Gol de Maradona en Mundial de Estados Unidos
Maradona festeja el que sería su último gol con la camiseta de la Selección Argentina en un partido contra Grecia. Foto: Diario Hoy.

Mundial de 1994, una prueba de dopaje y el fin de Maradona


Por: Marcelo Jorge 

Una vez terminado el segundo partido de la fase de grupos del Mundial de Estados Unidos 1994, en el que Argentina derrotó a Nigeria, una enfermera estadounidense que respondía al nombre de Sue Carpenter caminaba de la mano de Diego Armando Maradona mientras él bromeaba y mandaba besos a su esposa, Claudia Villafañe, presente en la tribuna del estadio Foxboro Stadium. La organización del evento lo había convocado a un examen de antidopaje.

La figura de Diego Armando Maradona es recordada por varios pasajes en los cuatro mundiales que disputó. Quizá los dos momentos más icónicos de su trayectoria fueron en 1986, en la justa que se disputó en México ante Inglaterra, cuando divinizó la trampa hoy conocida como “mano de Dios” a un gol que hizo con la mano, y cuando dejó, cuatro minutos después, a medio equipo rival en el suelo para anotar su segundo tanto.

“Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina?”, se preguntó el comentarista uruguayo Víctor Hugo Morales durante la narración de ese partido.

Esas imágenes de Maradona, como muchas otras, se pueden ver en videos, en películas e, incluso, leer en libros. Destacan, sin duda, mucho más que la última aparición que registró vestido de corto –es importante la precisión porque dirigió a la albiceleste en Sudáfrica 2010–.

Aunque no deja de ser simbólica y representativa de la trayectoria y la personalidad de Maradona, la sonrisa que se dibujaba en su cara mientras caminaba de la mano de aquella enfermera también denotaba un sarcasmo confrontativo contra las autoridades futbolísticas.

La prensa argentina recuerda este hecho como “el día que le cortaron las piernas a Maradona”. Sin embargo, no hay muchos personajes que puedan hacerle honor a la premisa de Hemingway, que afirma que un hombre puede ser destruido pero no derrotado, como Diego Armando Maradona.

Siempre polémico, el primer antecedente de Maradona con el dopaje llegó tres años antes, en 1991, después del Mundial de Italia 1990, cuando jugaba en el Napoli, equipo de la Serie A. El 17 de marzo de 1991, al finalizar el encuentro disputado contra el Bari (1-0) en la jornada 25 de la Serie A, el “Diez napolitano” fue seleccionado para el control antidopaje, que finalmente dio positivo por cocaína. Maradona jugó su último partido con los italianos el 24 de marzo de 1991, contra la Sampdoria.

El “Pelusa” regresó a Argentina el 1 de abril, libre pero en silencio. La Federación Italiana le impuso una suspensión de 15 meses sin ninguna actividad dentro del fútbol. No regresaría a Italia. Semanas después, el 26 de abril de 1991, la policía allanó el departamento de Maradona en el barrio el Caballito, en Buenos Aires, encontrando al jugador con 115 gramos de cocaína, según informes de la policía federal argentina.

La Selección Argentina, en el marco de la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, cayó 5-0 frente a la selección colombiana el 5 de septiembre de 1993, con el “Pelusa” presente en las gradas del estadio Monumental de River Plate, comandando la que hasta la fecha se considera su peor derrota como local y la (casi) no clasificación al Mundial. “Maradoo, Maradoo” se manifestó en cantos la afición, ante la inminente tragedia, a pedido del regreso del astro argentino que no vestía la indumentaria albiceleste desde 1990. “Se acabó. Voy a volver. Hay que clasificarnos al Mundial”, dijo Maradona de regreso a casa.

Los argentinos se presentaron al repechaje, disputado contra la selección de Australia, con el regreso del “Barrilete Cósmico”, que dio una inyección anímica al equipo. A los 37 minutos de juego de ida el 31 de octubre, Maradona asistió a Abel Balbo en el encuentro que acabaría 1-1. El 17 de noviembre, Gabriel Batistuta sentenció la repesca en el partido de vuelta con un global de 2-1. Argentina se clasificó al mundial de Estados Unidos 1994.

Un último grito de gol

Los albicelestes llegaron renovados de la mano de su entrenador, Alfio Basile, y con Diego Armando Maradona como capitán en territorio estadounidense para disputar el primer partido de la fase de grupos contra la selección de Grecia, el 21 de junio de 1994. A mediados del segundo tiempo, Argentina ya ganaba 2 por 0, cuando el balón le llegó en el borde del área grande a la pierna izquierda de Maradona para el punto de suspenso de toda la afición. 

