Image Not Found
A pesar del avance de las tecnologías y de lo útil que han resultado para las personas, la inteligencia artificial no podrá reemplazar las interacciones humanas. Foto: Shutterstock

¿Acabará la IA con la amistad humana?


Por:  Regina Garza y Sofía Martín

Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Meta Platforms, prevé un futuro en el que los chatbots equipados con inteligencia artificial (IA) puedan ser un soporte emocional para las personas, desempeñando el papel de ‘amigos’, que prestan atención, son empáticos, saben escuchar y pueden interactuar en el momento en el que se les necesita.

El empresario sostiene que la IA evolucionará para responder a las necesidades y vacíos emocionales de las personas, para quienes será de gran ayuda, pues afirma que el ritmo de vida y la complejidad de los vínculos humanos a veces dificultan las relaciones de amistad. Por ejemplo, dijo, el estadounidense promedio cuenta con menos de tres amigos cercanos, cuando realmente quisiera tener alrededor de 15, algo que los chatbots podrán suplir.

Zuckerberg, dueño de las redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp, también ha apostado por el mundo de la realidad virtual y ha hecho millonarias inversiones en desarrollo de inteligencia artificial y en tecnologías para crear su metaverso, un universo digital en donde los usuarios pueden interactuar con personas y objetos, pueden socializar, establecer relaciones, trabajar, viajar, jugar, y realizar fiestas y reuniones, entre muchas otras cosas más, como si lo hicieran en el mundo real, solo que por medio de un avatar y visores de realidad virtual.

Este metaverso, que cambiará la forma en la que las personas interactúan, es un mundo paralelo en el que los usuarios podrán crear también nuevas amistades, además de los chatbots inteligentes que Zuckerberg asegura que podrán ser los nuevos amigos que muchas personas necesitan.

Frente a esta visión y una realidad que muestra el avance constante de la IA en la vida de las personas, pues actualmente ya muchos la utilizan como su psicóloga, por cuestión de costos, conveniencia, facilidad o privacidad, hay quienes se preguntan si la creciente dependencia de esta tecnología podría poner en riesgo la esencia de las relaciones humanas auténticas.

Rixio Portillo Ríos, profesor en el Departamento de Cine y Comunicación de la Universidad de Monterrey (UDEM), dice que las relaciones humanas jamás podrán ser reemplazadas por la inteligencia artificial y que la soledad que puede sentir una persona es un tema muy complejo que no solo tiene que ver con el simple acompañamiento de una máquina o tecnología inteligente.

“La presencia física siempre será necesaria. Biológicamente, el ser humano está creado para vivir en sociedad y en comunidad. Además, una máquina inteligente no es la solución porque una persona puede estar rodeada de equipos e intermediaciones técnicas y sentirse sola o, al contrario, estar rodeada de personas y experimentar una profunda soledad”, afirma el especialista en comunicación interpersonal e intercultural.

Para Portillo, la mejor alternativa siempre será un equilibrio en la vida personal y social, con momentos de individualidad necesarios, pero también con personas y objetos que puedan entrar en la cotidianidad de la vida diaria.

La IA, dice el especialista, es una herramienta creada por el hombre para su servicio, no para suplantarlo, por lo que debe usarse como una ayuda complementaria para la realización de acciones concretas.

“Dado que las relaciones interpersonales siempre tienen un grado de incertidumbre, de conocimiento recíproco y de empatía, un escenario con absoluta digitalización, tal como se está planteando, iría en contra del mismo ser humano, que va a necesitar siempre de lo real, lo físico y lo tangible”, añade Portillo.

Ya hay personas, en determinados contextos profesionales, afirma el experto, que interactúan más con la inteligencia artificial que con humanos; pero, al ser la tecnología el resultado de un desarrollo del hombre, las implicaciones sociales de interacción entre personas seguirán dándose necesariamente.

“A nivel emocional, la interacción con chatbots inteligentes podría generar una burbuja de información auto satisfactoria de caprichos, con datos y respuestas a la medida que terminaría por desviar la realidad”, afirma el experto, por lo que sugiere pensar en los riesgos que una relación de esta clase tendría para las relaciones humanas.

Una ventaja, dice, es que ahora las relaciones sociales están influenciadas por la tecnología y mediatizadas por lo digital. “Estos escenarios son sólo extensiones de nuestra realidad física, y en las nuevas generaciones ya no implica un divorcio. Entonces, el límite lo pone la misma persona. Hay alumnos que en mis clases han dicho que hacen ‘detox’ de aplicaciones digitales porque necesitan que prive lo social y lo humano en sus relaciones”.

Igual tendrá que suceder con la inteligencia artificial que se presente como una herramienta capaz de acompañar e incluso consolar emocionalmente, las personas tendrán que saber poner el límite, afirma, para lo cual será necesario la alfabetización del usuario, educarlo para que sea consciente de las implicaciones del uso de estas tecnologías, las formas, los métodos y lo que se hace con ellas, para que las use con conciencia crítica, responsabilidad y un comportamiento digital ético.

Portillo advierte que aunque los asistentes virtuales puedan ser capaces de simular amistad y evitar algunas carencias emocionales en ciertos contextos, no podrán reemplazar las interacciones humanas, ya que las relaciones auténticas se basan en la reciprocidad, la vulnerabilidad, el tiempo compartido y la capacidad de conectar con el otro, que son elementos que difícilmente pueden ser replicados por un sistema artificial, sin importar qué tan avanzado esté.

Con el objetivo de motivar la participación ciudadana y para garantizar un tratamiento informativo adecuado frente a los contenidos presentados, los invitamos a escribir a agencia2@udem.edu en caso de dudas, aclaraciones, rectificaciones o comentarios.

Scroll al inicio