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Karla Martínez y Patricia Robles
¿Vale la pena irse de intercambio a Canadá?
Te recomendamos considerar arreglar tus maletas después de conocer la aventura de Rodrigo de Stolberg en Canadá.
“Me acuerdo estar muy emocionado de llegar a Ottawa, capital de Canadá, porque por fin iba conocer este increíble país, su cultura, su gente y estilo de vida”
Rodrigo en un festival de Ottawa
A los 18 años viajar significa completa libertad de hacer las cosas a tu gusto, a tus tiempos; o eso es lo que Rodrigo pensaba, sin embargo se dio de topes cuando llegó con su primera familia de acogida, la cual provenía de África.
Para él fue un reto adaptarse a la cultura africana en todos los aspectos, su familia de acogida era originalmente de Tanzania y habían conseguido la residencia canadiense hace ya varios años, pero su estilo de vida seguía siendo el mismo que allá, desde la comida, creencias, actitudes hasta valores.
“Eran muy apegados a la Iglesia, a mí no me dejaban hablar con los hijos porque creían que iba a ser una mala influencia para ellos, y yo respetaba sus creencias, mas decidí cambiarme de familia en cuanto acabó el primer semestre”
¿Crees que a Rodrigo le fue mejor con su segunda familia de acogida?
Así es, le fue mucho mejor ya que tenían el auténtico estilo de vida canadiense, todos los fines de semana hacían barbecues, veían los partidos de hockey, y aunque Roberto tenía más responsabilidades cómo sacar a pasear a los perros, lavar los platos, lo hacían sentir como un hijo más.
“Un gesto de parte de ellos que se me quedó muy grabado fue que el cinco de mayo me organizaron una “fiesta mexicana” me hicieron tacos, brindamos con un shot de tequila, lo gracioso es que allá ellos creen que el 5 de mayo es el 16 de septiembre y no es así”
Pero…
¿Cómo le fue en cuanto a la escuela y hacer nuevos amigos?
Él sintió una gran diferencia con la educación pública de allá con la de México, porque los profesores están muy preparados para dar clase, son puntuales, tienden a ponerte toda su atención, cualquier duda o complicación te la explican sin importar cuánto tarden en aclarártela.
“En la escuela fue donde hice a todos mis amigos, allí conviví con personas de todo el mundo, colombianos, rusos, canadienses, árabes; personas con las que nunca pensé que llegaría rodearme”
Cada tres semanas Rodrigo y sus amigos iban a un lugar diferente, por ejemplo fueron a las Cataratas del Niágara, un lugar sin duda increíble.
Rodrigo y su grupo de amigos en las Cataratas del Niágara
“Ese viaje para mí fue el mejor, el paisaje te deja impresionado, ver cómo el agua cae y saber que una parte pertenece a Estados Unidos y la otra a Canadá, también ahí mismo había una calle llena de juegos, boliche, el museo Ripley, en pocas palabras siempre había algo que hacer”
Otra experiencia gratificante, fue que él se fue de intercambio en el 2014 y durante esas fechas fue el mundial de fútbol, durante los partidos de México, se ponía la playera de la selección y las personas le empezaban a preguntar sobre los jugadores, el ambiente era de inclusión.
Rodrigo tenía el estereotipo de que los canadienses eran como los americanos, pero los canadienses sin duda son más amables, tienen la mente más abierta en todos los sentidos, no hay racismo, no discriminan, al contrario se aceptan unos a otros.
Rodrigo en Canadá
Después de todo un año por tierras canadienses, ¿fue difícil para Rodrigo re adaptarse al estilo de vida y cultura mexicana?
“Siento que no fue difícil re adaptarme aquí a México, porque me acostumbro rápido a las cosas, lo único complicado fue la cuestión de la inseguridad, porque allá yo podía andar caminando en la calle a las 12 de la noche y no pasaba nada, podía moverme sin problema en transporte público y aquí volvía a tener que ser cuidadoso”
Y ahora te preguntamos a ti, ¿ya tienes lista tu maleta?
Escucha qué ha sido de Rodrigo después de está experiencia
Estos son 3 datos curiosos sobre Canadá