La filosofía ha sido una disciplina que me ha llamado la atención desde hace tiempo. La capacidad de tener un pensamiento crítico, cuestionar mis ideologias y mi cosmovisión, ha sido algo que he tratado de hacer en los últimos años y al querer adentrarme en esta disciplina filosófica, como creo que ha muchos les ha pasado, me ha intimidado la gran cantidad de información y teorías que existen, dejándome en una encrucijada al no saber por donde empezar. Fue así como descubrí el libro Filosofía en la calle: #FiloRetos para la vida cotidiana, escrito por el maestro Eduardo Infante y, como describí en una reseña anterior, su obra me guió hacia este mundo del conocimiento de una manera sencilla y moderna.
Poder entrevistar al autor de un libro que te fascinó es el sueño que todo buen lector tiene, por eso cuando recibí el mensaje de Eduardo aceptando mi entrevista levantó mucho mi entusiasmo y al mismo tiempo mi nerviosismo. Tenía la oportunidad de conversar con alguien que me acompañó indirectamente en el mundo de la filosofía y esto me generó varias dudas acerca de la relevancia de esta disciplina en la actualidad, ahora que es más común hablar de empresarios, tecnología, y en la actualidad la crisis sanitaria causada por la pandemia; pero a la la filosofía la vemos solo como una materia aburrida que nos obligan a cursar en la escuela.
¿Como nació la idea de hacer este libro? ¿Cual fue el proceso de llevar la idea al libro?
Realmente el libro fue un intento de escribir el manual de filosofía que a mi me hubiera gustado tener cuando me adentro por primera vez en la filosofía, y también un intento de recuperar lo que fue la filosofía en su origen, que era una practica cotidiana y popular, siendo en el fondo una gimnasia del ciudadano y quitando tecnicismos. Me ayuda compararla con la cocina, porque al igual que esta tiene un discurso que es dicho por expertos, pero ese discurso no es la cocina, y con la filosofía pasa algo similar, ya que el discurso no es esta disciplina, si es dicho por los académicos y esta relacionado con ella, pero este ha echo que mucha gente le tenga miedo cuando los antiguos griegos lo hacían en su vida cotidiana e incluso en el gimnasio, para no solo mantener sano el cuerpo sino también mantener sano el espíritu el intelecto.
¿Como se te ocurrió la idea de abrir la ventana de la filosofía a través de Twitter?
Yo me pregunte: ¿cuales son ahora las calles y los mercados en los que los ciudadanos nos encontramos? Y sin duda son las redes sociales, en especial Twitter que es donde hay más ruido y se ha extendido una lógica peligrosa e infantil, que es una especie de emotivismo infantil, que hace que la gente deje de pensar para exclamar, abandonando el juicio racional por la mera emotividad y utilizando una lógica donde algo es bueno simplemente porque me gusta y algo es malo por que me ofende, expresando muchas veces como si las personas estuvieran gritando en lugar de hablando y yo creo que hay que estar ahí, si Sócrates tuviera un teléfono estaría ahí haciendo preguntas e intentando que nos detengamos un momento para que reflexionemos sobre la profundidad de los problemas y la necesidad que tenemos los unos a los otros. Es por eso que me decidí estar en esta plataforma y hacer preguntas diarias como haría mi maestro.
La interacción que esta red social permite entre usuarios hace que el libro este vivo y se va construyendo junto con los lectores, haciendo crecer esa plaza virtual que quise formar con cada vez más personas que se unen al proyecto de más países, y esto es muy importante porque se vuelve un simbolo de democracia al estar unidos todos, y cuanto más plural sea este agora más libres y democrática será la ciudad.
¿Cual fue la experiencia de ver su libro fisicamente por primera vez?
Fue muy bonito la verdad, estaba nervioso por recibirlo y recuerdo que estaba en el instituto cuando mi mujer me envió un mensaje diciendo que los libros ya habían llegado, y suena como una tontería pero me sentí como un padre cuando le enseñan la foto de su hijo y creo que no corrí tanto en mi vida como cuando fui corriendo de regreso a mi casa, y sentí muy bonito al tener ese olor de libro nuevo.
En tu libro hablas en su mayoría sobre la filosofía occidental, ¿cual es tu percepción acerca de la filosofía acerca de la oriental, además de la de Buda que mencionas en el libro?
