Museo de Historia Mexicana expone pinturas de la Nueva España
Por: Ana Sofía Marcos y Esmeralda Gutiérrez
Más de 50 obras de pintores novohispanos de los Siglos XVII y XVIII, que revelan las estrategias artísticas que usaban en aquella época y los temas sociales y culturales que plasmaban en sus cuadros, están siendo expuestas en el Museo de Historia Mexicana, una muestra que podrá apreciarse hasta el 23 de febrero de 2025.
La exposición «Biombos y castas. Pintura profana en la Nueva España«, compuesta por 52 obras provenientes de 10 colecciones nacionales, refleja la vida cotidiana y la estructura social que existió después de la Conquista en lo que hoy es el territorio mexicano a través de dos características particulares de aquella época: el uso de biombos para pintar y las pinturas de castas que mostraban los diferentes grupos sociales que habitaban en el virreinato y cómo se dio el mestizaje en aquella sociedad.
Esta exposición, que ha recorrido varios museos del país y que se caracteriza por mostrar temas profanos, es decir, que no están relacionados con expresiones sagradas, fue traída por el Museo de Historia Mexicana como parte de las actividades que le ofrece al público para conmemorar su 30 aniversario.
Pedro Ángeles Jiménez, experto en arte colonial mexicano y curador de esta exposición, dijo que el conjunto de estas obras ha visitado varias ciudades del país, desde Ciudad de México y Guanajuato, hasta Monterrey, para mostrarle a los mexicanos la riqueza del arte novohispano y el significado tan importante que contienen estos cuadros para la cultura y la historia del país.
“Tenemos la fortuna de contar con una de las colecciones más extraordinarias de pinturas de castas que existen en México, en cualquier nivel, por su cantidad y calidad”, aseguró el experto en arte novohispano durante la presentación de la exposición.
Entre las piezas más representativas se encuentran las pinturas de castas, un género artístico que predominó en el Siglo XVIII en el México colonial y que buscaba ilustrar las distintas mezclas étnicas que se dieron en el territorio a partir de las relaciones entre blancos, indígenas y africanos.
“Estas obras lograron plasmar la complejidad de la sociedad novohispana, donde las jerarquías raciales y la vida urbana estaban estrechamente entrelazadas. Estas piezas son un testimonio invaluable de cómo las diferentes castas convivían y se mezclaban racialmente en la Nueva España”, explicó Ángeles Jiménez.
“Cada pintura retrata a las familias y aporta detalles sobre sus condiciones sociales, oficios y vestimentas, mostrando así un reflejo de la vida cotidiana de la época”, dijo el experto.
Por ejemplo, 16 cuadros del artista Miguel Cabrera, fechados en 1763, retratan parejas de diferentes mezclas étnicas que generan otras mezclas, todas las cuales componían la sociedad novohispana. El Museo de Historia Mexicana tiene cuatro de esas pinturas expuestas (La morisca, El tente en el aire, La mestiza y La mulata). Las demás se encuentran en museos de España y Estados Unidos.
Las obras del pintor José de Alcíbar también forman parte de esta exposición. Sus pinturas representan diferentes tipos de castas y su descendencia (morisca, zambaiga, mestiza, torna atrás, castizo, albarazado, cambujo, chino y mulata).
La exposición incluye una serie de biombos (grandes mamparas de hojas plegables unidas por bisagras, cuya superficie era usada por los artistas para realizar sus pinturas) que destacan por su detallada representación de lugares emblemáticos de la Ciudad de México, como el biombo Vistas de la Plaza Mayor de México, la Alameda e Iztacalco.
«Los biombos, originarios de Japón, no solo eran elementos decorativos, sino también objetos que contaban historias y transmitían la visión de la sociedad de su tiempo. Nos revelan la influencia de las culturas orientales en la Nueva España y la sofisticación del gusto de la sociedad novohispana», señaló el experto.
Con esta exposición que explora la riqueza artística y cultural del México colonial, y que refleja la compleja realidad social de la época, el Museo de Historia Mexicana celebra el día en que abrió sus puertas al público, un 30 de noviembre de 1994.
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