Los primeros pasos de la 90.5 FM
Por: Gloria Pérez Galvis
La estación de radio que creó la Universidad de Monterrey en 1994, bajo un concepto único, desafió todos los pronósticos.
En 30 años, desde su lanzamiento, supo caminar al ritmo de los acelerados cambios tecnológicos, apostó por un modelo de radio hecha en su mayoría por estudiantes, logró posicionarse en nichos de mercado claves que valoran el aporte social, cultural y educativo y sobrevivió a una pandemia que amenazaba con sacarlos del aire.
De las instituciones educativas que existen en la entidad, la Universidad de Monterrey no sólo fue pionera en la ciudad al tener una frecuencia radial y que esta generara una programación totalmente propia, sino que, 30 años después, se mantiene como la única que ha preservado intacto su objetivo inicial: ser una radio universitaria, una plataforma para que los estudiantes y los colaboradores hagan ejercicios de comunicación y periodismo con perspectiva social.
Un jueves 8 de septiembre, pero de 1994, decenas de personas se congregaron en el campus de la Universidad de Monterrey para un doble festejo. La institución cumplía 25 años de haber sido fundada y ese día haría el lanzamiento de su estación de radio.
El proyecto, impulsado por Gerardo Cotera Correa, profesor de radio de la Universidad, había comenzado a gestarse años atrás. Los directivos de la institución le dieron luz verde por lo que significaba para la educación que estaban recibiendo los alumnos de la Licenciatura en Ciencias de la Información y la Comunicación, la cual había comenzado a impartirse en la Universidad en septiembre de 1971, gracias a su fundador, Horacio Guajardo Elizondo.
El periodista y locutor Eduardo Manzanares, quien estuvo desde los inicios de Radio UDEM, cuenta que, antes de que el maestro Cotera fundara la emisora, los estudiantes de Comunicación, incluido él, grababan sus programas en las cabinas de radio del campus, los cuales eran escuchados por Cotera en una cinta de carrete abierto.
Pero el maestro Cotera tenía mucho interés en que los productos que hacían los alumnos salieran al aire, que no sólo hicieran las cosas para las clases, sino que esos proyectos se dieran a conocer, dice Juan Manuel González, director del Departamento de Ciencias de la Información de la UDEM y quien fuera alumno de Cotera.
“Él consiguió dos espacios. Uno en la estación deportiva RG 690 AM, que nos transmitía el programa Lunes troyano, que generalmente se hacía en vivo en las instalaciones de la emisora; y otro en Radio Nuevo León, en la 1510 AM, por donde se transmitía, los sábados en la tarde, el programa que yo hacía, que se llamaba Cosmovisiones. Producíamos los programas en los laboratorios de la UDEM y teníamos que llevarle el carrete cada semana a la estación de radio para que ellos lo pudieran transmitir. Así comenzaron las actividades radiofónicas en el Departamento”, recuerda Juan Manuel González de sus años como estudiante de Comunicación.
Alumnos de la UDEM transmitían, antes de 1994, desde la RG 690 AM el programa Lunes troyano, cuyos productores eran Armando Arias, Richard Chavez y Hugo Treviño. Cortesía: Juan Manuel González
Eduardo Manzanares recalca la importancia de los programas que se hacían y que se siguen haciendo en la Universidad. “Desde antes que naciera Radio UDEM generábamos contenido valioso. Teníamos la obligación de hacer un programa completo y Gerardo apostaba por ese nivel de producción. Él quería que estuviera al alcance de la comunidad”.
González y Manzanares, ambos exalumnos de Comunicación de la Universidad, estuvieron presentes el día del lanzamiento de Radio UDEM. El primero como espectador e invitado, el segundo como asistente de Gerardo Cotera, quien fungió como el primer director de la estación radial.
Ellos, y cientos más, fueron testigos de las primeras transmisiones de Radio UDEM por la 90.5 de la FM. Entre los presentes estaban Francisco Azcúnaga Guerra, Rector de la Universidad entre 1993 y 2009; y Silvia Panszi, exdirectora del Departamento de Ciencias de la Información de la UDEM e impulsora del proyecto; además del equipo que tenía en sus manos la parte técnica de la emisora, estudiantes, maestros, colaboradores, invitados especiales y exalumnos de la Universidad.
