Pocos poetas tuvieron el impacto universal durante el siglo XX que tuvo el chileno Nicanor Parra. Durante sus 103 años de vida, recién llegados a su fin el pasado martes 23 de enero mientras se encontraba trabajando en una traducción de Hamlet, publicó una extensa obra, sobre todo en el género lírico.
El maestro de la Universidad de Monterrey Julio Mejía, quien imparte el Taller de Poesía en la carrera de Letras, explicó en una entrevista para la Agencia Informativa qué hace tan importante a Nicanor Parra, así como su peculiar personaje.
¿Por qué se le considera a Parra un antipoeta?
Con su segunda obra, titulada “Poemas y antipoemas”, el autor chileno inauguró una nueva forma de hacer poesía y no solo en la literatura de Hispanoamérica, sino universal. Sin embargo, su antipoesía no se opone a la poesía en sí, más bien va en contra de lo que es considerado convencionalmente como poesía.
“Hay que recordar que entonces la figura poética latinoamericana por excelencia era Pablo Neruda, quien escribe grandes cantos: El Canto General, una obra inmensa. Y Nicanor Parra escribe poemas breves, con sentido del humor, que hacen referencias al habla coloquial, en ese sentido, habría que entender la antipoesía como la oposición a los ideales que se tenían de poesía en aquellos tiempos”, señaló Mejía.
La oposición hacia la convencionalidad poética se dio tanto en los temas plasmados en los versos como en la forma de los mismos. Si bien no rompe con el verso medido y rimado, éste se caracteriza por un lenguaje coloquial, cotidiano, donde se encuentran el sufrimiento y las alegrías del hombre común y corriente.
¿Por qué Parra es tan importante para la literatura hispanoamericana del siglo XX?
Además de la influencia que ejerció sobre autores como Roberto Bolaño, amigo suyo y también de origen chileno, el mexicano Mario Santiago Papasquiaro e incluso autores no hispanos como Allen Ginsberg, Nicanor Parra tuvo un gran impacto porque fue el primero en escuchar el habla de las personas comunes y corrientes.
“Consideraba que la antipoesía es lo que se escribe en las servilletas, lo que se dice en la calle. Llegó un punto de su vida en el que dijo que él ya no escribía, que él ya no creaba, que más bien escuchaba lo que decían los niños, la gente común y corriente y nada más lo escribía” dijo Mejía, y añadió que “el crítico norteamericano Harold Bloom dice que no había habido una persona, desde Walt Whitman, con esa sensibilidad de escuchar verdaderamente al pueblo.”
Explicar el contexto social en que surge la poesía de Parra resulta difícil de explicar. Y es que se trataba de una persona altamente crítica, que no se inclinaba ni a la derecha ni a la izquierda política, sino que antes las satirizaba.
La única inquietud propia, que va más allá del hombre común, fue por la ecología, muestra de su preocupación por el mundo y no tanto por discursos ideológicos.
¿Cuáles son las obras clave de Nicanor Parra?
Entre las sugerencias propuestas por el maestro Julio Mejía, se encuentran Poemas y antipoemas como punto de partida, Versos de salón, Ecopoemas y Artefactos visuales e incluso su famoso discurso de Guadalajara -declamado al recibir el Premio Juan Rulfo- que consistió en un poema extenso y no en un simple ensayo.
Existe algo que queda claro después de todo: Nicanor Parra es una figura importante para la sociedad latinoamericana y, de no haberlo hecho previamente, resulta indispensable otorgarle al menos un pequeño espacio a su poesía en nuestro librero. Al ser un poeta enfocado en escuchar más que en escribir lírica con un lenguaje rimbombante, consiste en un autor ameno, cercano a sus lectores y a las preocupaciones cotidianas de todo ser humano.