Hay muchas tradiciones de pensamiento que tienen que ser descubiertas, el libro sirve como una introducción a este mundo, ya que la historia de la filosofía que se enseña es la de los vencedores, pero es solo una historia y no la historia de la filosofía, ya que hay otras muchas corrientes y voces que han sido calladas, llegandose a pensar muchas veces que esta disciplina ha sido algo que han practicado los varones europeos de una clase social alta que tienen el tiempo suficiente para buscarle los tres pies al gato. Pero cuando uno realmente ve la historia contra pelo y escucha las otras voces, se da cuenta de que existieron muchas personas, tanto hombres como mujeres y no solamente europeos, que la han practicado y no aparecen en los libros de texto y es una situación meramente política. Por tanto yo creo que tenemos que recuperar esas voces, ya que si seguimos la comparación de la filosofía con la gastronomía, reducirnos solo a una tradición gastronómica es una pérdida absoluta de riqueza cultural.
¿Cual consideras que es la relevancia de la filosofía en la actualidad? ¿Porque es importante aprenderla?
Yo creo que debemos de recuperar la filosofía como practica diaria, ya que debe de entenderse como un ejercicio del pensamiento e intelectual necesario y fundamental para formar ciudadanos, ya que no podemos construir una democracia madura sin ciudadanos maduros, porque ser ciudadanos maduros no puede ser votar cada cuatro o seis años, ya que uno tiene que entrenar esas capacidades que el hombre tiene para ser un ciudadano maduro, porque nadie sabe de manera natural dialogar, debatir, consensuar, llegar a acuerdos y juzgar a menos que se desarrolle, siendo la filosofía el lugar y papel fundamental que debe tener una escuela para hacerlo.
Asimismo, yo digo mucho que la filosofía ha sido el mayor antidoto contra la estupidez, y por más grande que parezca existir ahora, sin la filosofía estuviéramos todavía peor, porque nos ayuda a combatirla y a recuperar la sensatez, y es que muchas veces parece que las escuelas no quieren enseñarnos que es o que no es una buena razón, y me pongo a pensar que tal vez a los políticos les interesa que no sepamos distinguir esto, para que cuando ellos nos den una mala razón no sepamos distinguirla de una buena, queriendo que seamos ciudadanos estúpidos que no sepan pensar. Por eso la filosofía siempre será la mayor enemiga de la tiranía, el filosofo es enemigo del tirano, ya que siempre estamos al acecho cuestionando al tirano, derribando muros de los prejuicios y los dogmas.
¿Que recomiendas a aquellos que se quieren adentrar al mundo de la filosofía pero lo ven algo retador por la gran cantidad de teorías que existen?
Primero que practiquen la filosofía, que no es otra cosa que sentarse con un grupo de amigos y tocar los temas universales que nos han preocupado siempre ¿como vivir la vida?¿como no malgastar la vida?¿que es lo bueno o lo justo?¿que es la muerte? Luego, ir sin miedo a las fuentes, ya que muchos se pierden al pensar que se debe leer la interpretación de algún autor sobre Platón u otro filósofo, cuando es mejor leer directamente a Platón, es como dejar de leer las críticas y ver primero la película, ya después las críticas pueden ayudar a entender mejor. La cosa es encontrar el espacio que más se adecue a lo que uno quiera con muchos medios de donde escoger, pero siempre manteniendo la idea que es un diálogo entre amigos para solucionar problemas.
¿Que puedes decir acerca de tu nuevo libro “No me tapes el sol”? ¿cual es la importancia del cinismo en la época post pandemia?
Efectivamente sale el 7 de abril que es una propuesta de recuperar el cinismo, que es una escuela filosófica antigua donde entendieron que se podía aprender como vivir mejor si se observaba la vida de los perros que la de los hombres, es decir a naturalizar la vida y renunciar a muchas cosas que nos dan confort pero que nos esclavizan, y en el fondo yo creo que es algo muy a recuperar al tener vidas donde pensamos que distintas cosas nos dan confort pero nos hacen vivir encadenados y sometidos, donde el cinismo nos puede ayudar a ser hombres libres, recuperar esa libertad con la que nacimos y que es indispensable para una vida plena y feliz.