La investigación ayuda a mejorar el mundo en el que vivimos: María Virginia Bon Pereira
Por: Elisa Cardona
En una época en la que lo digital, la rapidez y la desinformación dominan en las comunicaciones interpersonales y masivas, la Universidad de Monterrey intensifica su apuesta por la enseñanza y el impulso de la investigación que realizan maestros y alumnos para avanzar hacia interacciones comunicativas responsables, razonadas y críticas.
Para darle difusión a estas investigaciones y lograr un alcance social mayor y que más personas se beneficien de sus resultados, el Departamento de Cine y Comunicación de la Facultad de Educación y Humanidades realiza cada año, desde el 2018, un Congreso de Investigación en Comunicación, en el que se comparten algunos de los más importantes trabajos hechos por maestros y alumnos, no sólo de la Universidad, sino de distintas instituciones educativas de México y el mundo.
Con una temática distinta en cada edición, el VIII Congreso Internacional de Investigación en Comunicación, que se realizará en sesiones híbridas los próximos 13 y 14 de marzo bajo el nombre Membranas, expondrá conocimientos y promoverá reflexiones acerca de la importancia y las implicaciones que se generan en las distintas interacciones y flujos comunicativos entre personas e incluso frente a las máquinas, y en muy distintos ámbitos, como el personal, el organizacional y el social, entre otras áreas de la comunicación.
En entrevista con la Agencia Informativa UDEM, la coordinadora general de este Congreso, la investigadora y catedrática especializada en comunicación y filosofía María Virginia Bon Pereira, habla sobre la importancia que tiene este evento, tanto para las personas, como para la Universidad y la sociedad en general, además del crecimiento que ha tenido y de su alcance a nivel internacional.
Así, bajo la premisa de que la filosofía es el camino hacia un entendimiento más amplio del mundo, Bon Pereira explora su papel en el surgimiento de la duda, el cuestionamiento y la expansión del conocimiento, y reflexiona sobre cuál es el sitio de la investigación en la comunicación, lo mismo en la academia que a nivel profesional; ahonda en los desafíos que enfrentan los estudiantes ante el dominio de la inmediatez y lo digital; y ofrece ideas con el objetivo de contribuir al fomento de la curiosidad y la actitud crítica.
¿Cómo define su relación con la filosofía?
Amistosa. Para mí la filosofía es como una gran puerta de entrada al resto del universo.
¿De qué manera concibe la relación entre filosofía y comunicación?
Bueno, de la filosofía surgen todos los conocimientos y las ciencias que hoy en día entendemos. En la Antigua Grecia, alrededor del siglo IV a.C., está el origen de todas las ciencias. La comunicación, como tal, surge de esa evolución del conocimiento. En última instancia, la comunicación tiene un fundamento filosófico y ético muy importante.
¿Cómo fue su transición hacia el campo de la comunicación y qué aspectos de esta disciplina le resultaron más desafiantes o atractivos?
Mi primera carrera fue en filosofía, luego estudié comunicación. Esas carreras, conjugadas, conllevan a un conocimiento muy amplio de la comunicación: social, histórico, desde las raíces. Así fue mi trayecto de la filosofía a la comunicación. En el ámbito profesional –docencia e investigación–, al pensar en los problemas y las situaciones de comunicación que abordamos a diario, trato de vincular todo lo que sucede con las causas primeras; es decir, cómo surgen las cosas, los problemas; eso siempre lleva al lado filosófico. Cuando te empiezas a preguntar y de una pregunta surge otra y de esa otra surge otra, el acto constante de preguntar se vuelve filosófico. Otro aspecto de gran importancia en la filosofía es la duda. Siempre le pido a los estudiantes que piensen en los problemas sin prejuicios. En lugar de partir de ellos, les digo que cuestionen, que sean curiosos e investiguen las cosas que suceden. Es una postura filosófica muy objetiva, muy abierta, la cual permite interpretar el mundo sin sesgos o, mejor dicho, permite hacerlo con consciencia de nuestros propios sesgos.
¿Qué rol considera que tiene la investigación en la comunicación hoy en día, tanto en el ámbito académico como en el profesional?
