Qatar y la FIFA anunciaron la prohibición de la venta de cerveza dentro de los estadios del mundial a dos días de su inicio. Los aficionados sólo podrán consumir cerveza en los lugares de encuentro estipulados por los organizadores.
Solamente se podrá servir champaña, vino, whisky y otras bebidas alcohólicas en los palcos y en las áreas de los estadios donde se sienten los invitados especiales.
“Tras las conversaciones mantenidas entre las autoridades del país organizador y la FIFA, se ha tomado la decisión de centrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival, otros lugares de encuentros de los hinchas y locales que dispongan de licencia para ello, y eliminar los puntos de venta de cerveza en el perímetro de los estadios”, comunicó la FIFA en un comunicado.
La compañía AB InBev, dueña de Budweiser, tiene una relación con los eventos de la FIFA desde 1986 y ya había trasladado la mayoría de su producto para venderlo a los aficionados. Hasta fechas recientes la negociación entre la empresa y la FIFA para ser el proveedor de cerveza en el Mundial de Norteamérica seguía en marcha.
Cuando Qatar lanzó su candidatura, hace doce años, aceptó los requisitos de la FIFA para vender alcohol en los estadios.
Este no es el único cambio que han implementado: a dos semanas de iniciar la justa mundialista, el país sede cambió la fecha del partido inaugural.
No se tienen registros de un antecedente de este tipo; incluso Brasil en el mundial de 2014 tuvo que cambiar su legislación para permitir la venta de cerveza.