El declive de X
Uno de los hombres más ricos del mundo, el empresario estadounidense Elon Musk, compró la compañía Twitter, Inc. en un acuerdo de 44 billones de dólares el 27 de octubre de 2022. En abril de 2023, la empresa legalmente cambió su nombre de “Twitter, Inc.” a “X Corp”. Desde entonces, la plataforma ha sufrido una profunda caída en picada que ha destruido la experiencia de miles de usuarios y empleados fieles como daño colateral. Hoy, a casi 2 años de la compra-venta, se pueden apreciar las consecuencias que resultan de dejar una de las plataformas más utilizadas globalmente en manos de un billonario con mala administración, demasiado dinero e ideologías radicales.
Durante su primera semana como dueño de X, Elon Musk despidió a cuatro de los directivos principales de la compañía, incluyendo al director ejecutivo: Parag Agrawa. En sus primeros seis meses, Musk confirmó que despidió a 6,000 empleados, es decir el 80% de la fuerza laboral de la compañía, en una entrevista con BBC. Además de las miles de personas que se quedaron sin empleo de la noche a la mañana sin previo aviso, esto resultó, indudablemente, en un huracán que sigue arrasando con la plataforma después de dos años.
La moderación de la plataforma es casi nula en todos los sentidos, y fue especialmente peor durante la época de despidos en 2023. Las cuentas de “bots” con contenido pornográfico se convirtieron en algo constante, con comentarios automatizados en absolutamente todos las publicaciones sin excepcion. Videos de violencia física explícita sin censura, violencia verbal entre usuarios sin repercusiones, desinformación que no siempre es desmentida, reactivación de cuentas previamente suspendidas por violar los Terminos de Servicio de la plataforma (entre ellas, a petición personal de Musk, la del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump), y discursos radicales de odio potencializados por un algoritmo que se tornó repentinamente conservador en los últimos dos años, son algunos de los problemas a los que los usuarios se enfrentan a diario y que se han visto especialmente desenfrenados desde el ascenso de Elon Musk como dueño.
En agosto de 2023, X contaba con 112 millones de usuarios activos mensualmente en el Reino Unido. Sin embargo, para agosto de 2024 ese número bajó a 106 millones mensuales, un declive del 5% en usuarios mensuales, de acuerdo a un reporte publicado por X Corp en septiembre de este año. La compañía también vio un declive del 5% en usuarios activos en Estados Unidos durante ese mismo periodo, reportó el Financial Times el mes pasado.
Para agregar al número de usuarios perdidos, la plataforma fue prohibida en Brasil por la Suprema Corte Federal el 30 de agosto de este año. La prohibición fue resultado de la reactivación por Musk de siete cuentas de extrema derecha involucradas en un ataque a edificios federales en la capital brasileña después de las elecciones presidenciales en 2023. La reactivación ocurrió a pesar de que fue la misma corte brasileña quien legalmente ordenó la suspensión de dichas cuentas. La Suprema Corte Federal le pide a Musk 5.2 millones de dólares en multas y establecer un representante legal en Brasil para restaurar su plataforma.
El mal manejo de X no ha afectado solamente a los empleados y usuarios que llevamos tres o cinco años, una década o más siéndole fieles. Y ni hablar sobre el impacto mediático y noticioso que tenía Twitter, que sigue teniendo ahora como X (con más desinformación). Sino que también le está costando a Elon Musk, aunque probablemente no se de cuenta, dinero directamente de su bolsillo. Solo nos queda esperar que Musk descubra que ser Community Mánager no es su vocación y decida seguir intentando mudarse a Marte.
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