
La delgada línea: un llamado desde el arte a la reconciliación del hombre con el mundo
Por: Paula Rodríguez y Miguel Gómez
El horizonte, la infinita inmensidad, la belleza de lo azul, del mar, del cielo, y de lo verde, las montañas y mucho del entorno que sirve de hogar al hombre y que le permite, desde épocas milenarias, maravillarse cada día de su vida han sido representados en cuadros y esculturas por la artista regiomontana María Fernanda Barrero, quien busca, a través de su arte, despertar la conciencia del hombre por el cuidado del planeta y la importancia de su relación con los ecosistemas.
La artista tiene expuesta su obra La delgada línea, que está compuesta por 14 piezas, en las Galerías 1 y 2 del Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño (CRGS), de la Universidad de Monterrey, y destaca porque sus cuadros son pinturas con hilo, una técnica que aprendió del arte huichol.
«Siempre me llamó la atención la filosofía de vida de los huicholes y una vez que me invitaron a la Bienal de Artes Populares en la Ciudad México, en el Museo de Arte Popular, me pidieron que trabajara con un artista o artesano de técnicas tradicionales mexicanas. Entonces, a través de una fundación en Nayarit, me contacté con Santos Hernández Ramírez, un artista huichol que colaboró conmigo en la pieza que expuse en la Bienal y fue él quien me enseñó la técnica», contó la artista en entrevista con la Agencia Informativa UDEM.
Esta técnica huichol, llamada pintura con hilo, consiste en poner sobre una base o superficie cera de abeja y sobre este pegamento se aplica el hilo, el cual se va aplastando contra la cera, al tiempo que el artista va formando los dibujos o figuras. Los huicholes no solo usan esta técnica para hacer cuadros, sino también cerámicas, esculturas, artesanías, joyería y todo tipo de bisutería, muchas veces con chaquiras en vez de hilo o usando una combinación de los dos elementos.
En línea con el pensamiento y la cosmovisión huichol, María Fernanda Barrero plasma en su obra temas de cuidado y amor por la naturaleza, conceptos a los que les reivindica su carácter místico y su vínculo inseparable con el hombre.
“La temática de mi obra busca recordarnos que somos parte de una gran biósfera, de un gran ecosistema, que es el planeta y que estamos interconectados con él, que somos interdependientes, por lo que se necesita tener una convivencia más armónica y simbiótica con nuestro propio entorno”, dijo la artista, quien afirmó que sus cuadros son un recordatorio de la belleza de la naturaleza, a la cual el hombre ha dañado provocando una crisis medioambiental.
Barrero, quien es una artista conceptual que trabaja temáticas como el paisaje, las estrellas, las plantas, el océano, el anochecer, el amanecer y las nubes, entre otros, es egresada de la Universidad de Monterrey, en donde estudió la licenciatura en Artes. Además, hizo estudios especializados en escultura, en Londres, Alemania e Inglaterra. Ha realizado varias exposiciones individuales en galerías de Monterrey y en la Casa de la Cultura de Nuevo León, y ha participado en varias exposiciones colectivas en el Museo de Arte Contemporáneo (MARCO) de Monterrey, y en más de 40 que se han realizado en México, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Israel y Japón.

Un tema recurrente de la artista es el horizonte, el cual va acompañado, en algunos de sus cuadros, del mar y del cielo. En El horizonte y la tormenta, un cuadro que pintó con hilo en el 2018, la artista utiliza una combinación de varios tonos de azul para marcar la separación del espacio entre el mar y el cielo y pinta unas nubes gruesas que anuncian una evidente tormenta.
“En mi obra, el horizonte se convierte en un motivo de reflexión y observación: es la frontera que con su inmensidad nos obliga a voltear a nuestro alrededor y a observarnos a nosotros mismos como parte activa dentro de un contexto lleno de vida y en continuo movimiento”, explicó la artista.
Además de las pinturas con hilos, la artista también hace esculturas y trabaja con nuevas técnicas como la impresión 3D que permite crear modelos digitales para luego trabajar sobre ellos.

En La línea imaginaria, una pieza del 2018, la artista representa una vista del relieve de las zonas montañosas del área metropolitana de Monterrey. La obra fue hecha en una base de metal y la autora utilizó pintura azul para resaltar el paisaje regional.
Barrero le recomendó a los jóvenes artistas mucha honestidad y constancia en la tarea creativa. “Necesitan seguir su intuición y ser honestos consigo mismos para descubrir una forma de arte con la cual se identifiquen. No es seguir las tendencias de moda ni a los artistas famosos ni al arte conveniente. Es desarrollar un estilo propio, ser constantes y atravesar procesos de experimentación e investigación, que vayan despejando el camino que le interesa a cada artista”.
La exposición de la artista en la Universidad estará abierta al público hasta el próximo 28 de junio.
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