La contingencia ha traído a la luz varias formas de relatar desde la cotidianeidad, en las que el aislamiento es visto como un momento de búsqueda de identidad y reconocimiento, y también en las que el confinamiento es un ambiente de tristeza y soledad.
Valeria Villalobos-Guízar, coordinadora de difusión y prensa de Dharma Books + Publishing, señala que en la pandemia se han reflexionado tres facetas de la literatura y los procesos propios: la experiencial, el diálogo con otras personas o con otro estilo de arte y el aspecto personal al ser una acción realizada en soledad.
Sobre los aspectos literarios que podrían marcarse como tendencias en las obras sobre pandemias son la catarsis, el registro histórico que proviene del término history y la autobiografía, asegura Paulo de la Cruz Alvarado Reyna, Doctor en Estudios Humanísticos y académico de la Universidad de Monterrey.
La catarsis, explica Alvarado Reyna, está presente en proyectos sobre temas de la pandemia que se han lanzado digitalmente para formar lo que parece ser un próximo subgénero literario, y que consisten en un desahogo desde la vivencia propia en el que se pasan por varias fases, iniciando con darse cuenta de la etapa histórica y después entendiendo lo que pasa y cómo se sienten al respecto.
En Monterrey, la editorial Tres Nubes, en conjunto con Antonio Ramos, director de ediciones de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), lanzó la convocatoria Relatos de cuarentena y publicó digitalmente los tomos que llevan el mismo título, ya que coinciden en el interés de la memoria colectiva.
En estos textos se refleja la tendencia humana que gira en torno a dos posturas: una en la que la cuarentena fue un momento de crecimiento personal y otra en la que ocasionó depresión, miedo y un hundimiento emocional, señala Virginie Kastel, historiadora de arte y directora de Tres Nubes Ediciones.
“Hay para los que la casa fue una verdadera tortura y para los que la casa es un oasis de felicidad también, porque depende de la circunstancia familiar y del espacio de cada uno; hay personas que les encanta estar encerradas y hay otras que lo detestan”, afirma la directora.
Uno de los temas que han surgido en el ámbito artístico es la posibilidad de crear nuevas narrativas que se adapten a la modalidad en la que la pandemia nos ha obligado a convivir e interactuar. Sobre esto, Kastel asegura que en literatura y en los tomos publicados por Tres Nubes, no se aprecia una nueva narrativa, sino temáticas que abordan lo cotidiano de la vida y lo que sucede en el entorno actual.
Al igual, expone que en los relatos se mostró a la escritura como un proceso de reconciliación con la identidad propia y reconocimiento de sí mismos.
“Hacía falta mirar hacia adentro y no ver la grandeza al menos en esta ciudad, en los edificios o hacia arriba, y mejor ver hacia nosotros y apreciar lo que tenemos alrededor y está más próximo a nosotros. Eso puede ser valioso también”, indica Alejandra Valenciana García, practicante de Tres Nubes Ediciones.
En cuanto al objetivo de la convocatoria, Kastel señala que era recopilar relatos de lo cotidiano sobre experiencias propias que hablaran desde el “yo”, como diarios, bitácoras y poesía, no textos que tuvieran una perspectiva futurista o de ciencia ficción, como fue la de 30 escritos que al final se rechazaron.
Alvarado Reyna afirma que estos textos que surgen en medio de la pandemia pueden ocasionar intriga en la sociedad y en aquellos que estudian el ámbito literario, ya que se ve reflejado el sentido humano de las historias, y cómo este se ha visto a prueba, el cual toma fuerza por las nuevas propuestas de ideas y formas de escritura.
Por otra parte, Valenciana García asegura que la creación literaria se convirtió en un medio de reconocimiento e introspección durante esta cuarentena, en la que los participantes de la convocatoria para Relatos de cuarentena encontraron su voz y lograron entender y plasmar sus emociones.
La practicante también señala que el uso de la naturaleza en los textos fue un reflejo de las personas sintiéndose parte del planeta, dentro de un proceso en el que se descubrieron a sí mismos, y se despegaron de los esquemas tradicionales y antiguos, así los aplicantes brindaron una muestra de la escritura sobre la cotidianidad.
