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La lepra es curable; sin embargo, un diagnóstico tardío podría causar deformidades o alguna incapacidad, por lo que las autoridades sanitarias recomiendan buscar ayuda inmediata ante los primeros síntomas. Foto: Shutterstock

México intensifica esfuerzos para erradicar la lepra


Por: Samuel Pérez y Enrique Montoya

En Lampazos, un municipio ubicado al norte de Nuevo León y con una población de 6 mil 809 habitantes, hay cuatro casos de lepra. En Los Ramones hay un caso y en Los Aldamas otro. Pero Nuevo León no es el único. En México hay en total 294 casos de lepra distribuidos en 29 estados.

¿Por qué esta enfermedad que apareció en el mundo 2 mil años antes de Cristo y que muchas personas creen que ya no existe continúa afectando a la humanidad?

A pesar de que desde 1991 los casos de lepra en México se han reducido drásticamente, esta enfermedad se resiste a desaparecer. Según estadísticas de la Secretaría de Salud, en el año 2023 (último dato disponible) se reportaron 121 casos nuevos de este padecimiento, con lo cual el total de casos de lepra ese año en el país sumó 294, entre nuevos y ya en tratamiento.

La lepra o enfermedad de Hansen, que sigue siendo un problema de salud pública a nivel global, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae. Afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que en el año 2023 se detectaron 182 mil 815 nuevos casos de lepra en 120 países, entre los que sobresalen India, Brasil e Indonesia. De ese total, 24 mil 773 casos (13.6%) se registraron en América Latina, pero Brasil concentró el 92% (22 mil 773) de los casos en la región.

Los 121 casos nuevos que se registraron en México ese año fueron puestos inmediatamente en tratamiento por el Gobierno, cuya meta es eliminar esta infección en el país antes del año 2030, dijo Martha Angélica García Avilés, subdirectora de Micobacteriosis del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), de la Secretaría de Salud nacional.

«La mayoría de los casos nuevos de lepra en el 2023 fueron detectados a través de consultas médicas (104) y de exámenes que se le realizan a la población (6). El Gobierno está redoblando esfuerzos para acabar con esta enfermedad, que es curable, poco contagiosa y cuyo tratamiento es gratuito«, afirmó la especialista.

García Avilés indicó que hay tres estados en el país que ya no reportaron casos de lepra: México, Tlaxcala y Yucatán. «Trabajamos para que los 32 estados estén libres de esta enfermedad».

Prevalencia por lepra en México(1989 – 2023)

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Información de la Secretaría de Salud. Gráfico: Agencia Informativa UDEM

En Jaumave, un municipio al suroeste de Tamaulipas y con una población con 16 mil 787 habitantes, hay dos casos de lepra. Los dos son hombres mayores de 65 años.

María Guadalupe Rodríguez Coronado, coordinadora de Epidemiología en la Jurisdicción Sanitaria número 8, en Jaumave, dijo que no se conoce la causa clara de por qué o en dónde se infectaron estos pacientes, pero aseguró que están en tratamiento para evitar que la enfermedad les deje secuelas y que el Centro de Salud del municipio toma las medidas necesarias para evitar más contagios.

«Cada seis meses realizamos cercos epidemiológicos con estudios de contacto que incluyen exploración física, lo cual nos ayudaría a identificar nuevos casos y tratarlos a tiempo. Por otra parte, a los pacientes les realizamos biopsias al inicio y al final, y los ponemos en un tratamiento estrictamente supervisado por la unidad de salud más cercana. Luego, cada seis meses, les damos seguimiento con baciloscopias (pruebas que detectan la presencia de bacilos) de control hasta su sanación», explicó la doctora Guadalupe Rodríguez.

Transmisión y tratamiento

Esta enfermedad milenaria tuvo sus inicios en la India y se fue extendiendo hacia China y posteriormente a Japón. En algunos pasajes de la Biblia se menciona, lo que indicaría su presencia en Medio Oriente. También se encontraron pruebas científicas de esta enfermedad en Egipto desde el siglo II a. de C. y para la época de la Edad Media la lepra ya era considerada una epidemia.

Históricamente, las personas que han padecido esta enfermedad han sido discriminadas y estigmatizadas. Todavía el siglo pasado existían leprosarios, que eran hospitales o lugares destinados para aislar a las personas con lepra, pues se pensaba que esta enfermedad era altamente contagiosa y producto de un castigo divino por los pecados cometidos. Incluso actualmente siguen existiendo lugares asignados para pasar cuarentenas en países como India, China y otros.

