La Constitución Mexicana es una de las más longevas en el mundo: con 103 años de existencia y cerca de 700 reformas, ha servido para regir a la sociedad mexicana.
Samuel Ramírez Mejía, catedrático de la Universidad de Monterrey (UDEM), afirmó que la Constitución es el resultado de las leyes que han sido impuestas a toda la población debido a un acuerdo entre las dos dimensiones del poder: la política y la sociedad, para que sus acciones estén orientadas a una estabilidad unificada que ha estado en vigor desde 1917.
La Constitución a pesar de ser considerada como rígida, se ha reformado de muchas maneras durante los últimos años, no solo en el tema de derechos sino también en la estructura del poder de acuerdo al cambio de la sociedad, por lo que ha generado un efecto distinto cada vez que se presentan nuevas reformas.
A lo largo del tiempo y el cambio de la sociedad mexicana, la Carta Magna se ha adecuado a las nuevas necesidades que se presentan conforme a los distintos gobiernos, teniendo como consecuencia que las reformas están expuestas a cambios constantes en un corto periodo de tiempo el cual provoca un desconocimiento de las leyes por parte de la sociedad, señaló Ramírez Mejía.
El Doctor en derecho destaca el año 2011 como un antes y un después para el constitucionalismo mexicano, ya que fue el año en el que los derechos humanos fueron la prioridad, las personas y sus derechos se transformaron para ser uno de los pilares de la Constitución.
“La Constitución no debe de ser un instrumento que solo sea dirigido a las autoridades, es un documento para la vida, la democracia se refuerza cuando la Constitución además de ser un documento escrito, es una Constitución viva”, concluyó Ramírez Mejía.