Todos sabemos que el cabello es muy importante para las mujeres, pero ¿qué harías si te lo cortan para una buena causa?
Andrea Díaz, junto con Eugenia Garza, decidió hacer que el sueño de muchos niños con cáncer se haga realidad.
Todo comenzó en el 2011, cuando estas dos amigas decidieron organizar una donación de trenzas en la UDEM, incluyendo la prepa USP y el campus. Trenzando Sonrisas fue creado para ayudar a los niños con cáncer y se donaron alrededor de 400 trenzas durante las campañas hechas en la universidad.
“Nuestra motivación fue que queríamos ayudar a los niños con cáncer, pero como éramos muy jóvenes para tener el capital para ir a donar monetariamente, surgió la idea de hacer pelucas de cabello natural,” nos contó Andy.
Ella vio que todas las niñas de la UDEM se veían motivadas a donar porque lo hacían, y hacen, por una buena causa. Y, aunque los niños tienen el cabello muy corto para crear pelucas, muchos hombres decidieron raparse para solidarizarse con la causa. “El cabello de los hombres es mandado a asociaciones de petróleo para que este pueda ser absorbido de los océanos.”
Como esta campaña social se hizo viral en la universidad, Televisa Monterrey asistió a documentar este suceso en el año 2012. Ellos grabaron todo el proceso de la donación de las trenzas y además le otorgaron a la ahora estudiante de nutrición un CD con el reportaje hecho.
Actualmente, Andy sigue recibiendo trenzas para que sean mandadas a las asociaciones para la creación de pelucas y nos comentó que quiere expandir este proyecto a hacerlo una empresa social que sea beneficiosa tanto para los padres de familia como para los niños.
Como podemos darnos cuenta, hay muchas maneras de ayudar a las personas que más lo necesitan, no solo con dinero. Andy encontró esto e hizo de algo tan sencillo, como cortarse el cabello, sea de gran ayuda para los demás.
“Esto es algo que desprendes de ti y das de corazón,” agrego Andy, cuando nos confesó que ella ha donado su cabello varias veces.
Además de la carga de trabajo que pide la universidad, ella encontró la manera de poder ayudar. Pidiendo ayuda a la UDEM, hablando con personas para colaborar y asistiendo a asociaciones de donación de cabello es como Andy pudo lograr este gran acontecimiento que sigue en pie y próximamente tendrá un impacto social mucho más grande.