Arte creado por IA no puede ser objeto de derechos de autor
Por: Guillermo Cuadros
En un juicio entre el dueño de la plataforma de Inteligencia Artificial llamada DABUS, Stephen Thaler y la oficina de derechos de autor de los Estados Unidos, Beryl Howell, jueza federal, declaró que las piezas generadas por esta tecnología generativa no pueden ser sujetas a derechos de autor.
Esta es la tercera vez que Stephen Thaler intenta conseguir derechos para la pieza llamada A Recent Entrance to Paradise, la cual el programa de IA, DABUS, generó autónomamente en 2012.
Thaler argumenta que se llevó a cabo el mismo proceso de creación de arte que en los humanos y, que por ende, la oficina de derechos de autor se debería actualizar y permitir que en casos como estos se otorguen los derechos. Thaler quiere que los derechos de autor recaigan en él, con el argumento de que DABUS generó la imagen, y él como dueño del programa, se los merece.
“La oficina se niega a registrar una reclamación de derechos si se determina que un humano no creó la pieza” aseguró Howell. Y aunque es correcto que con el tiempo la oficina se ha adaptado a los cambios, “los derechos de autor nunca se han estirado a cubrir obras creadas por nuevas tecnologías ausentes en el involucramiento del humano”.
Un gran ejemplo de esto es la fotografía. Gracias a la invención de las cámaras, ahora se puede directamente capturar una foto, pero aún se ocupa de un humano para tomar la foto. Que decida cual es el enfoque, que aparece en cuadro y que no, de qué ángulo. La fotografía es la invención intelectual del autor y por ende, se le puede dar la etiqueta de autoría, añadió Howell durante el juicio.
Justo este mismo año hubo un caso relacionado, en donde Kris Kashtanova, autora de la novela gráfica “Zarya by Dawn” recibió los derechos de autor de solo los textos de la novela, pero no de las ilustraciones, porque fueron generadas con Midjourney, un programa de generación de imágenes con IA artificial. La oficina de derechos declaró que la autora no jugó un papel clave en el proceso de la generación de imagen y, que por ende, no se le podían otorgar los derechos de las ilustraciones.
Los expertos de inteligencia artificial Yayoi Shionoiri, Sarah Conley Odenkirk, y Megan Noh comentaron acerca de este caso en su artículo Out of Touch: How Much AI is Too Much (from a Copyright Perspective), publicado en The Brooklyn Rail. “El registro de trabajos asistidos por IA continúan presentando nuevos retos que necesitan análisis de caso por caso”.
Consideran que estamos en un punto crítico donde los artistas tienen que reflexionar lo que significa usar el IA como una herramienta, y más cuando hay una polémica fuerte por cómo estos programas utilizan otras obras para generar sus imágenes. Pero por el otro lado, también teorizan que la oficina de derechos de autor tal vez tenga que, en el futuro, reconsiderar sus reglamentos sobre a lo que se le denomina y otorga autoría humana.
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