
“Es inevitable, tarde o temprano, una reforma fiscal”: Zepeda Patterson
Por: Paula Rodríguez y Miguel Gómez
Una reforma fiscal recaudatoria, que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se negó a proponer y el de Claudia Sheinbaum descartó al comienzo de su mandato, sería inevitable, tarde o temprano, para enfrentar el desafío que implica el financiamiento del Estado, aseguró el economista y analista político, Jorge Zepeda Patterson, durante la conferencia Límites y posibilidades de la 4T, que ofreció en la Universidad de Monterrey el pasado 19 de marzo.
“Para financiar sus proyectos sociales, el expresidente López Obrador no recurrió al endeudamiento externo, tampoco a la emisión de dinero ni a una reforma fiscal, sino a un adelgazamiento del Estado que, prácticamente, lo dejó en huesos. Consumió los excesos, los departamentos, los fideicomisos y arrasó con lo que pudo. Sin embargo, esta fuente de financiamiento es irrepetible, mientras que los compromisos sociales continúan, lo cual se convierte en un importante desafío para el gobierno de Sheinbaum”, afirmó el también periodista y escritor durante el evento, el cual fue organizado por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad.
Por esto, aunque el gobierno se resista a modificar las tasas tributarias, los mismos empresarios, economistas y expertos en finanzas públicas coinciden en la necesidad de una reforma que aporte recursos para el financiamiento del gasto. “Mucha gente piensa que es inevitable, tarde o temprano, una reforma fiscal. Hasta los empresarios mismos asumen que es necesario”, dijo Zepeda Patterson.
La última reforma tributaria que se aprobó en México fue en diciembre del año 2013 durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, la cual fue calificada por expertos fiscales de ser recaudatoria, de desincentivar la inversión nacional y extranjera, de disminuir los ingresos de los contribuyentes y de no haber estado dirigida al financiamiento de sectores clave, como la educación, la salud y la pobreza.
En el año 2022, el expresidente López Obrador impulsó una reforma fiscal, pero no fue recaudatoria. Entre otras cosas, buscó facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, simplificar los trámites fiscales, reducir la informalidad, ampliar la base de contribuyentes y combatir la evasión y la defraudación fiscal.
“La escasez de financiamiento y el exceso de adelgazamiento del Estado, que incluso afectó partes estratégicas del mismo, no pueden continuar por mucho tiempo más porque ya están afectando la operación y eficiencia del Estado. Se necesita capacitación, dar mantenimientos, invertir en energía y en otras áreas, y solucionar, entre otras cosas, el pago a los proveedores de Pemex. Si el gobierno no soluciona esto y no realiza importantes inversiones en áreas estratégicas, el abandono lo alcanzará”, advirtió el economista.
Los otros desafíos y cómo se prepara México
Además del financiamiento del Estado, Zepeda Patterson dijo que otro de los desafíos que tiene el país, y tal vez sea el mayor de todos, es la relación económica con Estados Unidos, su principal socio comercial.
“Las importaciones y exportaciones de México representan el 70% del Producto Interno Bruto (PIB). México es el país con mayor dependencia de esta integración comercial, lo que lo hace muy vulnerable, a lo que se suma la alta dependencia del gas importado del vecino país, gracias al cual generamos la electricidad que consumimos. Somos altamente dependientes, por lo que este gobierno tiene que cuidar la integración con Estados Unidos porque se considera que un tercio de la fuerza de trabajo nacional está vinculada a esa integración”, sostuvo el analista.
Sheinbaum, dijo, trabaja en estrategias que le permitan al país lidiar con este desafío que mantendrá al país y a las empresas en zozobra durante los siguientes cuatro años, al tiempo que fortalece su proyecto social mediante la ayuda a las clases menos favorecidas.
Según Zepeda Patterson, estas estrategias buscan trabajar en equipo con los empresarios del país y ofrecerles un espacio en la mesa de diálogo para escuchar sus inquietudes, preocupaciones y proyectos.
“Claudia Sheinbaum está intentando hacer un movimiento hacia el centro porque le queda claro que la única salida de la pobreza es la generación de millones de empleos y esos no los puede generar el gobierno, sino la Iniciativa Privada (IP), que es la que genera el 75% del PIB del país. Por esto, se requiere crear las condiciones favorables para que los negocios prosperen y, tal vez, que los empresarios también hagan un movimiento hacia el centro, en donde las dos partes puedan coincidir para ayudar al país”, afirmó el economista.
Finalmente, un tercer desafío mencionado por Zepeda Patterson fue la necesidad de solucionar el problema de seguridad pública, algo que, afirmó, fue pospuesto por el expresidente López Obrador y que a este gobierno le tocará hacerle frente, “con una Guardia Nacional que aún no termina de consolidarse y con un resultado absolutamente incierto”.
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