Departamento de Ciencias Sociales de la UDEM dialoga sobre el rol social de la Universidad
Por: Renata Martínez y Bárbara Martínez Campuzano
En los últimos 50 años, la Universidad de Monterrey ha contribuido en el diagnóstico de problemas sociales y en propuestas de solución de muchos de ellos a través de investigaciones y de la enseñanza a sus alumnos que cursan carreras relacionadas con las ciencias sociales, un papel que cada vez adquiere una mayor relevancia para la construcción de una mejor sociedad, concluyeron los profesores del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad, luego de analizar su aporte a la casa de estudios y a la comunidad.
Con motivo del 51 aniversario del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad, se llevó a cabo un coloquio, en dos jornadas distintas en las que los maestros del Departamento dialogaron sobre cómo la investigación que realizan y su trabajo académico se relacionan con los desafíos y oportunidades de la sociedad.
Durante la primera jornada en la que participaron seis profesores e investigadores, la directora del Departamento de Ciencias Sociales, Patricia Fernández Guajardo, dijo que el objetivo del coloquio era reflexionar sobre la contribución del Departamento a la Universidad y a la sociedad, a partir de la labor de los docentes y sus investigaciones.
“Desde nuestro Departamento estamos formando a los politólogos y profesionales que ya están tomando decisiones que definen el rumbo de nuestra sociedad. En nuestra labor e investigación buscamos comprender fenómenos complejos como la democracia, la participación ciudadana, las formas de inclusión y exclusión, y los obstáculos que aún persisten, entre otros desafíos contemporáneos”, indicó Fernández.
La académica también señaló la responsabilidad de pensar en los grandes problemas y preocupaciones que no tienen soluciones fáciles, para los cuales, dijo, los docentes ya están actuando para solucionar.
José Luis Berlanga, profesor del Departamento y fundador y director de Proyecto de Acción Cívica Interuniversitaria, destacó el impacto positivo e histórico del Departamento debido a su tradición humanista y el propósito de beneficiar al alumnado.
“Siempre hay una tensión entre excelencia académica y humanismo (…) Mi propuesta es que esa tensión es irresoluble, es bueno que exista, es lo que nos da identidad a la Universidad”.
Alejandra Galindo, maestra de Teoría de Relaciones Internacionales y especialista en temas de Políticas en el Medio Oriente, resaltó la evolución del programa académico y su riqueza en cuanto al desarrollo teórico, el cual se ha ajustado a la situación política nacional e internacional, además de la renovación del modelo de estudios y los comités que se han formado, en los cuales participan alumnos, exalumnos, personas con papeles destacados en las relaciones internacionales e incluso profesores de otras instituciones.
“La UDEM fue la primera universidad en el norte del país en tener la Licenciatura en Relaciones Internacionales”, recordó Galindo al hablar sobre el grado de compromiso que tiene la casa de estudios en la formación de sus alumnos para que respondan a los desafíos que el mundo actual demanda.
El profesor e historiador Luis Alberto García enfatizó en el papel que ha tenido la Universidad en el desarrollo de la historia a nivel local y regional, al abordar temáticas como género y cuestiones de frontera mucho antes de ser temas escuchados.
El historiador habló sobre la importancia de estudiar de forma complementaria en las relaciones internacionales la historia y las ciencias políticas para comprender mejor los contextos históricos y la existencia humana, y la correspondiente capacidad para formar un juicio sobre estos dos. “El estudio ayuda a desarrollar una conciencia acerca de la naturaleza de los asuntos humanos”.
La maestra Gabriela Cantú, experta en ciencias políticas y sociales, resaltó el valor no solo del papel histórico del Departamento, sino de la ventaja de que los profesores pueden proveer conocimiento acerca de temas que generan apertura y perspectiva.
“Hay cursos, como el de Retos y dinámicas globales, en los cuales buscamos que los estudiantes sean más cultos y que conozcan sobre temas y problemáticas con los que se van a topar en su ejercicio profesional. Cuando hablamos de pobreza, de narcotráfico o de trata de personas, tal vez se pregunten por qué tienen que estar viendo eso, pero luego en la profesión se pueden topar con estos problemas muy grandes y tendrán que abrir los ojos”, aseguró la docente.
Eduardo Enrique Aguilar, experto en Economía Política del Desarrollo y en Desarrollo Económico y Cooperación Internacional, dijo que las ciencias sociales en el noreste mexicano tienen un desarrollo periférico respecto a otras regiones del país, y que el Departamento ha tenido gran importancia en el desarrollo de la sociedad regiomontana. Al mismo tiempo, expresó su interés por la reflexión sobre el impacto que han tenido las ciencias sociales en las generaciones pasadas y los egresados.
“Importa tomar conciencia colectiva no solo de a quiénes estamos formando, sino también de la herencia de las generaciones previas, de las situaciones de las personas que han pasado por el Departamento y de la experiencia del profesorado que tiene más años. Como dice un buen amigo y colega, comprender de dónde venimos, saber dónde estamos y pensar hacia dónde vamos”, indicó Aguilar.
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