Hoy, está demostrado que ni es altamente contagiosa ni está relacionada con la religión, y el Gobierno y el personal sanitario trabajan en intensificar campañas de información y educación a la comunidad para que conozca no sólo los síntomas, sino el impacto real de esta infección, los cuidados que se deben tener y las opciones de cura que existen.

La infección se transmite a través del contacto cercano y frecuente con personas contagiadas que no han recibido el tratamiento, y también a través de secreciones de las vías respiratorias, de la misma manera que se transmite una gripe, pero con la diferencia que la lepra es mucho menos infecciosa.

«La lepra no es altamente infecciosa ni contagiosa y es curable si se detecta a tiempo y se le da tratamiento», afirmó la OMS.

Luego de que el médico noruego Gerhard Armauer Hansen descubriera en 1874 la bacteria Mycobacterium leprae, a partir de 1981 se dieron mayores avances científicos que permitieron controlar exitosamente el padecimiento con el uso de tres antibióticos distintos. Este tratamiento, llamado poliquimioterapia (PQT), se aplica de manera gratuita en todo el mundo.

La OMS aseguró que si este tratamiento se aplica en etapas tempranas de la enfermedad se pueden evitar padecimientos más graves desencadenados por el avance de la lepra como deformaciones y discapacidad.

«Si no se trata de manera oportuna, la lepra puede dejar secuelas permanentes en los pacientes, como pérdida de la sensibilidad y heridas que pueden causar limitaciones al paciente», advirtió la doctora Guadalupe Rodríguez.

¿Por qué ha sido tan difícil de erradicar?

A pesar de los tratamientos gratuitos y de las campañas que se hacen alrededor del mundo para erradicar la lepra, esta meta se ha tornado difícil de lograr en gran parte por la falta de diagnósticos oportunos y porque existe una vía de contagio de animal a humano que persiste.

El tiempo de incubación de la enfermedad es de nueve meses, pero en algunos casos podría extenderse hasta los 20 años. Esto, sumado a que no existen síntomas claros o los que se presentan pueden confundirse con otra enfermedad hace que se realicen diagnósticos equivocados de la enfermedad, lo que impide que se trate a tiempo.

Algunos de los síntomas más comunes de esta enfermedad son manchas claras u oscuras en la piel que hacen que las zonas del cuerpo afectadas pierdan sensibilidad, disminución de la sensación de dolor, debilidad muscular, nódulos en la piel y sensación de hormigueo en las manos y los pies.

Cuando no se da atención médica de manera oportuna, esta enfermedad puede causar deformidades y mutilaciones, reducción de la movilidad de las extremidades e incluso ceguera.

Para evitar esto, García Avilés dijo que el Gobierno ha implementando varias estrategias, como diagnosticar oportunamente a los enfermos para disminuir el riesgo de discapacidad, examinar mínimo al 90% de los contactos registrados que han tenido las personas infectadas, curar por lo menos al 95% de los pacientes que inician el tratamiento e intensificar la atención en los municipios que son considerados prioritarios, los cuales están ubicados en Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca y Tamaulipas.

Adicionalmente, el armadillo, un animal que vive en gran parte del territorio mexicano y en otros lugares del mundo, es portador de la bacteria Mycobacterium leprae, que se puede transmitir a los humanos.

El estudio Evidencias de lepra zoonótica en Pará, Amazonía brasileña, y riesgos asociados al contacto humano o consumo de armadillos, publicado por la revista PLOS Neglected Tropical Diseases, encontró que los armadillos de nueve bandas contagiados le transmiten la lepra a los humanos en Brasil, al igual que ocurre en el sur de los Estados Unidos, principalmente en Texas, Luisiana y Florida, debido a que los residentes de estos lugares los cazan y se alimentan de ellos.

Para los investigadores que realizaron el estudio, este riesgo complica la erradicación total de la enfermedad, por lo que recomiendan no consumir carne de este animal ni tocarlo para evitar la transmisión de la bacteria.

Para evitar el contagio humano, la doctora Guadalupe Rodríguez recomienda implementar medidas sanitarias «como higiene, lavado de manos constante, uso de cubrebocas, consultar inmediatamente si se presenta una lesión, ventilación de habitaciones, dejar entrar el sol en casa, asolear la ropa y evitar el hacinamiento».

Adicionalmente, Diana Patricia Garza Salazar, especialista en dermatología del hospital Christus Muguerza, dijo que aplicarse la vacuna de la tuberculosis ayuda a prevenir el contagio. “No hay vacuna para la lepra, pero la vacuna BCG, que se aplica para prevenir las formas graves de tuberculosis, protege contra la lepra”.

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