El precio de la pasión por el futbol


Juan Carlos Servin
Por: Juan Carlos Servin

Toda moneda tiene dos caras. Las alegrías e historias que brinda el futbol no existirían sin cobrar su respectiva factura. A decir verdad, el lado negativo de ser aficionado a un club de futbol posee un vínculo cercano con su lado positivo. Me explico: hay una delgada línea entre llorar de alegría porque el club de nuestros amores consiguió su primer campeonato en 23 años, y padecer ese llanto con una enorme tristeza por ver cómo sufrió una derrota en la final a manos del club con el que sostiene una enorme rivalidad.

Sin embargo, el precio de la pasión del deporte más seguido del mundo, según el diario Nuestro País (2025), no radica en el lado negativo de amar a un equipo, ni en las tristezas de presenciar su derrota. El precio de la pasión de un aficionado del futbol hoy en día depende mucho de a qué equipo sigas, y sobre todo de cuánto futbol quieras ver. En el caso de la mayoría de la población de México, el precio de la pasión debe girar en torno a una cantidad mínima de 5 mil pesos, además de una suscripción a la red misma. Este asunto se originó porque solo México transmite sus partidos en televisión abierta y, para ver el resto de los equipos de la liga, se requiere Wi-fi y acceso a Vix, plataforma con vocación gratuita; o bien, contar con una suscripción a Fox Sports Premium, que tiene un costo de 200 pesos mensuales.

Después del futbol nacional, el consumo del deporte en territorio extranjero puede resultar en una inversión mucho mayor, dependiendo de las ligas de los países en específico que se quieran consumir.

Los derechos de los partidos de futbol extranjeros siempre han sido un tema complejo, ya que las televisoras tienen múltiples intereses de distribución, de acuerdo a lo que pueda interesarle a las audiencias nacionales. Es así que las televisoras y los servicios de streaming buscan enganchar a los aficionados mexicanos, ya sea para que vean a jugadores exportados de la Selección nacional en las mejores ligas de Europa, a sus equipos favoritos, o en cualquier liga de fútbol de élite.

Cuando la televisión por paquete de paga estuvo en su auge en la década del 2010, todo el fútbol se podía sintonizar a través de Sky, una cadena de televisión por satélite. Sin embargo, en aquel entonces el acceso a las ligas principales en Europa ya era costoso de cualquier forma, pues los paquetes completos que contemplaban las competencias europeas, junto con los partidos de las cinco ligas principales, rondaba los 950 pesos mensuales.

A pesar de que el precio sonaría alto, en aquel entonces este era el pago total por un servicio televisivo, ya que Netflix disfrutaba de ser el único servicio de streaming bien establecido en el mercado, y su precio de 99 pesos mensuales seguía vigente. Fue por ello que el modelo monopólico de Sky mantuvo a la compañía en la cima por varios años.

Actualmente, Sky Sports aún es el hogar de los derechos de transmisión de LaLiga Primera División de España, donde jugaban el Real Madrid y el Barcelona, y se cuenta con la representación del mexicano César Montes en el Espanyol. Asimismo, la Bundesliga, primera división de Alemania, se encuentra disponible en la programación de Sky. Sin embargo, el servicio de Sky ha perdido buena parte de su reinado sobre el mercado de transmisión de futbol, ya que los canales abiertos con los que cuenta de ESPN, ya no poseen los derechos televisivos para pasar la Liga de Campeones, o Champions League, que se transmitía en ESPN. Aunado a esto, Sky ya no ofrece la transmisión de la Liga Premier de Inglaterra, ni de la Serie A italiana o la Ligue 1 de Francia.

El resto de estas competencias residen en distintas plataformas de streaming, las cuales varían en sus precios: desde los 150 y 300 pesos mensuales cada una, incluyendo anuncios en los planes más económicos, distribuyen futbol gracias a un experimento liderado por el sistema de MAX (antes HBO MAX).

Cuando se dio el lanzamiento de la plataforma de MAX, incluyendo la transmisión total de la temporada de la UEFA Champions League, distintos servicios incorporaron la transmisión en vivo de deportes a su programación, incluso algunas de ellas le han quitado clientela directamente a MAX.

El panorama presenta: la necesidad de internet para poder contratar los servicios, MAX en 150 pesos como mínimo para ver la mitad de la Liga Premier y la mitad de la UEFA Champions League (UCL), otros 200 pesos mensuales para ver el resto de la UCL en Caliente TV, 200 pesos más para ver Fox Sports Premium que contiene partidos de la Liga MX y de la Liga Premier, 950 pesos de Sky Sports para seguir La Liga española y la Bundesliga alemana, y 200 pesos más para ver futbol del hoy francés en Disney+.

Este contexto de consumo deja el precio de la pasión rondando en aproximadamente mil 700 pesos mensuales para seguir las ligas y competencias más importantes del mundo. Contemplar qué servicios valen la pena y cuáles no podría ser un punto a considerar para el aficionado; sin embargo, por las condiciones de distribución, contratar un solo servicio no es suficiente en la mayoría de los casos. Son cuatro las competencias principales cuyos contenidos están divididos en distintas plataformas que no cuentan tampoco con ninguna clase de afiliación a los equipos a seguir en cada plataforma, por lo que el aficionado se encontrará más bien en el escenario de contratar una plataforma simplemente para esperar el día del juego y en ese momento, darse cuenta de si el partido estará disponible o no.

Los derechos de las audiencias no solo se ven amenazados por las altas tarifas y la distribución incompleta de las ligas de fútbol, sino que además el fanático ha de lidiar con servicios nuevos y mal formulados como Caliente TV y Fox Sports Premium, los cuales en más de una ocasión durante la presente temporada han sufrido caídas en sus servidores, sin ofrecer un reembolso justo a quien paga el servicio solo para poder ver un juego específico en el mes de realizada la compra.

Las plataformas de streaming involucradas no venden fútbol ni las historias que este bello deporte cuenta, sino que se han esmerado en tratar de ofrecer una “exclusividad aparente” que ya ni siquiera ellas mismas pueden asegurar en sus servicios. Acompañado de un carente servicio, malas políticas para los clientes y tarifas exageradas para el consumo de los aficionados.

Impulsados por el presente panorama, millones de aficionados alrededor del mundo voltean a ver con más seguridad y frecuencia servicios y páginas ilegítimas que en ocasiones ofrecen incluso una transmisión de mejor velocidad y calidad en sonido e imagen que aquellas plataformas que sí cuentan con los derechos de distribución, mientras la incertidumbre crece en los aficionados que prefieren arriesgarse a recibir un virus en su equipo que pagar una suscripción por un servicio de mala calidad, o que peor aún, después no va a funcionar.

El presente del futbol es incierto para quienes aman el deporte, y en México se refleja de manera negativa sobre los aficionados que se preparan para recibir, en su tierra, la Copa Mundial de la FIFA en 2026, sin saber dónde podrán verlo en sus hogares. Se espera que el panorama y las agendas se puedan organizar, de modo que se puedan ofrecer servicios que por lo menos estén completos y se puedan consumir de manera adecuada, de modo que el precio de la pasión no conlleve terminar perdiendo esa misma pasión.

Con el objetivo de motivar la participación ciudadana y para garantizar un tratamiento informativo adecuado frente a los contenidos presentados, los invitamos a escribir a [email protected] en caso de dudas, aclaraciones, rectificaciones o comentarios.

Scroll al inicio