
La genialidad humana en el cine es algo que la IA no puede replicar, afirman académicos
Por: Pamela Pérez y Dana Hernández
El uso de la inteligencia artificial (IA) en la realización de películas ha generado un amplio debate en la industria cinematográfica. Aunque la tecnología ha demostrado ser una herramienta poderosa en la producción audiovisual, cineastas y expertos sostienen que la creatividad, originalidad y genialidad del cine siguen siendo intrínsecamente humanas.
Juan Manuel González, director del Departamento de Cine de la Universidad de Monterrey y fundador del Festival de Cine de Monterrey, dice que la diferencia está en que la inteligencia artificial sólo puede partir de lo que ya existe, mientras que, hasta hoy, sólo la inteligencia humana es capaz de crear lo que no existe.
«Las herramientas de inteligencia artificial sólo hacen lo que se les ordena. La creatividad es algo que surge de la mente humana y la tecnología no puede replicarlo», afirma el cineasta, cuyo último cortometraje, llamado Alivios, del cual es director y guionista, fue elegido para ser parte de la Selección Oficial en Competencia del Busan International Short Film Festival, en Corea del Sur, un evento mundial que es precalificador para los premios Oscar.
González sostiene que la inteligencia artificial ya toma decisiones narrativas, de dirección, fotográficas y estéticas en el cine, pero recuerda que sigue necesitando que haya un humano que le dé sentido a las propuestas o resultados que genera.
Hasta hoy, añade, la inteligencia artificial tiene que alimentarse de algo que ya está escrito o hecho. “Así que, si queremos seguir haciendo cosas originales, tenemos que seguir pensando como humanos. Sólo nosotros podemos tener ese golpe de genio que la inteligencia artificial hoy no puede tener”.
Uno de los casos recientes que reavivó la discusión sobre el papel de la IA en el cine fue El Brutalista, película dirigida por Brady Corbet y protagonizada por Adrien Brody. La cinta, nominada al Oscar en varias categorías, generó controversia por el uso de la inteligencia artificial para mejorar el acento húngaro de Brody y Felicity Jones.

«Si un actor usa IA para mejorar su acento, ¿estamos premiando su actuación o el trabajo de la IA?», cuestionaron algunos críticos tras la victoria de Brody en la categoría de Mejor Actor. No obstante, otros defienden que la IA es solo una herramienta complementaria, similar al maquillaje o a la edición de sonido.
González enfatiza en que uno de los mayores temores en la industria es la pérdida de empleos debido a la automatización. «El reto para los cineastas es ser más astutos y encontrar formas de seguir innovando».
Películas como Star Wars, Avatar y The Irishman ya han utilizado IA para rejuvenecer actores, generar entornos digitales y mejorar efectos especiales. Sin embargo, la preocupación radica en que la IA pueda eventualmente sustituir guionistas, editores y otros profesionales del cine.
Estos temores fueron puestos de manifiesto en el 2023 cuando guionistas y actores de Hollywood entraron en una huelga histórica que se extendió de abril a septiembre para los primeros y de julio a noviembre para los actores en reclamo por una protección frente a la posibilidad de que sus trabajos fueran reemplazados por réplicas digitales generadas por la inteligencia artificial o que sus imágenes fueran manipuladas sin permiso mediante el uso de estas tecnologías.

González, sin embargo, no cree que el uso de la inteligencia artificial para la elaboración de guiones que sean exitosos pueda funcionar. “Si generalizamos la producción de guiones con inteligencia artificial, van a ser todos iguales. A lo mejor va a servir para las películas que salen como en maquiladora, pero el trabajo artístico no puede desaparecer. Hay un cierto número de historias, pero solo yo, como humano, puedo imaginar una nueva manera de utilizarlas”.
Daniel Ulloa, especialista en diseño sonoro cinematográfico y profesor del Departamento de Cine de la Universidad de Monterrey, concuerda con González en que, por lo menos hasta el día de hoy, el trabajo de la inteligencia artificial depende de la creatividad humana, de que las personas estén generando datos y alimentando a la IA con ellos, que son los que finalmente la guían en lo que hace, por lo que la tecnología no es dueña de un estilo propio y sus resultados dependen de lo que el humano le ordene hacer.
Con respecto al uso de la inteligencia artificial en la realización de algunas películas, Ulloa dice que muchas de estas tecnologías ya se han venido usando no sólo en efectos visuales, sino también en efectos sonoros y que muchas de ellas ya rebasaron lo que el ojo y el oído pueden detectar.
“En algunos casos sobran efectos hiperrealistas. Más bien, la cuestión es cómo hacer para que la utilización de los efectos visuales y sonoros sea beneficiosa para la película y contribuya a la verosimilitud de la historia”, dice el experto en sonido.
Para Ulloa, el uso de la inteligencia artificial en algunos aspectos de una película no es algo necesariamente condenable. De hecho, recuerda, esto ya ha pasado en años recientes y con algunas cintas exitosas.
“Los espectadores le damos un sentido a las películas que vemos debido a la sumatoria de una multitud de elementos que las constituyen. Si el director concibe un producto cinematográfico que conecta y hace creíbles las palabras, imágenes, sonidos, simbolismos y subtextos de manera exitosa, es posible que pasemos por alto algún actor que fue generado con inteligencia artificial”, afirma Ulloa.
Juan Manuel González asegura que hay cosas que la inteligencia artificial puede hacer mejor que las personas, como rescatar películas antiguas para su preservación, por lo que está de acuerdo en saber aprovechar estas tecnologías para la solución de ciertos problemas, pero siempre bajo la supervisión de un humano.
A pesar del debate reciente que se ha generado por El Brutalista, Ulloa dice que la inteligencia artificial hará que el cine sea más accesible para casas productoras pequeñas y creadores independientes, acortando la brecha con los grandes estudios cinematográficos.
González, por su parte, afirma que el futuro del cine no está en manos de la IA, sino en los cineastas. «Debemos recordar siempre que esta tecnología va a llegar hasta donde la dejemos llegar. Nosotros creamos la IA; tenemos que ser más inteligentes que ella».
Una cinta premiada
El Brutalista, una cinta que generó polémica por el uso de un software de inteligencia artificial para mejorar el acento húngaro de sus protagonistas, estuvo nominada a los premios Oscar en las siguientes 10 categorías:
- Mejor película
- Mejor dirección (Brady Corbet)
- Mejor actor principal (Adrien Brody) – Ganador
- Mejor actor de reparto (Guy Pearce)
- Mejor actriz de reparto (Felicity Jones)
- Mejor guión original (Brady Corbet, Mona Fastvold)
- Mejor montaje (Dávid Jancsó)
- Mejor fotografía (Lol Crawley) – Ganador
- Mejor banda sonora (Daniel Blumberg) – Ganador
- Mejor diseño de producción (Judy Becker, Patricia Cuccia)
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