“Se hizo una transmisión en vivo y yo creo que ni el FBI tenía la logística que el maestro Gerardo Cotera había diseñado para ese día. Tenía un batallón de alumnos que sabían qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo. Y los maestros estábamos acompañándolos. Había mucha expectativa y nerviosismo, pero ese día fue una gran fiesta”, relata Silvia Panszi.
Ella había llegado un año antes del lanzamiento de la emisora a la dirección del Departamento y se había encontrado con un maestro de radio muy joven e inquieto intelectualmente que afirmaba que una estación de radio era el lugar perfecto para enseñar y también para expandir todo el conocimiento que se gestaba en las diferentes áreas de la Universidad.
“‘A través de una radio podremos expandir las fronteras’, me decía Gerardo Cotera, y a mí me encantó la idea, ver que había seriedad en el proyecto, que tenía una visión y una misión dentro del aula de clase e inmediatamente fui la primera convencida de que era importante de que tuviéramos una estación de radio”, afirma Panszi.
Sin embargo, cuenta la exdirectora, no la tenían fácil. “Estábamos comenzando un proyecto del que teníamos que aprender mucho y luchábamos también con un Gobierno receloso porque darle voz a los estudiantes podía ser peligroso, por lo que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes buscaba los ‘cómo no’ tuviéramos la emisora”.
A pesar de eso, Francisco Azcúnaga, quien también estaba convencido de que tener una emisora era una excelente opción, dio la orden de sacar adelante el proyecto. En esa época, en el noreste del país, la UDEM era la única universidad que estaba luchando por obtener una frecuencia de radio.
Azcúnaga no sólo fue un visionario e impulsor de proyectos valiosos para la Universidad, también era la energía capaz de mover mentes y voluntades. Para él, todo era posible. Él creía en la gente, en sus ideas y capacidades. Panszi recuerda la chispa de arranque que recibieron de Azcúnaga el día del lanzamiento de la emisora.
“Ese día, cuando llegó al evento el presidente del Consejo de la Universidad, el doctor Francisco Garza González, Azcúnaga me dijo: ‘Silvia, que entrevisten al presidente’, y yo le respondí que no, porque sentía que no estábamos listos, pero él insistió: ‘Claro que sí lo están’. Entonces, los alumnos fueron y lo entrevistaron y don Francisco fue sumamente amable, cariñoso, alentador en sus palabras. Se sentía orgulloso de que estuviéramos transmitiendo”.
“Recuerdo poco de aquel día porque estaba con el estrés de que todo saliera bien. Era un día especial y sobre mí recaía parte de la responsabilidad. Yo era el encargado de que toda la parte técnica funcionara, así que por andar concentrado en ello no recuerdo todos los detalles”, dice Mauricio Arteaga, quien formó parte del equipo que puso al aire la emisora.
“Hubo un evento en las cabinas de radio y otro en los antiguos auditorios, en donde actualmente están los salones 2201, al otro lado de los edificios en donde estaban las cabinas. Debíamos abrir los micrófonos en el auditorio y llevar la señal hasta la estación de radio y lograr que se escuchara bien, que se escuchara al aire desde la cabina”, rememora.
Arteaga, quien estudió Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones, llegó a la UDEM en abril de 1994, cinco meses antes del lanzamiento de la emisora. Había estado en el Canal 28, hoy TV Nuevo León, en donde aprendió sobre el funcionamiento del transmisor de la televisora que estaba ubicado en el Cerro del Obispado, lo que le facilitó el manejo del pequeño transmisor radial que llegó en mayo a la Universidad.
“Fue muy interesante y retador armar desde cero una estación de radio. Tuvimos que buscar el área ideal para poner el transmisor, el cual quedó al lado de la cabina de radio. Tuvimos que ubicar la torre y las antenas en un punto estratégico del techo para que la señal no fallara”, afirma Arteaga, quien se ocupaba del mantenimiento técnico del Centro de Comunicación Audiovisual, hoy Laboratorio de Medios, en donde se encuentran las instalaciones de Radio UDEM.
Previo al día del lanzamiento de la emisora se hicieron varias pruebas de transmisión radial, en las que participaron alumnos y exalumnos de Comunicación y el equipo al frente de la emisora.
“’A ver, súbase a su coche y vamos a ver hasta dónde llega la señal de la estación’, nos pedía el maestro Cotera para medir con exactitud el alcance de la señal”, relata Juan Manuel González, quien hacía dos años se había graduado de la carrera, pero mantenía un estrecho vínculo con el Departamento de Comunicación mientras estudiaba su maestría.