Una combinación del mismo Maradona, Caniggia y Redondo marcaría la estética y el talento argentino. Diego durmió la pelota para encuadrarla sobre el ángulo superior de la portería rival y posteriormente estalló en un grito que dejaba atrás las pesadillas recorridas durante tres años, desde su primera suspensión por dopaje en 1991, el declive futbolístico y la interminable preparación física en Las Pampas para llegar a punto al Mundial americano. Sobrio, fuerte, rejuvenecido. Victor Hugo Morales relataba a todo el pueblo argentino la resurrección del 10: “¡Está vivo!, ¡está vivo!”, sin saber que iba a ser el último gol que marcaría con la selección Argentina.

Cuatro días después, el 25 de junio, la selección del “Coco” Basile enfrentaba a la energética Nigeria, que dio la primera sorpresa anotando gol al conjunto argentino al minuto 8. Caniggia empató el encuentro 13 minutos después. El árbitro del encuentro, Bo Karlson, detuvo las acciones a favor del equipo argentino. Maradona pidió calma, la pelota era suya. Caniggia, desmarcado, le anunciaba a Diego y en la distracción del equipo africano, la magia y la elegancia de Maradona dejaba solo a Caniggia que recibía, enfrente del arco, para colocarla dentro de las redes. Los nigerianos no lograron darle vuelta al marcador. La selección argentina estaba en su mejor momento.

La euforia no dejaba apreciar lo que se convirtió en un cierre de telón de las obras maradonianas con su selección nacional. El “Barrilete Cósmico” fue elegido para un nuevo examen antidopaje y recorrió, una vez más, los pasillos oscuros que terminaron de formar la tragedia del pueblo argentino.

Maradona y enfermera

La enfermera Sue Carpenter conduce a Maradona hacia una prueba de dopaje.  Foto: Diario AS.

El 28 de junio de 1994, se activaron las alarmas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina serían las sustancias que darían positivo. Así se lo comunicó Joseph Blatter, entonces secretario general de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), a Julio Gondrona, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Grondona pasó el mensaje a David Pintado, miembro de la delegación oficial de la selección; a Daniel Bolotnicoff, abogado de Maradona; y a Agriol de Bianchetti, apoderado legal de la AFA, para convocar una segunda prueba que volvió a arrojar un resultado positivo. El rumor recorrió los pasillos del hotel de concentración del combinado argentino y los medios de comunicación.


El 30 de junio, en conferencia de prensa, Blatter declaró: «Los análisis efectuados al señor Diego Armando Maradona han resultado positivos. La AFA nos comunicó la separación de su lista del mencionado jugador, por lo que la FIFA se abocará, recién después de la finalización de la Copa, a los aspectos meramente disciplinarios. Como solo un jugador de Argentina dio positivo, no procede ninguna modificación en el resultado del partido contra Nigeria», mientras la concentración del equipo argentino se ahogaba en tristeza.

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Después de dar positivo al dopaje y ser expulsado del Mundial de 1994, Maradona le cuenta al mundo lo que esto significa para su carrera y para el fútbol. Foto: AP.

“Me cortaron las piernas”, declaró Maradona en rueda de prensa al ser expulsado de la concentración mundialista.

«Juro por mis hijas que no me drogué para jugar, porque si me entreno como me entrené no necesito nada para jugar. No quiero dramatizar, pero créeme que me cortaron las piernas. A mí, a mi familia. A los que están al lado mío. Nos sacaron la ilusión. Y creo que me sacaron del fútbol definitivamente. Tengo los brazos caídos, el alma destrozada. Quiero que les quede claro a todos los argentinos que no corrí por la droga, corrí por la camiseta», sentenció el jugador argentino frente a las cámaras de los medios en el Sheraton Park Hotel, en Dallas.

Maradona atribuyó el positivo a un medicamento contra la gripe recetado por Daniel Cerrini, uno de sus preparadores físicos, fisicoculturista y nutricionista que lo ayudó a prepararse físicamente previo al mundial de Estados Unidos.

La FIFA lo volvió a suspender 15 meses, lo que sentenció el inicio del fin de su carrera. Maradona regresó al terreno de juego en 1995 para vestir por última vez los colores de Boca Juniors, el equipo de sus amores, de donde se retiró dos años después, en 1997. No regresó a la Selección Argentina.

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