Cuando me enteré de lo sucedido con el caso de Mara lo primero que pensé fue “no quiero saber nada”, me duele tanto en lo que se ha convertido la sociedad que me negué a informarme sobre lo sucedido, omití comentarios y seguí con mi vida. No sé que me hizo pensar que el hacer caso omiso a lo que está pasando era la mejor opción. Volvernos ignorantes ante este tipo de situaciones es el error más grande que podemos cometer; cuando comencé a escuchar detalles sobre Mara, opiniones de mis compañeros, notas relacionadas, etc. Me puse a pensar en mi, en como este tipo de situaciones me afectan a mi como mujer aún siendo alguien externo que gracias a Dios no ha sufrido ningún tipo de acoso o abuso.
Caí en cuenta que desde que soy consciente de este problema, “me cuido” en pequeños detalles. Me volví una persona que cuida que ponerse por miedo al que dirán, y no, no es ese miedo a encajar, si no es el miedo a provocar a algún hombre por mi vestimenta; a dejar a un lado los escotes por que no vayan a pensar que me les estoy insinuando; claro, entiendo que existe un código de vestimenta adecuado para cada ocasión, pero porque escoger mi ropa para cuidarme y no para seguir un código de etiqueta. Eso de “no te vistas para nadie, vístete para sentirte linda y segura” ya no aplica en el siglo XXI. Ojo, esto ha existido desde siempre, pero en mi punto de vista, se ha incrementado más en estos últimos años.
Así como Mara, hay miles y miles de casos similares, incluso peores y desgraciadamente el número sube y sube a pesar de todas las campañas que se hacen para cambiar esto, y a pesar de todos esos esfuerzos me es impresionante ver el tipo de comentarios machistas de hombres y mujeres echándole la culpa a la mujer; si, comentarios de mujeres diciendo que “se lo merecía”, no puede ser posible que haya personas del mismo género que en lugar de hablar y defender, prefieran “quedar bien” apuntando con el dedo lo que la sociedad dicta que está “mal”.
A las mujeres que han sido violadas y asesinadas por “usar esa falda corta que tal vez sea su favorita”, “beber copas de más por querer tener una noche de diversión con sus amigas”, “usar una blusa con escote que probablemente no era provocativo, si no la blusa tendencia que todas tienen ”, “andar en la calle a altas horas de la madrugada porque perdió la noción del tiempo” les quitaron la sonrisa, les rompieron todos su sueños y terminaron con su vida sin tener el derecho.
Aquí mi duda es ¿porque la culpa la tenemos las mujeres y no todos los hombres que sienten tener el derecho de acosarlas de manera verbal o sexual por el simple hecho de usar falda, salir de fiesta o regresarse tarde a casa?
La culpa no la tiene Mara, la culpa la tenemos todos nosotros por quedarnos callados, por dejar que sigan sucediendo estas cosas, por no cuidarnos entre todos; la culpa no la tiene Mara ni ninguna otra víctima, la culpa la tenemos nosotros como sociedad por ser incapaces de erradicar esta mentalidad en la sociedad.