El problema de La Casa de los Famosos México


Carolina Garza
Por: Carolina Garza

En México y el mundo, los medios de comunicación juegan un papel importante respecto a la adquisición de información, así como en las formas de interacción y entretenimiento. Todos ellos. desde la radio y la televisión hasta los medios nativos en línea, reflejan el contexto sociopolítico y, al mismo tiempo, lo moldean.

Algunos realities, como La Casa de los Famosos México, son un claro ejemplo de cómo el entretenimiento televisivo, aunque diseñado para captar la atención de las masas influye, asimismo, en las actitudes y los valores del público. Sobre todo a la hora de normalizar conductas y discursos. 

El reality mexicano recibe atención de millones de espectadores. Por tal motivo, es aún más importante reflexionar sobre los discursos que difunde. Aunque su principal objetivo es entretener, la exposición constante de comentarios y actitudes problemáticas hace que valga la pena preguntarnos qué responsabilidad tienen los medios respecto a la normalización de comportamientos que legitiman distintos tipos de violencia.

Preocupa el hecho de que la audiencia, especialmente la más joven, podría interiorizar los discursos que transmite La Casa de los famosos u otros programas similares. Dada su edad, no hay garantía de que utilizarán un filtro crítico al ver el show. Hay que cuestionar los comentarios que estigmaticen, promuevan la violencia y/o la intolerancia, pues tienden a influir en la realidad social. ¿Qué discurso posee un programa que transmite actitudes tóxicas o situaciones conflictivas, sin que éstas reciban sanciones? ¿Existe el riesgo de normalizar dichas conductas?

Un dato reciente reveló que alrededor del 56% del público mexicano apoya la decisión de las marcas que cortaron sus lazos con La Casa de los Famosos México, motivadas por su discrepancia con los valores que promueve el reality. Este hecho dio fe de una audiencia más observadora y crítica. No es solo mercadotecnia: TelevisaUnivisión, productora del programa, reconoció que las expresiones de los participantes han dejado de reflejar sus valores. 

Estos hechos abren un debate más amplio acerca de la ética en la producción de contenidos. Si bien su propósito es generar entretenimiento, ¿dónde y cómo trazamos la línea entre este y los mensajes que refuerzan estereotipos negativos o limitan la visibilización de la diversidad? La difusión de discursos como el de La Casa de los Famosos México –y shows de giro similar– impacta significativamente en su audiencia; sin embargo, estimar su repercusión es difícil. No puede expresarse por completo con datos estadísticos. Buena parte del asunto aquí tratado yace en una construir una ética: hace falta que tanto las productoras como los televidentes adoptemos un rol más crítico y responsable, sobre todo si el contenido involucra temas como violencia de género, diversidad sexual o convivencia social.

Con el objetivo de motivar la participación ciudadana y para garantizar un tratamiento informativo adecuado frente a los contenidos presentados, los invitamos a escribir a [email protected] en caso de dudas, aclaraciones, rectificaciones o comentarios.

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