En el parque natural La Huasteca se respiró energía, comida orgánica y música sanadora como parte de la segunda edición del Yagé Fest, un evento que buscó reunió a diferentes emprendedores sociales que buscaron ofertar bienestar humano el viernes 29 de mayo.
Daniel Domínguez Roca, organizador del festival dijo que salud, cultura y naturaleza fueron los tres ingredientes principales para la realización de Yagé Fest, el cual contó con diversas formas de expresiones culturales al tiempo que promovió la alimentación naturista.
La iniciativa surge por un «despertar» sobre la alimentación, ya que después de un tratamiento de tres meses con alimentación orgánica se inspiró a construir una aldea comunitaria en donde Yagé abre sus puertas a todo lo que involucre el bienestar humano.
«Se me hizo más interesante invertir en este proyecto que es en donde la gente puede venir a hospedarse y si traes cáncer, diabetes o lo que sea. Vienes, te quedas aquí tres meses y sales curado porque vas a estar haciendo meditación, yoga, alimentándote bien; puros nutrientes, cero toxinas”, dijo Domínguez Roca.
Alimentos que sanan
Los primeros en llegar a la cocina colectiva de Yagé fueron “Pachamama”, quienes ofrecieron a los asistentes una degustación de platillos veganos como tacos de huitlacoche con verduras, barbacoa de setas y hamburguesas de hongo portobello acompañado de un dulce té de hierbas finas.
Los siguientes actores culinarios, Vexicano, arribaron a media tarde con todos sus ingredientes orgánicos sin químicos ni alteraciones.
Los restaurantes veganos han tenido un auge en los últimos tres años y Vexicano ha crecido rápidamente en tan sólo dos meses de abrir sus puertas.
«Vexicano es un restaurante crudivegano que inició con la visión de compartir salud a la gente ya que todo mundo te vende comida, en todos lados puedes conseguir alimento más no realmente que nutra, que sane, que nos lleve a trascender en nuestra salud», dijo su creador Gabriel Jara
Jara explicó que al igual que Yagé, Vexicano comienza con la idea de compartir salud a la gente por lo cual no sólo es un restaurante, sino también una página web donde se venden productos orgánicos y artesanales, además de un colectivo de músicos donde se difunde la música conciencia o música medicina.
La colaboración de Vexicano al festival consistió en proveer de los alimentos así como de amenizar el evento con la música del colectivo con sonidos de percusión.
Marcando el ritmo
La música es una parte vital para formar el ambiente en este tipo de festivales y por ello, músicos como Rogelio «Roy» Galván Salas, Carlos Andrés Díaz Garza, Mario Cesar «Zuro» Amaya y el colectivo de músicos de Vexicano unieron percusiones, cuerdas y gargantas para amenizar el evento.
Galván construyó congas con su padre y ahora es uno de los percusionistas que busca impulsar nuevas ideas y propuestas en colaboración con otros músicos del medio.
“Creo que la cultura en sus manifestaciones o ámbitos tiene cavidad en cualquier espacio, sobre todo porque pues es un contenido universal y a través de las percusiones, he tenido la oportunidad de trascender sobre muchas generaciones.»
Amaya, conocido como “Zuro” es la voz de este conjunto. Su apodo viene del nombre artístico que él ha adoptado “Zurodvani”, el cuál significa sonido más sutil fortificado.
“Mi música no te habla de un amor romántico ni un amor de dos personas, sino de un amor colecto, un amor universal cuyo tema central no es la sexualidad; mi cosmovisión del amor es otra”, explicó el cantante.
Díaz Garza, quien se hace llamar “Carlos Mundalah”, maneja un proyecto por su cuenta que se hace llamar Epifanía, basado en el autoconocimiento, la búsqueda interna pero usando la música como una herramienta para poder experimentar la vida con las sensaciones sonoras para poder tener un entendimiento o realizaciones.
“Cuando me adentré al mundo prehispánico me di cuenta que hay una similitud en la presentación de símbolos para muchos conceptos que son principios universales, y creo en eso, en volver a la búsqueda de quiénes éramos”, compartió Mundalah.
Construyendo al natural
Con una técnica que utiliza materiales naturales para cimentar viviendas, edificios, Elizabeth Coral Fernández compartió sus conocimientos sobre herramientas de control medioambiental y arquitectura sostenible buscando crear un mundo autosustentable y en contacto con la naturaleza.
«He experimentado con varias formas de arquitectura en donde es la convencional y la tradicionalista y siempre deja muchas cuestiones al aire. Me llamaba mucho que no completaba los ciclos de la naturaleza, no terminaba de estar en armonía y lo que me inspiraba, me motivaba a seguir este camino es una manera de ser libres, autosuficientes».
Preocupada por la contaminación y el desequilibrio ambiental, dijo que si se conocen bien los ciclos de la naturaleza, cómo funcionan, entonces se podrá tener, por ejemplo, un sistema de riego más eficiente y un sistema de terrazas que actúe en conjunto con el medio ambiente.
Como parte de la dinámica, invitó a los asistentes a participar en la prueba para elaborar una mezcla de adobe para la construcción de viviendas al tiempo que explicó sobre la amplia gama de beneficios que tiene este material a base de tierra, arcilla, arena, paja y agua.
Acroyoga para el equilibrio
Dany Garza fundadora y directora de Sutra Yoga, impartió un pequeño curso sobre el acroyoga, una variación de esta disciplina con elementos acrobáticos que se realiza en parejas en diferentes posiciones, apoyándose mutuamente.
“Hago yoga desde chiquita, era una persona muy emocional, corajuda y tenía muchísima pila para todo y el yoga me hizo sanar, asentar y llevar todas estas emociones a una calma, como a estabilizarme, a tranquilizarme, a darme paz.”
Fonoterapia y energía
En un acto colaborativo, Michelle Aguilera del taller de Reiki y el artista conocido como “Pájaro” juntaron las manos y con el instrumento diyeridú dieron varias sesiones de fonoterapia.
El músico explicó que el diyeridú es un instrumento aborigen australiano creado a partir de troncos y arbustos gruesos y se tienen diferentes procesos para sellar y barnizar. }
Soltar los labios y entrenar con diferentes vocablos es muy importante para poder ampliar la gama de sonidos que se emiten, dijo.
Mientras las vibraciones se difundían entre los asistentes, Aguilera pasó con cada uno a aplicarles el reiki, colocando sus manos en las partes del cuerpo donde supuestamente se concentran las energías.
A pesar de la fuerte lluvia que se presentó a las 18:00 horas, las buenas vibraciones se dejaran de compartir, haciendo del evento más que una simple fiesta: una celebración de la naturaleza.