Juan Manuel cuenta que el primer transmisor de Radio UDEM tenía apenas 100 watts de potencia, lo cual solo les permitía llegar hasta el final del estacionamiento de la Universidad.
“Nosotros mismos nos llamábamos ‘una radio experimental’ porque el transmisor y la antena eran muy pequeños”, rememora Mauricio Arteaga, mientras que Manzanares dice que más bien era un excitador de frecuencia FM por la poca potencia que tenía.
Aún así, la primera piedra ya estaba puesta y la moral del equipo de la naciente emisora estaba por las nubes.
“Desde que nos escuchamos al aire ya queríamos aumentar la potencia, que nos escucharan en toda la ciudad. Teníamos el sueño de lo que recién empezaba. Acababa de nacer un proyecto en el que teníamos centradas todas nuestras esperanzas. Sabíamos que iba a crecer, pero no sabíamos hasta dónde ni cómo. Hoy vemos que el resultado ha sido extraordinario y si Gerardo viviera se sentiría muy orgulloso de la estación que creó”, asegura Manzanares.
Pasado el nerviosismo y la euforia por las primeras transmisiones al aire el 8 de septiembre, comenzó el día a día de la estación: trabajar como un laboratorio en el que los estudiantes de Comunicación hacían sus prácticas radiofónicas completas, desde la generación de guiones y la producción de programas, hasta la emisión en vivo de espacios noticiosos.
Al tiempo, los maestros comenzaron a crear conciencia en los estudiantes de la responsabilidad que implicaba estar ante un medio de comunicación que no tiene fronteras, cuenta Panszi.
Así, la Universidad de Monterrey se convertía en pionera a nivel de escuelas de Comunicación en la entidad en preparar a sus alumnos desde la práctica periodística radiofónica, lo cual los dotaba de importantes habilidades para el ejercicio de sus profesión. “Fue, y sigue siendo, un sello distintivo que la Universidad le imprime a sus egresados y les permite sobresalir en el mercado”, afirma Manzanares.
Pronto, crearon un espacio informativo, el noticiero Acontecer, el cual estuvo bajo la dirección de Cotera y la conducción y coordinación de Eduardo Manzanares.
El noticiero era hecho por los estudiantes de la materia de Periodismo Radiofónico y se transmitía de lunes a viernes durante dos horas, de las 13:00 a las 15:00 horas. Los estudiantes se encargaban de buscar la información y de redactarla para que se pudiera presentar en el noticiero.
“El informativo nos dejó experiencias muy interesantes. Los estudiantes tenían fuentes asignadas y las cubrían. Unos tenían a su cargo el Congreso del Estado, otros el Ayuntamiento del municipio de San Pedro, otros el de Santa Catarina, otros el de Monterrey y así. En su momento, logramos hacer una transmisión vía remota desde el Palacio de Gobierno, cuando el Gobernador era Fernando Canales Clariond”, recuerda Manzanares.
A pesar de las carencias tecnológicas de aquella época, el equipo que puso en el aire a la emisora guarda momentos memorables de aquellos primeros años, como las entrevistas en vivo que hacían en el estudio o aquellas vía telefónica con diversas personalidades del ámbito social, político, educativo y económico del Estado.
“Nuestro noticiero no era exclusivamente de acontecimientos o eventos que se hacían en la Universidad, sino que tenía que ver con la vida social, política y económica de Nuevo León”, precisa Manzanares, quien formó parte de Radio UDEM hasta el año 1997.
Bajo el eslogan “Imágenes para tus oídos”, la barra de programación de la emisora durante los primeros años estuvo conformada por los proyectos de los alumnos de Comunicación, pero se fue ampliando con programas que hacían estudiantes de otras carreras sobre temas específicos o propuestas musicales.
Manzanares, quien actualmente dirige y conduce el noticiero televisivo Meganoticias Veracruz y es analista en la estación de radio XEU Noticias Veracruz, añade: “el noticiero y todos los demás programas los hacíamos de manera muy profesional, porque así se tenían que hacer. No podíamos decir, ‘es que somos una universidad y nos podemos permitir algunos errores’. No, ninguno. Al contrario, nuestro trabajo era de constante crecimiento y perfeccionamiento, de mucha presión y de mucho esfuerzo para garantizar un periodismo de calidad”.
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