El Día de Muertos ha tenido una difusión excesiva en los medios de comunicación, lo cuál ha provocado que sea una problemática para las comunidades purépechas, ya que sus ritos funerarios de esas fechas son interrumpidos por turistas; hay una falta de políticas públicas para regular el turismo durante los rituales, afirmó el maestro purépecha Edgar Alejandre Pérez.
El maestro e investigador habló sobre los ritos funerarios que realiza la comunidad purépecha en el día de muertos, la cual es conocida como “Animeecheri kejsitakua” u “ofrenda a las ánimas”.
La celebración del día de muertos es diferente en cada parte de México, ya que depende mucho en qué lugar se está realizando y señaló que el nombre de la celebración cambia, como es en el caso que en la comunidad purépecha, en donde el Día de Muertos se conoce como “ofrenda a las ánimas”.
Incluso la misma cultura purépecha tiene diferentes regiones y cada una tiene su propia identidad en cuestión a sus ritos funerarios y otros elementos culturales.
El maestro comentó que cuando fallece una persona lo que se hace es anunciar en la comunidad mediante las campanadas de la Iglesia, y así los habitantes se dan cuenta que hay alguien que falleció; a esto se le conoce como “tocar las campanadas del difunto”.
“Las mariposas se cree que son los familiares, las ánimas que ya vienen y están anunciando su regreso para el Animeecheri kejsitakua” añadió.
Además, se dan corundas para acompañar al plato principal del funeral, el pescado enchilado rojo, muy típico de ciertas regiones purépechas, que únicamente se prepara cuando alguien muere o en los días santos (jueves y viernes santo, por ejemplo), explicó.
En su conclusión resaltó que los padrinos juegan un rol muy importante en los funerales, ya que, después de que la familia del difunto les anuncia sobre el fallecimiento, los padrinos de boda, bautizo, confirmación, toman la responsabilidad de aportar ciertos elementos importantes a la celebración del rito funerario. Y en caso de que también el padrino haya fallecido, esta responsabilidad es adquirida por la familia (hijos, nietos) de quien era el padrino, por lo que es algo que pasa de una generación a otra.