Repensar los espacios, una necesidad para redefinir a la sociedad
Por: Isabella Chávez, Lucia Castillo y Karina Morales
El tipo de espacios que dominan en una ciudad impactan en el tipo de relaciones intrapersonales e interpersonales que se crean, pues estos lugares pueden permitir las conexiones entre sí o marcar una desigualdad, declaró Ximena Peredo, titular de la Secretaría de Participación Ciudadana de Nuevo León.
Quien fuera activista ciudadana por causas ligadas a la defensa de los espacios naturales planteó, durante una conferencia que ofreció en la Universidad de Monterrey (UDEM), la necesidad de acercarse críticamente a la definición de los espacios del Área Metropolitana de Monterrey con el objetivo de desarrollar proyectos integrales, los cuales le den prioridad a la persona.
“El espacio llega a ser una autoridad diciéndote qué pensar y qué no. Nuestras aspiraciones en la vida van acorde a nuestros espacios, pensamos de una manera muy diferente a otros lugares o países, ya que los espacios forman nuestras relaciones y nuestras mentes”, aseguró Peredo durante su conferencia La representación espacial: Punto ciego de la democracia, la cual dio durante el congreso El espacio que habitamos, organizado por la Sociedad de Alumnos de las Carreras Humanistas de la Universidad de Monterrey.
Un ambiente citadino que valore el consumo y la producción preferirá la construcción de áreas que fomenten este tipo de conductas, pues algo diferente podría generar intranquilidad.
“Los espacios representan valores, ideas o fobias de nuestra sociedad”, afirmó la funcionaria.
El espacio en Monterrey, explicó, está producido e instalado para ser funcional dentro de la ciudad industrial de hoy en día. Esta dominancia se posiciona, ya que en los inicios, con la construcción de la Cervecería Cuauhtémoc y el Parque Fundidora, el desarrollo de Monterrey se realizó con base en lo que las empresas necesitaban.
“Todo lo que se ocupara en sus líneas de producción, se realizaba en la ciudad. Casas para sus obreros y ferrocarriles para traer el material que necesitaban, así es como se empezó el Monterrey industrial que conocemos”, detalló Peredo.
Esto ha llevado, dijo, a que se incruste en la mentalidad nuevoleonesa la gran necesidad de tener espacios que propicien el consumo y que generen un ingreso, pues son estos los lugares donde hay “productividad”.
“Es obligatorio que los espacios pasen por una línea de producción o generen un valor económico, ya que si no, no tiene un valor para la ciudad”, remarcó Peredo.
“Los espacios naturales sin supervisión, no son vistos como naturaleza, sino como terrenos rentables. En Monterrey, en lugar de proteger estos espacios los transforman en infraestructuras que generen ingresos, porque es a lo que estamos acostumbrados”, agregó.
Peredo hizo un llamado a los estudiantes para sumarse a causas sociales que impulsen una visión más sostenible de los espacios de la ciudad.
La raíz de la problemática parte, en la mayoría de los casos, de la falta de diversidad. Si no hay diversidad, no hay innovación. Si seguimos hablando con las mismas personas todos los días, no vamos a crecer, no vamos a aprender. Necesitamos espacios diversos para generar ideas novedosas”, concluyó la funcionaria.
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