Para hacer proyectos sociales se debe tomar en cuenta los niveles de desarrollo de la sociedad para mirar sus partes vulnerables, sensibles y menos privilegiadas, de eso trató la conferencia 1:1 del costarriqueño Alejandro Vallejo Rivas en el Pabellón M.
Vallejo contó que este edificio, además de ser el más grande en Latinoamérica construido en madera, efectuó un cambio en el paradigma de cómo hacer la arquitectura; asimismo, reveló que el nombre del lugar era Cueva del sapo pero la comunidad y ellos mismo llegaron a un acuerdo de nombrarlo Cueva de Luz por el simbolismo de ser un lugar para niños y jóvenes que están en la oscuridad pero que a través de enseñar estas disciplinas los saquen a la luz.
“El proyecto ya venía con alma”, mencionó Vallejo mientras mostraba Cueva de Luz, un proyecto galardonado con el Gran Premio Bienal y que nace para dar apoyo a los niños con bajos recurso, enseñándoles distintas disciplinas como: arte, música, dibujo, etc.
Para él, Costa Rica es un paraíso pero no dejó de lado el mencionar las bajas condiciones en las que vive la gente del país, la pobreza; de aquí surge la necesidad de crear arquitectura que ayude a la sociedad.
Después de unas breves preguntas y felicitaciones por parte del público se le entregó un reconocimiento al arquitecto a consecuencia de su arduo trabajo y proyectos.