Revista Tres Puntos reflexiona sobre la Memoria en su undécima edición
Por: Valeria García y Regina Torres
La memoria no sólo es producto de un pasado vivido individual o colectivamente, también es aquella que las personas desean o eligen tener, a pesar de que nunca hubiera existido, porque la tecnología ya permite construir recuerdos que pueden confundirse con la realidad. Pero, ¿qué consecuencias podría tener esto para la historia?
La memoria, vista desde múltiples ángulos, es el tema de la nueva edición de la revista Tres Puntos, la cual fue presentada en el marco de la Feria Internacional del Libro de Monterrey 2024.
La revista, que es una publicación de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Monterrey y que ya llega a su undécima edición, presenta temas como la necesidad e importancia de preservar la memoria a través del archivo, de la historia arquitectónica de las ciudades y de las producciones fotográficas y audiovisuales, así como el recuerdo de casos como Ayotzinapa que permanecen en la memoria colectiva del país.
También, el boom de la digitalización y el impacto que el auge tecnológico está teniendo sobre la construcción de la memoria y la importancia de este concepto desde los planos psicológico y literario forman parte de la última edición de la revista, que es editada por la Agencia Informativa UDEM.
Si bien la memoria es indispensable para reconstruir la historia y esta memoria se encuentra plasmada en distintas fuentes, a los articulistas que colaboraron en el último número de la revista les preocupa la manera como la tecnología puede estar influyendo de manera negativa en la construcción de recuerdos o hechos falsos o irreales que pudieran tergiversar partes de la historia.
Juan Manuel González, director del Departamento de Cine y Comunicación de la UDEM y autor del artículo “Del esto ha sido al esto quizás fue” que se publicó en la undécima edición de la revista, dijo que la aparición de las Fake News y la posverdad genera hacia el futuro un problema porque al quedar registrados por distintos medios pudieran, por error, ser tenidos en cuenta para la construcción de la historia.
El artículo de González habla sobre la fotografía en la era de la inteligencia artificial y muestra una fotografía de un viaje a Teotihuacán que nunca hizo con su padre y, sin embargo, la imagen existe, parece real y está impresa en la revista y guardada en internet gracias a la tecnología.
«La creación de esos archivos falsos va a quedar para el futuro porque permanecen almacenados en internet y serán un riesgo para la interpretación de un momento de la historia donde eso que se dijo y que parecía que era verdad, nunca lo fue», aseguró González, quien dijo haber usado la inteligencia artificial generativa y un software de edición de imágenes para crear la fotografía del viaje a Teotihuacán.
«Necesitamos realmente un compromiso ético de parte de los que generan la comunicación y la información y de los que la transmiten para garantizar que los datos son reales, y de quienes recibimos esa información para saber enfrentar esta falta de veracidad«, agregó el directivo.
La posibilidad que tienen las personas a través de la tecnología de contar con impresiones de memorias que nunca existieron, visión expuesta por González en su artículo, contrasta con la propuesta del Colectivo Estética Unisex, quien también participa en esta edición de la revista con una serie de fotografías que retratan la realidad y documentan el día a día en la intimidad de una familia.
Así, mientras un artículo muestra el uso de una imagen fotográfica para falsear la realidad bajo la premisa de un recuerdo que se desea tener, el otro presenta imágenes que se convierten en pruebas documentales. Y las dos forman parte de la memoria.
Desde el plano individual, la psicóloga clínica Cristina Arriaga, autora del artículo Recuerdos, pilares de la personalidad, explicó cómo, al no ser la memoria una cámara imparcial, la mente selecciona lo que considera importante y lo que no lo descarta, lo que se conecta con el artículo de González, para quien el recuerdo de su viaje a Teotihuacán con su padre era importante y, al saber que no existía, decidió crearlo.
«Nuestra personalidad, nuestros deseos y nuestro pasado nos hacen ver el mundo de una manera en la que podemos seleccionar ciertos momentos de nuestra vida y quitarlos si no nos parecen importantes o, inclusive, agregar otros, aunque no sean reales», señaló Arriaga.
«Nuestra capacidad de cómo recordamos y de cómo explicamos esos recuerdos y les damos un sentido es lo que nos hace tener, hasta cierto punto, una experiencia humana», afirmó.
El cúmulo de esos recuerdos forma la memoria y ésta no sólo permite la reconstrucción de la historia y sienta los cimientos del futuro, sino que también es la que le da sentido e identidad a las personas y a los pueblos.
El archivo y la deuda con la historia
El historiador Edson Abraham Soto Espinosa, autor del artículo Archivo y poder, afirmó que el archivo, pieza fundamental para la reconstrucción de la historia, se ha quedado corto como herramienta para recuperar la memoria colectiva y poder dejarle a la humanidad una evidencia más completa de la historia de los pueblos.
«Los archivos, así como nuestra memoria, son imperfectos. La manera parcial en la que se han construido ha hecho que tanto la historia como nuestra memoria colectiva queden incompletas. Por tanto, es un derecho y una obligación ética de todos los pueblos repensar nuestra historia y replantearnos lo que es nuestra memoria y los archivos», señaló el historiador.
Según Soto, en el proceso de trabajar por recuperar la memoria individual y colectiva de los pueblos se interpone ahora la llegada de la era digital que ha modificado ciertas capacidades de la memoria haciendo que éstas terminen siendo reemplazadas por la digitalización.
«A nivel individual, la digitalización no sólo implica la pérdida de ciertas capacidades de la memoria, sino que se aprovecha de esas debilidades y con algoritmos nos sugiere cosas que a lo mejor nosotros ni siquiera sabíamos que íbamos a querer. Y, desde lo histórico, este mundo digitalizado multiplicó exponencialmente el número de fuentes históricas y nosotros los historiadores, que aún no hemos terminado de descifrar muchas cosas de nuestro pasado, tendremos que comenzar a estudiar y filtrar aquellas fuentes que son reales, verídicas y confiables de las que no lo son«, dijo Soto Espinosa.
Pero, el repensar la historia en el mundo actual es, para el historiador, riesgoso desde el punto de vista de las narrativas que se han construido en el mundo digital, muchas de las cuales son falsas, repetitivas y superfluas, por lo que propone darse a la tarea de encontrar aquellas buenas prácticas del mundo digital que permitan usar la digitalización en favor de la historia, como aquellas que den lugar a una reflexión más completa y profunda de los hechos que han marcado a la humanidad.
Además, Soto Espinosa propone recuperar todo aquello que fue en el pasado silenciado en los archivos, como por ejemplo el papel de las mujeres en la historia, y comenzar a escribir una nueva historia, más democrática, que incorpore más voces, más perspectivas, más recuerdos, la memoria de viva voz y la tradición oral para que esa nueva historia sea construida de una manera más completa y fiable.
Miguel Ángel Lapuente, director de la Agencia Informativa y de la revista Tres Puntos, recordó que el concepto de memoria es cambiante y está constantemente siendo repensado o readaptado de acuerdo con el contexto de los tiempos y en esta era en que la digitalización ha generado cambios individuales y colectivos invitó a los lectores a reflexionar sobre la manera cómo las nuevas generaciones están construyendo el concepto de memoria a partir de una rápida y cambiante era digital.
«Reforzar y reiterar el concepto de memoria en estos tiempos nos puede ayudar a fortalecer el tejido social e impulsar la noción de lo colectivo, en lugar de un individualismo exacerbado al que nos ha llevado el excesivo consumo de las redes sociales y el mundo digital», concluyó Lapuente.
Todos los artículos de la revista se pueden leer en su sitio web: revistatrespuntos.com
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