Entre flores y recuerdos: San Pedro conmemora el Día de Muertos en la Calle Jiménez
Por: Mario de la Fuente
“La tradición se vive en la ciudad con un colorido mercado a un costado del panteón, en donde la comunidad se une para honrar a los que ya no están.”
El aroma a cempasúchil, el olor a comida tradicional y la música se mezclan en el aire de la calle Jimenez, en donde la comunidad se congrega para celebrar el Día de Muertos, una de las tradiciones más emotivas y arraigadas en los mexicanos.
Desde las primeras horas de la mañana, habitantes del municipio de San Pedro y de otras partes del estado, acompañados por familiares y amigos, comienzan a llegar a los tres panteones: Panteón municipal Antiguo, Panteón Municipal San Pedro Garza García y a Valle de la Paz. La calle Av. José Mariano Jiménez, adyacente a estos se transforma en un vibrante mercado temporal, en donde se cierra el tráfico de automóviles para darle paso a comerciantes y visitantes del panteón a celebrar esta festividad.
Los puestos de venta atendidos por comerciantes de la región, ofrecen desde los tradicionales panes de muerto, dulces típicos, tamales, champurrado, hasta arreglos florales complicados dominados por el naranja intenso del cempasúchil, la flor de los muertos. Los visitantes, seleccionan cuidadosamente los elementos para adornar las tumbas de sus seres queridos.
“El día de muertos es una fecha muy importante sentimentalmente porque es el recuerdo de los finados, se les recuerda y uno también tiene su momento de reflexión ya que es un camino que todos vamos a seguir.” Comenta Don José Delgadilllo, vendedor de nueces y dulces regionales proveniente del municipio de Rayones Nuevo León cuya familia ha participado en años anteriores en este evento. “El comercio de calle es una esperanza, ya que no tenemos nada seguro y espero que a todos los vendedores del evento nos vaya bien y que los asistentes pasen un buen rato y disfruten de nuestros productos.” Añadió.
Las administraciones de los tres panteones, en conjunto con las autoridades locales, implementaron medidas para garantizar la seguridad y el orden en medio de las grandes cantidades de personas en el evento. “Nos encargamos de vigilar que se cumplan los criterios de seguridad del evento, involucrando a protección civil, secretaría de salud, y trámites propios del municipio como inspecciones y permisos” comentó Angel Guzman, director del comité de organización del Panteón Valle de la Paz.
Los oficiales de tránsito, policías y protección civil patrullan la zona, asegurando que el flujo peatonal se mantenga fluido y que las medidas de seguridad y sanitarias se respeten, siempre con la importancia presente de preservar la salud sin descuidar las tradiciones. “Nada de prisa, tómense su tiempo para aprovechar todos los puestos de comida y disfrutar todo el evento en familia y con sus seres queridos honrando a sus antepasados” agregó Carlos Romero, oficial de tránsito y encargado seguridad vial.
Las melodías de canciones tradicionales mexicanas se elevan encima de los murmullos de las oraciones y conversaciones de los asistentes, uniendo a los vivos con sus familiares difuntos en una armonía que trasciende el tiempo y el espacio.
El Día de Muertos en la calle Jiménez no solo es una feria de colores y sabores; es un testimonio de la fortaleza cultural de las tradiciones y de su gente, que cada año renueva su compromiso con las raíces y los recuerdos que definen nuestra identidad.
Conforme avanza el día, las historias de los seres queridos se comparten, las risas y lágrimas se entrelazan, y la comunidad reafirma que aunque aquellos seres queridos que amamos puedan haber partido, en días como hoy, están más cerca que nunca.
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