Por la difusión que se dio en la UANL, la mayoría de los aplicantes fueron jóvenes de 20 a 25 años, aunque también se recibieron textos de personas de hasta 80 años; en general, hubo una presencia preponderante de participantes que no eran escritores profesionalmente tanto en México como a nivel internacional en Costa Rica, Argentina, Italia, España y Estados Unidos.
Sobre el recibimiento de esta publicación, Kastel asegura que se convirtió en un espacio para expresar el lado más sincero e íntimo del ser humano que se ha despertado por su estado de crisis, lo cual demostró que la sociedad es más escritora de lo que se pensaba y tiene el deseo de compartir y la necesidad de registrar su experiencias.
Con relación a lo anterior, Alvarado Reyna coincide con la directora de Tres Nubes en que los textos surgen debido a la necesidad de transmitir los sentimientos durante el encierro, es así cómo se originaron obras reconocidas cómo Frankenstein de Mary Shelley.
El académico agrega que las autobiografías, otra de las tendencias en la escritura durante cuarentena, servirán para el estudio de “life stories” que se guardarán para posteridad, cuando sea el momento de revisar este acontecimiento, entenderlo y ver cómo las personas enfrentaron la COVID-19.
Los tomos han tenido un buen recibimiento por el sentido humano y la sinceridad que surge en la pandemia por la situación extraordinaria, no por los temas pandémicos, dice Kastel.
La directora señala que la convocatoria se cerró porque no querían sobreexplotar el tema, y su plan a futuro es publicar un libro en formato físico de Relatos de cuarentena en conjunto con Ramos, que tienen la expectativa de lanzar en el 2021 o cuando termine el tema de la pandemia.
Otra iniciativa literaria relacionada con la cuarentena fue el e-book colaborativo La imposibilidad del encierro, propuesto por Magaly Pinal, directora de la editorial Diecisiete, en el que Jaime Mesa, autor, editor y tallerista, convocó a trece escritores, periodistas y fotógrafos que fueran “voces activas” en redes sociales para colaborar en la antología.
El objetivo que tenía Pinal, indica Mesa, era tener las visiones de la primeras etapas de la pandemia, en las que había un ambiente de duda, incertidumbre y esperanza de que todo terminara pronto.
Villalobos participó en este proyecto y comenta que el proceso para la creación del texto fue complicado; al inicio pensó en relatar un cuento, pero se dio cuenta de que para ella era necesario hacerlo desde una situación personal y honesta, por lo que se decidió a escribir sobre el duelo de la partida de su abuela en el confinamiento.
“Buscar entender las distintas percepciones que hay de un fenómeno, sin parangón, creo que hay una necesidad comunitaria de comprensión, pero por la otra parte hay alguna necesidad también de retar y saber cómo funcionamos en otras lógicas”, expone la periodista cultural.
Sobre las visiones dentro del texto, el editor señala que cada uno de los colaboradores de La imposibilidad del encierro plasmó el tema de la pandemia desde una perspectiva propia y distinta a la de los demás, y en un futuro este e-book podría ser un medio de consulta o revisión del inicio de la experiencia del confinamiento en México.
El proyecto de la editorial Diecisiete se difundió de manera gratuita y digital para que más personas tuvieran acceso y se abriera el diálogo sobre el tema; tuvo una respuesta positiva y en las primeras semanas de publicación se hicieron entre mil y 2 mil descargas, afirma Mesa.
Por otro lado, Villalobos dice que en la búsqueda de un entendimiento profundo de la situación, las personas comenzaron a llevar un diario específico para temas de covid, llamados covidiarios; de estos se han obtenido distintas antologías, en el proceso creativo de los artistas de distintas disciplinas desde una vivencia propia de la situación, es así cómo la revista Nexos y la Universidad Autónoma de México (UNAM) compartieron los suyos.
También la coordinadora señala que en esta pandemia se han reflexionado tres facetas de la literatura y los procesos propios; las facetas son la experiencial, el diálogo con otras personas o con otro estilo de arte y el aspecto personal, ya que tiende a ser una acción realizada en soledad.
Como temas de escritura en la cuarentena, la coordinadora considera que hay una variedad de ellos, entre los que están ver a las personas como amenaza, el sentimiento de culpa por la enfermedad y que se vean a sí mismos también como un riesgo para los demás.
Jaime Mesa dice que se necesita más tiempo para entender el fenómeno y definir los temas que surgirán de la creación literaria en este tiempo de pandemia, porque por el momento solo podrían ser parte de un diario.