La investigación es fundamental, dentro y fuera de la universidad. En su interior, ayuda a que los estudiantes aprendan a investigar, a adoptar una postura abierta, curiosa y de duda respecto a lo que ven y escuchan, y luego tomar una postura con seriedad para investigar los distintos problemas que hay. La universidad enseña a los estudiantes a buscar soluciones a los problemas a través de la investigación. De ahí la importancia de que aprendan a hacerlo: brinda, además de un proceso metodológico científico, una postura clara frente a los acontecimientos. Evita que se dejen llevar por lo primero que escuchan, a buscar fuentes que permitan comparar y contrastar información y, al final, obtener una conclusión. En el ámbito profesional, la investigación también es importante. Se realiza con frecuencia, por ejemplo, a nivel empresarial, se revisan indicadores y estándares. Las personas quieren saber cómo sucede la comunicación en los medios masivos, en el periodismo o al interior de las empresas y organizaciones, y en todas estas áreas es necesario realizar investigaciones.
¿Cómo se fomenta el interés por la investigación en los estudiantes de comunicación?
A veces, esto puede ser una tarea difícil. En ocasiones, a los estudiantes les cuesta entender lo importante que resulta la investigación o bien les causa miedo porque se trata de una metodología de varios pasos y que exige mucha lectura, precisamente con el fin de ampliar el pensamiento. No es posible quedarse con un solo autor, una sola fuente; hay que abrirse a leer lo que se realizó antes, y esto agobia, preocupa o disgusta a muchos. Pienso que una de las actividades principales de un profesor es motivar a los estudiantes y enseñarles a investigar sobre distintos temas y de formas diferentes; a realizar investigaciones –así sean pequeñas– para que aprendan el proceso.
¿De dónde salió la motivación para crear el Congreso de Investigación en Comunicación y cómo ha evolucionado?
El Congreso nació como respuesta a la necesidad de enseñarle a los estudiantes que ellos mismos son capaces de realizar muy buenas investigaciones y que pueden, incluso, colaborar con profesores. No había espacio de difusión para nuestras investigaciones ni para trabajos destacados hechos por alumnos. En 2018 creamos dicho espacio. Acordamos reunirnos un día por la mañana para dialogar, conversar y mostrar lo que se realiza en investigación.
¿Cuáles han sido los principales retos que han enfrentado durante la organización y evolución del Congreso?
Ha habido muchos. Uno de ellos fue la pandemia, que nos obligó a imaginar cómo hacer lo que hacíamos presencialmente en la UDEM. Y, aunque gratificante, había que cuidar varias cosas: la conexión a Internet, el funcionamiento de las ligas, asegurarnos de que la reproducción fuera simultánea y lograr que las personas participaran. Hubo varios desafíos relacionados con la comunicación digital que, a la vez, dependían de la logística del evento.
¿Hacia dónde le gustaría llevar el Congreso de Investigación en Comunicación?
Cada año tenemos un tema diferente que es como la columna vertebral de la discusión y del diálogo en esos dos días. En 2025, el tema es Membranas y también habrá una discusión filosófica y comunicacional que girará en torno a dónde nos dirigimos como comunicólogos: investigadores, docentes y profesionales. Me gustaría llevar el Congreso a un nivel de excelencia, convertirlo en un referente de difusión y generación del conocimiento. Deseo que este Congreso siga su camino hasta que otros profesionales y estudiantes de comunicación reconozcan su relevancia por el nivel de exigencia que tiene, pero también de apertura, convivencia y diálogo, desde el punto de vista científico y académico.
¿Qué significa Membranas, el tema del Congreso de este año?
El concepto alude a un espacio que no siempre está claramente definido o representado. Un espacio entre presente y futuro, entre lo que se conoce y no se conoce, o bien, entre lo que queremos conocer y creemos no conocer. La membrana es permeable, flexible, porosa y no siempre es visible para las personas. Traspasar la membrana implica un proceso complejo que tiene que ver con las ideologías, con los discursos, con la toma de conciencia y la capacidad para enfrentar y procesar la información. Esa complejidad y los temas que emergen de ella son algunos de los aspectos que estarán abiertos al diálogo durante el Congreso.
¿La investigación en comunicación puede influir en los cambios sociales y en el desarrollo de nuevas formas de comunicación?
Al hacer investigación, tratamos de dar cuenta de los fenómenos sociales y comprenderlos. Los hallazgos ayudan a entender mejor los problemas, pero también a solucionarlos. Al final de una investigación, es importante pensar en propuestas de mejora de la situación o fenómeno que hemos investigado. No se trata de pelear contra este, sino de generar opciones para las audiencias y los actores involucrados, de modo que puedan mejorar su actuación y así disminuir o desaparecer el problema. Al mejorar nuestra comprensión de la sociedad, la investigación se convierte en una guía para la comprensión de nosotros mismos. Pero, ante todo, nos permite mejorar el mundo que habitamos.
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