Image Not Found
Miles de migrantes intentan cruzar mensualmente de México a Estados Unidos y el camino que recorren está lleno de riesgos que vulneran sus derechos humanos. Foto: Reuters

Violencia física y discriminación: los riesgos de los migrantes en su paso por México


Por: Mariana Acosta y Ana Paulina Góngora

El tránsito por México para las personas migrantes que no cuentan con los papeles y permisos necesarios es, para muchos, una experiencia difícil y peligrosa, tanto por los riesgos físicos como por la discriminación y vulneración de sus derechos más básicos, afirmó Yessica Elizabeth Yañez García, experta en temas de migración.

Tan difícil es su travesía por México que muchos migrantes comparan las experiencias que tienen en el país con condiciones muy difíciles de supervivencia como las que enfrentan al cruzar la Selva del Darién.

“Hay personas del albergue (Casa Monarca) que han llegado a decirnos que prefieren la selva antes que México, que México es la selva de concreto”, contó Yañez, quien colabora en Casa Monarca, un centro de asistencia para migrantes localizado en Santa Catarina, en donde ha sido responsable del proyecto de integración local, un programa en asociación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

“Desde que ellos llegan por la frontera sur ya hay violencia, robos, extorsión, accidentes y violaciones de sus derechos humanos. Y todo el recorrido por México es así. Y cuando intentan cruzar a Estados Unidos se topan con lo mismo: más corrupción, más violencia, más extorsión y un desierto en el que muchos mueren y otros son abandonados”, detalló la experta.

Yañez describió las condiciones por las que atraviesan muchos migrantes durante una conferencia que dio sobre la discriminación a personas en situación de movilidad, la cual impartió durante el Diplomado en Derechos Humanos y Grupos en situación de vulnerabilidad que realiza el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey en conjunto con la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL), Acción Cívica Interuniversitaria (ACI) y la Red Universitaria de promoción de Derechos Humanos.

La cadena de problemas y la situación de vulnerabilidad de los migrantes comienza desde su mismo lugar de origen, afirmó la experta.

Empieza, dijo, por las condiciones que los rodean y que los empujan a migrar: situaciones económicas, políticas, sociales, medioambientales, desastres naturales, condiciones de inseguridad, la carencia de acceso a servicios básicos y la reunificación con familiares que salieron previamente del lugar de origen, entre otras razones.

Las personas se tienen que enfrentar al proceso que conlleva tomar la decisión de abandonar el país de origen: la evaluación de las condiciones actuales, una previsión del futuro a donde van a migrar, el deseo del cambio, analizar las oportunidades, prepararse para migrar y finalmente atravesar el duelo de dejar atrás la vida previamente construida.

“Muchas veces se tienen que endeudar para poder migrar y ver cómo se van a trasladar.

Luego, intentan hacer el recorrido, pero pueden enfrentarse a varios intentos fallidos”.

Image Not Found
Yessica Elizabeth Yañez, responsable en Casa Monarca del proyecto de integración local de migrantes, durante una conferencia en la UDEM sobre derechos humanos. Foto: Ana Paulina Góngora

Además de lo económico, los migrantes en situación irregular tienen dificultades para conseguir los permisos para entrar legalmente a otro país o para ser catalogados como refugiados, añadió.

El Darién, México y el cruce a EU

Una vez dejan su país de origen comienzan una travesía peligrosa que los lleva a cruzar la selva del Darién, luego Centroamérica, sortear las dificultades de atravesar México y enfrentarse al reto de pasar la frontera para ingresar a Estados Unidos. Muchos no lo logran, dijo la experta, quien desde su trabajo en Casa Monarca ha conocido historias contadas por los mismos migrantes.

“Los trayectos pueden ser inseguros, pero también mortales. Hay personas que desaparecen y mueren en el tránsito por llegar de un país a otro”.

“Más de medio millón de personas cruzaron la selva del Darién solo en el 2023. Es un paso muy transitado y muy peligroso, en el que se enfrentan a animales, montañas, cruce de ríos y a un recorrido que puede llevar de 4 a 10 días. Y una quinta parte de las personas que atraviesan esa selva son niños y adolescentes”, afirmó Yañez.

A lo anterior, añadió, se suma la violencia e inseguridad que sufren en su paso por México. Luego, en la frontera con Estados Unidos muchos son engañados y otros mueren. “Se les promete a las personas un tránsito seguro o los documentos necesarios para ingresar al vecino país y muchas veces esto no es cierto y son abandonadas a mitad del trayecto”.

Yañez dijo que son muchas las personas que pasan por estas situaciones difíciles. Según cifras que dio, la migración irregular en México aumentó un 77% entre 2022 y 2023, y la mayoría de los migrantes provenían de Venezuela, Honduras, Guatemala, Ecuador y Haití. “Para los migrantes haitianos la situación es todavía más difícil porque no hablan el español”.

La experta lamentó que en México exista una brecha entre el reconocimiento de los derechos de las personas y el goce verdadero de estos derechos porque es lo que afecta a las personas en tránsito por el país.

“Tenemos una Ley de Migración del 2011, tenemos una Ley que reconoce a las personas refugiadas, tenemos leyes que reconocen que todas las personas tenemos derecho a educación, salud, vivienda y todos los demás derechos básicos que conocemos, pero en la realidad es diferente porque los migrantes no tienen acceso a esos derechos”, sostuvo Yañez.

Además, los migrantes padecen discriminación, tanto en México como en el país de destino, se enfrentan a un choque cultural y muchas veces son obligados a retornar.

El retorno es considerado la fase final del proceso migratorio, aunque este suele ser involuntario, comúnmente causado por llevar a cabo un tránsito irregular. Las consecuencias desembocan más allá del daño económico, ocasionando la pérdida de oportunidades y el regreso a las condiciones que se deseaban evadir.

“Lo que hacemos en Casa Monarca es apoyar a los migrantes de distintas formas. Les damos refugio, defendemos sus derechos y les damos asesoría en materia legal para lograr una movilidad regular”, explicó Yañez.

Casa Monarca acoge a los migrantes en tránsito. Les da techo y satisface sus necesidades más inmediatas de alimentación, vestido y aseo. Luego, los canaliza a atención médica y les da orientación legal, bien para continuar su camino de manera segura o ayudando a aquellos que deseen quedarse en el Estado y regularizar su situación.

También ayuda a vincular a los niños a las escuelas, a que quienes estén en situación de movilidad tengan sus documentos de identidad, sensibiliza a las personas para que se rompan los estigmas sociales y los ayuda a integrar a la comunidad.

Con el objetivo de motivar la participación ciudadana y para garantizar un tratamiento informativo adecuado frente a los contenidos presentados, los invitamos a escribir a [email protected] en caso de dudas, aclaraciones, rectificaciones o comentarios.

Scroll al inicio