El sismo que sacudió al centro y sur del país el pasado 19 de septiembre evidenció ante el mundo la solidaridad colectiva característica de los mexicanos. Y fueron los jóvenes, esos mismos a los que se les tacha de apáticos, quienes de inmediato se lanzaron a las calles para apoyar en las labores de rescate. Ellos lograron movilizar a la ciudadanía y demostraron que genuinamente se preocupan por los problemas de carácter público. Demostraron, además, su capacidad de sentir empatía.
A pesar de la existencia de cierta cultura de activismo en esta generación, ¿por qué se le atribuye a los jóvenes un desinterés hacia la política?
DESENCANTO
Samuel Hiram Ramírez Mejía, catedrático de la Universidad de Monterrey, explicó que la rapidez que caracteriza a la vida moderna contrasta con los tiempos lentos de la democracia, lo que produce tensión y hartazgo con mayor facilidad en los jóvenes. La manera de aprender e informarse es muy diferente, por lo tanto, los niveles de exigencia y de expectativa aumentan.
El incremento de libertad de prensa en el país, que ha traído reportajes como La casa blanca y La estafa maestra, así como el flujo de información a través de las redes sociales, han evidenciado numerosos casos de corrupción realizados por la élite política, lo que ha creado una imagen negativa inherente a la política mexicana.
“Las instituciones les han fallado a los jóvenes, no han respondido a sus expectativas y han caído en la corrupción, y esto genera apatía y desencanto entre los jóvenes”, aseguró José Luis Berlanga Santos, maestro de Teoría Política Contemporánea de la UDEM.
Alejandra Martínez del Toro, una joven y colaboradora de Wikipolítica, colectivo que busca ‘recuperar la política para las personas’, señaló que gran parte de la desilusión se debe a la falta de representación, pues las personas que ocupan los cargos públicos no han volteado a ver las necesidades de los jóvenes.
Esta decepción con la política podría explicar la poca participación de los jóvenes en las elecciones, pues se trata del segmento de la población que menos acude a las urnas. De acuerdo a cifras del Instituto Mexicano de la Juventud, sólo el 35 por ciento de los jóvenes registrados en el padrón electoral votan.
Según Berlanga Santos, este segmento de la sociedad podría definir las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, el académico argumentó que es muy baja la probabilidad de que los partidos consigan movilizarlos, pues, hasta la fecha, han mostrado muy poco interés en lograrlo.
PARTICIPACIÓN
Miriam Hinojosa Dieck, consejera de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León, explicó que la participación ciudadana se da de manera selectiva; es decir, una persona se interesa por aquello que le resulta más cercano. En este sentido, los jóvenes, al ver la política como algo lejano, no la perciben como algo suyo, pero si se piensa en la política como una herramienta para buscar el progreso y bienestar de una sociedad, tampoco están tan alejados de esa idea.
“Los jóvenes son los que más tienen que ganar y los que más tienen que perder, es su vida la que va a estar en juego”, indicó Jesús Cantú Escalante, profesor de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Por otro lado, Enrique Sánchez, consultor de campañas electorales, dijo que los jóvenes no marcan la diferencia entre si un candidato gana o pierde las elecciones, porque no están interesados y no se involucran en el proceso.
PUBLICIDAD, IMAGEN Y DISCURSO
Históricamente los candidatos no han logrado establecer un mensaje que les llegue a las nuevas generaciones, al contrario, los repele. Y no hay señales de que en estas elecciones logren atraerlos a través del lenguaje.
Los partidos escogen los temas que más votos pudieran otorgarles, y debido a que los jóvenes tienen un índice de votación muy bajo, prefieren ir por la población que sí vota, señaló Enrique Sanchez.
Cantú Escalante indicó que se necesita cambiar las formas de comunicación: no pensar sólo en televisión, radio, prensa escrita y panorámicos, sino transformar por completo la forma de interactuar con los electores, a fin de tener una comunicación multidireccional que los tome en cuenta.
REDES SOCIALES
Las redes sociales son el medio de comunicación más usado por los jóvenes y son éstas quienes proveerán la comunicación política hacia este grupo, pero parecería que sus bondades están dejándose de lado.
La comunicación con los jóvenes deberá abstenerse de mensajes acartonados y de mentiras. Asimismo, los candidatos tendrán que apostar por las redes sociales y por mensajes concisos, señaló Ramírez Mejía.
A través de las redes sociales, los jóvenes tienen acceso a mayor información sobre los candidatos. Las tecnologías son una gran área de oportunidad; sin embargo, poseen a su vez muchos riesgos, como las fake news.
La tendencia de informarse por redes sociales y no por los medios convencionales representa un riesgo por los pocos elementos críticos y editoriales que abundan en los portales digitales que se encargan de viralizar su contenido.
Las plataformas web y las redes sociales fomentan la difusión de contenido, generan discusiones y debates entre diferentes posturas, pero no trascienden más allá debido a que las tomas de decisiones se dan en otro lado.
El CANDIDATO IDEAL
Enrique Sánchez señaló que los jóvenes se sienten atraídos principalmente por temas de carácter liberal, como matrimonios igualitarios, despenalización de la marihuana, derechos sexuales y reproductivos, disminución de la desigualdad económica y social, entre otros.
Sin embargo, el experto en campañas electorales indicó que no cree que los partidos apuesten por una agenda liberal que ponga en riesgo a la parte conservadora mexicana y que la elección del 2018 se centrará en la corrupción y en la rendición de cuentas.
“Una agenda liberal no te hace ganar en México”, añadió Sánchez.
Reyes González aseveró que el candidato ideal para los jóvenes sería una persona que hable con la verdad, sin utilizar el mismo discurso político envolvente y retórico.
“Yo creo que hay una necesidad muy general en los jóvenes de ser escuchados, alguien que por primera vez en la historia se quede callado y escuche sería revolucionario para nosotros”, agregó Martínez del Toro.
REESTRUCTURACIÓN POLÍTICA
Los especialistas coinciden en que los jóvenes son apáticos hacia la política porque no está construida para ellos. Miriam Hinojosa Dieck sugiere la necesidad de que se reestructure la política y la democracia mexicanas. Los políticos no entienden a los jóvenes, ni los entenderán. Por ende, es menester que ellos mismos construyan nuevos espacios adaptados a sus características y necesidades.
Las causas del rezago político juvenil son multifactoriales; no obstante, la reacción de los jóvenes ante los sismos de septiembre demostraron su compromiso con su comunidad y las próximas elecciones de 2018 presentan una oportunidad de que esa participación se repita, pero la cuestión permanece: ¿participarán los jóvenes una vez más?
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