Mientras los Jonas Brothers regresan, las temperaturas cada vez son más extremas; Madonna y Maluma hacen dueto, al mismo tiempo en el que se reducen los bosques y la vegetación. Por eso no es sorpresa que el monto necesario para reparar una catedral que se incendió logró reunirse en tres días, pero la décima parte de los recursos necesarios para minimizar el cambio climático no se ha conseguido en más de 100 años. El mundo se consume poco a poco y parece que no nos damos cuenta.
Una de las características del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es su nostalgia, especialmente por los combustibles fósiles. Esto se ve reflejado en la asignación de recursos públicos para la construcción de refinerías y la reducción de presupuesto a la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Como consecuencia, dos comisionados de este organismo, Marcelino Madrigal y Monserrat Ramiro, anunciaron su salida, para sumarse a Jesús Serrano y Neus Peniche, quienes brincaron el año pasado.
A partir de esto, el Ejecutivo propuso cuatro ternas para las vacantes; sin embargo, el Senado reconoció que no eran aptos después de la entrevista que se les hizo y fueron rechazados. Pero el Presidente ignoró el mensaje del Legislativo: no cambió ni un ápice de las ternas y a la CRE no le quedó de otra más que aceptar, incluso cuando la entrevista, que se les realizó nuevamente, demostró que no eran perfiles aptos para estos puestos.
Según Forbes, Guillermo Zúñiga, otro comisionado de la CRE decidió renunciar al organismo tras el ingreso de los nuevos integrantes, lo que dejó una nueva vacante dentro de un circo que parece no tener fin.
“Los comisionados de la CRE nombrados por el Poder Ejecutivo son mayoría y hacen que esta comisión independiente ya no sea tan independiente, ese es el resultado”, afirmó en entrevista el Dr. Alejandro Gutiérrez Ortíz, catedrático de la Universidad de Monterrey (UDEM).
En las comparecencias realizadas, se reflejó la manera de pensar y las prioridades que tienen los ahora comisionados impuestos por AMLO. Minimizar el efecto del dióxido de carbono en el cambio climático y decir que tenemos que apropiarnos de la naturaleza y, si es necesario, destruirla con el fin de satisfacer nuestras necesidades básicas, de acuerdo con la Investigadora Norma Leticia Campos que destacó.
¿QUIÉN LLORA MÁS DESPUÉS DE ESTO, LA LLORONA O MÉXICO?
Por el momento es La Llorona, aunque si las cosas siguen a donde se prevén que van, muy pronto será México el que se ahogue en sus lágrimas con peor calidad del aire de la que ya estamos acostumbrados, con temperaturas tan extremas al punto de que se vive un año entero en tan sólo 24 horas. Y claro que no pueden faltar todas las especies de animales y de plantas que mueren tras la modificación de sus ecosistemas por esta gran tragedia.
Aunque suene absurdo, la CRE tiene mucha influencia en esto. Puede que su papel parezca simple, pues se trata de tomar decisiones. Pero no lo es. Estas decisiones involucran desertificación, alteración de los ecosistemas, pérdida de especies, promoción de la competencia en el sector energético, e incluso los efectos del cambio climático sobre la salud humana.
UNA VOCAL VALE MUCHO, CUANDO TODOS LOS DEMÁS CALLAN
Los gases de efecto invernadero provocan que el cambio climático afecte cada vez más a todas las especies, y el último reporte de la ONU indica que los niveles están por alcanzar los límites establecidos en el acuerdo de París de 2015.
Las emisiones de dióxido de carbono aumentan y las acciones ante esto son lentas. De seguir así, para finales del siglo tendremos un mundo con 3.2 grados adicionales, lo que provocará graves efectos para la salud humana, las economías globales y un aumento extremo del nivel del mar, sólo por mencionar algunas.
El hecho de que al menos una comisionada tenga la idea de que se tiene que destruir la naturaleza para la supervivencia humana y que los niveles de dióxido de carbono no son alarmantes, resulta decepcionante y preocupante, puesto que se encuentra en una posición muy alta e influyente.
Resulta absurdo siquiera el que piense regresar a los combustibles fósiles después de que la ONU advirtiera que no habrá un punto de retorno si no se toman acciones eficaces e inmediatas. Es triste, pues si así piensa ella, ¿cabe la posibilidad de que coincida con ella gran parte de México? A fin de cuentas, es un reflejo de nosotros los ciudadanos, pues aún el no levantar la voz y exigir buenos líderes ya es una acción contraria a lo que necesitamos: gritar, actuar y no dejar de hacerlo. Ya no hay tiempo, ni siquiera para pensar.