Cinco retos económicos que tendrá el Gobierno de Claudia Sheinbaum
Por: Macarena Valdés
El próximo 1 de octubre, Claudia Sheinbaum asumirá la Presidencia del país por los siguientes seis años. En la semana del 17 de junio, la futura Mandataria elegirá al gabinete que la acompañará durante su gobierno y el mercado permanece a la expectativa de los anuncios sobre la política económica que se implementará.
La reducción del déficit fiscal; el crecimiento de la economía; la primera revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); las políticas para atraer y dinamizar la relocalización de empresas (nearshoring) que impulsarán la inversión privada, el empleo y el comercio exterior; y el saneamiento de las finanzas de Pemex son algunos de los retos a los que se enfrenta el nuevo gobierno, según analistas y organismos internacionales.
Claudia Sheinbaum ganó las elecciones presidenciales de México el pasado 2 de junio, con más de 35.9 millones de votos y su partido, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), será mayoría en el Congreso de la Unión, lo que le dará a la Mandataria amplio margen para decidir cambios en leyes y políticas para el manejo del país. El mercado está atento a estos cambios.
Déficit fiscal
Con diversos programas sociales que demandan recursos estatales y obras de infraestructura iniciadas durante del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que aún tardarán meses en concluirse y años en arrojar retornos a la inversión, uno de los mayores retos económicos de Claudia Sheinbaum será reducir el déficit fiscal, coincidieron varios analistas del mercado.
Cifras del documento PreCriterios de Política Económica 2025, entregado por la Secretaría de Hacienda al Congreso en marzo, indican que al finalizar el 2024 el déficit fiscal será de 5% del Producto Interno Bruto (PIB), un indicador que el mercado espera que se reduzca a entre 2% y 3% del PIB.
Rogelio Ramírez de la O, actual secretario de Hacienda, prometió la reducción del déficit del 5% al 3% del PIB en el mediano plazo y estabilidad macroeconómica en una llamada con analistas de mercados internacionales el martes 4 de junio.
El que Sheinbaum hubiera anunciado la continuidad de Ramírez de la O en Hacienda le dio un respiro a los mercados, pero el reto del próximo gobierno será definir las medidas económicas que logren la reducción del déficit sin tener que aplicar medidas que impacten en la población, como un aumento de impuestos o un recorte a los programas sociales, y sin que los niveles de endeudamiento y de servicio de la deuda aumenten porque esto comprometería la estabilidad macroeconómica del país. Para los analistas, la salida estaría en la reducción del gasto público, pero esto podría impactar en el crecimiento de la economía.
Este martes, 12 de junio, Sheinbaum le aseguró al mundo, en conferencia de prensa, que confía en la fortaleza de la economía mexicana y que proyecta la llegada de importantes flujos de inversión extranjera.
“La economía mexicana está muy sólida, hay mucha inversión extranjera (…). La economía va por buen camino, por lo que no debe existir miedo o incertidumbre”, afirmó la próxima Jefa de Estado.
Crecimiento económico
Otro de los grandes retos para el próximo gobierno es el crecimiento de la economía mexicana, pero las previsiones, tanto del gobierno como de los organismos internacionales, muestran una desaceleración hasta 2026.
Luego de haber crecido 3.2% en 2023, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estima que la economía mexicana crecerá este año en un rango de entre 2.5% y 3.5% y que en el 2025 su crecimiento se ubicará entre 2% y 3%. En tanto, el Banco Mundial (BM) informó este martes 11 de junio que estima que en 2024 el PIB del país crezca 2.3%, en 2025 un 2.1%, y en 2026 un 2%.
Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) contemplan un crecimiento económico para México este año del 2.4% y para 2025 de entre 1.5% y 1.4%.
Estas proyecciones de una desaceleración económica son explicadas por un menor crecimiento en el sector manufacturero a comienzos de este año, a las altas tasas de interés que intentan poner a la inflación dentro del objetivo del Banco Central, a la reducción del ahorro de los hogares mexicanos y a un escenario que prevé un menor crecimiento de la economía de Estados Unidos, lo cual afectaría la entrada de divisas por exportaciones, turismo y remesas.
