Cada martes, al escuchar la icónica canción del famoso anime Dragon Ball, Hugo era el primero en estar al frente del televisor. Aquel niño de 6 años nunca imaginó que llegaría a vivir en aquella isla al este de Asia, creadora de todos sus personajes favoritos.
Quince años más tarde, Hugo, estudiante de ingeniería de la Universidad de Monterrey, se embarcó en una nueva aventura en Nagaoka, Japón. Pero, ¿cómo terminó en el país que siempre había soñado?
Desde un inicio, Hugo cuidó siempre los detalles para cumplir su meta. Estudiar en la Universidad de Monterrey le abrió un abanico de posibilidades para estudiar en el extranjero. El programa que le llamó la atención fue precisamente el de cursar una doble titulación en la Universidad Nagaoka de Tecnología en Japón.
El programa comenzó dos años y medio antes de esta gran aventura. A través de clases intensivas de japones, Hugo fue aprendiendo no solo el idioma, si no también las tradiciones, la cultura, vocabulario típico, etc.
La cultura del orden y la disciplina fue algo que le impresionaron desde el momento en que llegó al país.
“El orden lo puedes ver en casi todas partes. Por ejemplo, al momento de utilizar la escalera eléctrica: quienes no estén subiendo escalones se orillan hacia la izquierda para dar paso a los que tengan prisa y estén subiendo por el lado derecho”
Por otro lado, la gastronomía también jugó un papel importante para su adaptación. Con la “panza llena y el corazón contento” Hugo se fue enamorando poco a poco de esta cultura japonesa y sobre todo del famoso platillo “ramen”.
Tras un año de estudios, Hugo continúa disfrutando su estadía en Japón. Actualmente participa en un laboratorio de investigación en la universidad junto con sus amigos y aunque todavía le queda otro año antes de graduarse, ya contempla la posibilidad de quedarse a estudiar la maestría.
Japón es un país con una cultura impresionante, da clic en este video para conocer más sobre él.