Batallan para leer, fruncen el ceño, se les mueven las letras y a otros les duele la cabeza, un muestreo por conveniencia indicó que un 95 por ciento de jóvenes, dijeron saber que necesitan lentes pero no van a una evaluación con un especialista.
Poco saben que después de la obesidad, la discapacidad visual es la segunda enfermedad que más aqueja a los mexicanos sin embargo un 30 por ciento no visita al oftalmólogo desde hace tres años o más.
Los motivos para no usar lentes van desde la estética, incomodidad o flojera, señalaron los jóvenes a los que se les sometió a la prueba Snellen, la cual determina el padecimiento de déficit visual a una distancia de seis metros bajo condiciones especiales de iluminación.
Junto con un cuestionario de seis preguntas, el muestreo con un nivel de confianza del 95 por ciento y un margen de error de ± 5 puntos porcentuales, se aplicó a 367 alumnos de profesional entre los 18 y 23 años.
Antes de la prueba, realizada del 16 al 23 de abril, el 72 por ciento de la muestra afirmó que no necesitaba lentes, pero entre estos encuestados el 26 tuvo problemas visuales, mientras que el 28 por ciento de los jóvenes creía necesitar anteojos antes de tomar la prueba.
Además, el examen mostró que 47 por ciento de los sujetos presentan problemas visuales, el 23 no ve a distancia y el 17 frunce el ceño o tiene molestias para ver, de acuerdo a la prueba realizada en diferentes espacios con la iluminación controlada.
¿Cómo sé si tengo problemas visuales?
La dificultad en la lectura es el primer síntoma que se presenta cuando existe un problema de graduación visual, ya que el ojo no enfoca, afirmó Jesús Daniel López Tapia, director del programa Médico Cirujano y Partero en la UDEM. Otros síntomas son fruncir el ceño para enfocar, el dolor de cabeza y el cansancio en los párpados.
Y la parte frontal de la cabeza; la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía son afecciones oculares cada vez más frecuentes entre jóvenes, agregó el oftalmólogo Héctor Villarreal García, experto en cirugía refractiva.
¿Falta de cultura?
Cada vez más jóvenes acuden al doctor por fatiga visual, ojo seco y graduación, y en el cuestionario admiten utilizar la computadora de entre ocho y 10 horas; hay una hipótesis de que el ojo, para poder ver de cerca, hace esfuerzo extra para enfocar, y si una persona pasa horas frente a la pantalla el cuerpo se adapta, el ojo se vuelve más miope, es decir, se hace más grande para aumentar el poder óptico y no hacer el esfuerzo extra, señaló Villarreal García
Somos poco preventivos y a la gente no le gusta invertir en algo intangible, piensan para qué gastar en la consulta con el oftalmólogo si se está bien; sin embargo, la prevención es la medicina más barata de todas, añadió el también maestro de De qué materia la UDEM.
Esto es un problema cultural, los jóvenes tienen una consulta médica hasta que están enfermos, mientras que a muchas personas probablemente les preocupa la estética de utilizar anteojos, indicó López Tapia.
Estas situaciones son progresivas; si no se atiende el problema sigue avanzando hasta que la agudeza visual disminuye y no queda otra opción más que atender el problema, agregó.