz contribuyen al propósito” dijo Frans a modo de reflexión y cierre de esta conferencia inicial de la Semana de la Paz, evento que celebra Acción Cívica Interuniversitaria Capítulo UDEM desde hace tres años.