Un menor crecimiento de la economía mexicana, tal como está previsto, haría que el PIB per cápita tampoco crezca, indicador que se ubicó en 11 mil 496.5 dólares en 2022, el segundo más bajo de los 38 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El reto de Sheinbaum estará en evitar que una posible reducción del gasto público para disminuir el déficit fiscal frene el crecimiento económico y en implementar políticas que muevan la economía nacional a través de mayores niveles de inversión, especialmente privada, que aumenten la producción y los niveles de empleo.
Primera revisión del T-MEC
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el acuerdo comercial que reemplazó al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) y que entró en vigor el 1 de julio de 2020, tendrá su primera revisión en 2026 y el mercado y las empresas esperan que se mantenga la certidumbre al comercio y a las inversiones.
En noviembre próximo, Estados Unidos elegirá o reelegirá a su nuevo Presidente, con quien el gobierno de Sheinbaum revisará aspectos claves del acuerdo comercial como el avance de las Pequeñas y Medianas empresas mexicanas (Pymes) en el comercio de la región, las condiciones y derechos laborales de los trabajadores nacionales que migraron a uno de los países del bloque, las reglas para la atracción de inversión extranjera, la facilidad para las exportaciones y la libertad comercial en la región, entre otros aspectos.
En el gobierno de López Obrador México fue capaz de atraer grandes sumas de Inversión Extranjera Directa (IED) y se espera que el gobierno de Sheinbaum pueda mantener esa tendencia. Según datos de la Secretaría de Economía, la inversión que captó México de empresas extranjeras en 2023 ascendió a 36 mil 058 millones de dólares, cifra que fue 27% superior a la del cierre de 2022, evento que contribuyó a la generación de empleo y al crecimiento de la economía.
Igualmente, los analistas esperan que en esa revisión el próximo gobierno logre ampliar las oportunidades educativas para los jóvenes mexicanos en Estados Unidos y Canadá, al igual que el abanico de opciones de crecimiento para proyectos de emprendimiento de mexicanos en esos mercados.
El T-MEC, que se firmó con una vigencia de 16 años y sujeto a revisiones por parte de la Comisión de Libre Comercio cada seis, es una oportunidad para que México logre afianzar su posicionamiento en América del Norte e impulsar su economía. Después de la revisión, la vigencia del acuerdo podrá ampliarse por otros 16 años si los Presidentes así lo expresan por escrito.
El miércoles 5 de junio, el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) presentó 24 propuestas a Claudia Sheinbaum para, en el marco de la revisión del T-MEC, aumentar el comercio exterior.
Las primeras de esas 24 propuestas piden impulsar una estrategia de fortalecimiento de la relación entre México y Norteamérica a través del acuerdo comercial para impulsar el desarrollo regional conjunto, y estrechar la coordinación con Estados Unidos y Canadá en los sectores público, privado y academia para ampliar aún más la integración de las cadenas de valor productivas.
Esta revisión le representará a México una oportunidad para fortalecer la relación con Estados Unidos y Canadá, pero particularmente con el primero de ellos podría suponer importantes retos dependiendo del resultado de las elecciones presidenciales que se darán en noviembre de este año, con Joe Biden y Donald Trump como candidatos principales.
Impulsar el nearshoring
La cercanía de México con Estados Unidos, el mercado final al que muchas empresas llegan o planean llegar, se ha convertido en un motor para atraer al país a cientos de compañías productoras que buscan poner sus productos más rápido y de forma más económica en el vecino país.
Con la entrada a México de cifras récord de inversión extranjera directa durante el 2023 y lo que va de 2024, las empresas y el mercado esperan que el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum mantenga el impulso a la instalación de fábricas y empresas en México y que se trabaje para facilitar aún más los procesos aduanales que ayuden a agilizar el paso de mercancías de México a Estados Unidos y Canadá, todo lo cual podría concretarse en el marco de la próxima revisión del acuerdo comercial entre los tres países.
