La tecnología puede complicar o ser una herramienta que resuelva, aseguró Jean Guerrero, director del Centro de Integridad UDEM, sobre la relación que tiene esto con la Integridad Académica.
En el marco del 6to Congreso de Integridad Académica, Guerrero habló sobre la cuarta revolución industrial que vivimos y que impulsa nuevos cambios tecnológicos a los cuales necesitan adaptarse las universidades, docentes y alumnos.
“Una cultura de integridad necesita de un progreso que revise, de directivos y profesores involucrados. No debemos suponer que los estudiantes saben y tienen claro qué hacer, incluso los mismos profesores”, dijo.
La corrupción estudiantil apareció en el 2005, y de ahí comenzaron las preocupaciones por el tema; Jean compartió que es muy importante que los que están cerca del problema, también estén cerca de la solución, como la creación de esquemas o normativas que generen conciencia, que motiven y capaciten, tanto a docentes como alumnos.
Hoy en día hay muchos softwares que ayudan a detectar el plagio, pero de acuerdo al director del Centro de Integridad de la universidad, se debe definir la tecnología que encaja con la estrategia, para después promover su uso y sobre todo enterar a la población estudiantil, profesores y administrativos de su existencia.
La Universidad de Monterrey (UDEM) utiliza un sistema llamado Turn It In, herramienta que ayuda a retroalimentar y permite hacer notas de voz e incluso tablas de rúbricas, para que los mismos alumnos puedan calcular su calificación y corregir los errores antes de subir su tarea.
“La retroalimentación es la parte de modular dentro del proceso de aprendizaje”, señaló Guerrero.
Por último, mencionó los múltiples beneficios del uso de este tipo de herramientas, como el hecho de que los estudiantes de hoy se preocupen por la integridad de su trabajo, que detecten el plagio y puedan corregirlo, para así comprometerse y crear conciencia.