Al país le haría mucho bien escuchar todas sus historias, pues cada región cuenta su versión y no se puede avanzar como nación si se cuenta solo una versión centralizada de una historia, manifestó Sofía Segovia, novelista regiomontana, quién encabezó el segundo bloque de conferencias en el evento ¿A poco existe la literatura regiomontana? organizado por el grupo estudiantil Punto y Coma.
La autora de El murmullo de las abejas, señaló que uno de los principales problemas a los que se enfrentó después de terminar la novela fue convencer a los editores que en Monterrey suceden muchas cosas y se tiene mucho que decir, pues a demás de abordar temas regionales invitaban al lector a visitar nuevos lugares.
“Eso que me habían dicho de que mi novela era muy regional, era cierto, pero logró cruzar todas las fronteras porque a la gente en otros lugares no les espanta que sea regional, aquí es una autoestima que falta, no nada más aquí en Monterrey sino a nivel nacional” dijo Segovia.
Desde niña sabía que deseaba escribir pero aún no sabía como se llamaba, durante la carrera quize ser editorialista pero me di cuenta que no tenía la disciplina de un periodista para atenerse a la realidad; no fue hasta 1999 cuando me cuestioné sobre como no había hecho algo que me apretara la tripa, manifestó.
Señaló que hubo tres golpes de suerte que marcaron su trayectoria como novelista: el primero fue conocer a Felipe Montes en un taller de creación literaria; el segundo que le publicaran su novela olvidada, Noche de Huracán en CONARTE; y la tercera que buscaran lo que ofrecía, como sucedió con su última novela.
Durante su ponencia la ex alumna de la carrera de Ciencias de la Información y Comunicación (LCIC) de la UDEM hizo un llamado a los jovenes creadores para no darse por vencidos por miedo al fracaso o rechazo, así mismo enfatizó en la importancia de seguir soñando y tumbando puertas cerradas porque no hace daño escuchar, saber y leer lo diferente que son los regiomontanos en su literatura.
Para finalizar con la serie de conferencias se contó con la participación del poeta regiomontano
José Eugenio “Chepe” Sánchez, quién amenizó la noche al interpretar un performance de poesía titulado So Fucking Poetic Panchormance, donde compiló varios de sus poemas entre ellos: El asalto a las putas, Escenas sagradas del oriente, Freedom Fries, y El Increíble mundo de las máquinas.
Para cerrar con broche de oro, entre una actuación juguetona y carcajadas del público, el poeta recitó Noche de Estreno y La felicidad es una pistola caliente, poemas que sirvieron de aperitivo antes de proceder a la cena acompañada con anuncios y logros del grupo Punto y Coma.