México es un país atractivo para el nearshoring no solo por sus 3 mil 152 kilómetros de frontera que comparte con Estados Unidos, franja que podría albergar a miles de fábricas que quieran mudar sus operaciones al país, sino también porque la mano de obra en México es más barata, los costos de transporte y el uso de combustibles son menores y la logística y distribución es más rápida y económica.
A México un “boom” del nearshoring le beneficiaría por la generación de empleos, el aumento de la inversión extranjera y una mayor infraestructura, desarrollo y crecimiento económico, pero también depende de que las reglas del juego para las empresas y la atracción de capitales sean favorables, de una mayor seguridad en el territorio en donde operan y de la disponibilidad de recursos como agua y energía, retos que tendrá en sus manos el gobierno de Sheinbaum.
En su lista de peticiones del 5 de junio, el presidente del Comce, Valentín Diez Morodo, le pidió a la próxima Jefa de Estado concentrarse en el comercio exterior, relaciones internacionales y el nearshoring para impulsar la economía.
Entre las 24 propuestas, el grupo de exportadores le pide a Sheinbaum fortalecer aún más las relaciones con Norteamérica, facilitar los procesos en las aduanas e impulsar las exportaciones.
Por su parte, Sheinbaum expuso sus propuestas para incrementar la inversión extranjera directa en su documento titulado “100 pasos para la Transformación” publicado en marzo pasado, después de anunciarse como candidata presidencial.
«El nuevo enfoque de atracción debe guiarse por el principio de atraer inversiones sostenibles para el país y en beneficio del pueblo de México. Las inversiones que lleguen deberán comprometerse con el medio ambiente y el uso racional y sostenible de los recursos naturales, con procesos de economía circular y con metas ambiciosas de uso de descarbonización«, señalaba en el documento.
Pemex, el desafío transexenal
Otro de los más importantes retos económicos que tendrá el próximo gobierno será el saneamiento de las finanzas de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y el manejo del modelo de negocios de la empresa.
La agencia calificadora crediticia estadounidense Fitch Ratings dijo a comienzos de junio, en un comunicado, que al mercado le preocupa el alto nivel de endeudamiento de la petrolera estatal, el cual asciende a casi el 6% del PIB y que esta situación ejerza una fuerte presión sobre las finanzas públicas si el gobierno entrante le continúa inyectando recursos a la petrolera.
En los últimos cinco años, indicó Fitch, el gobierno de México le ha entregado a Pemex casi 70 mil millones de dólares en apoyos y el mercado espera “mejoras significativas en la eficiencia operativa de la compañía”.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, le dijo a los analistas de mercados internacionales y a los inversionistas el 4 de junio en la llamada que sostuvieron que el próximo gobierno mantendrá una “estrecha colaboración con Pemex aprovechando el apoyo del Congreso”.
Por otro lado, Altagracia Gómez Sierra, asesora económica de Sheinbaum, aseguró en una entrevista con Radio Fórmula previa a las elecciones presidenciales que el plan económico de la administración entrante buscará impulsar la soberanía energética para mejorar el plan de negocios de Pemex.
Y Sheinbaum en campaña aseguró que renegociará la deuda de largo plazo de Pemex. La deuda total de la petrolera asciende a 101 mil 500 millones de dólares y de estos unos 6 mil 800 millones de dólares vencen en 2025. De la deuda más inmediata, la petrolera planea pagar a proveedores y contratistas antes de agosto próximo unos 3 mil 738 millones de dólares.
Pemex planea terminar el 2024 con una deuda financiera de 94 mil 500 millones de dólares, según dijo en marzo pasado el director general de la petrolera estatal, Octavio Romero Oropeza, producto de ya no contratar más créditos en lo que resta del año y de realizar algunos pagos para la reducción de la deuda.
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