Suena la alarma a las 04:20 AM y despierta a Oziel Escamilla Jiménez, ya es hora de entrenar. A las 5:00 AM en punto, Oziel se tira un clavado en la alberca fría, es hora de entrenar.
Al terminar, empieza el trabajo en el gimnasio. Cuando llega a casa desayuna y toma la bata, es hora de tomar clases para poder graduarse de Medicina en la Universidad de Monterrey.
«Empecé a nadar a los 7 años para mantenerme en forma y desde entonces he competido casi toda la vida» Esta ha sido la rutina de Oziel desde pequeño, actualmente compite un fin de semana sí y otro no. «Cuando estoy en competencia no pienso en nada más, nada de estudiar, ya cuando acabo vuelvo a la realidad de estudiar».
Los martes y jueves no se despierta tan temprano, la alarma solamente suena a las 6:00 AM para comenzar a nadar de nuevo en el agua fría, como todos los días lo hace.
Los sueños de Oziel son dentro de la piscina y el quirófano, en cada momento libre de su horario, toma los libros de Embriología y Anatomía para cumplir su sueño, «Quiero ser un cirujano reconocido en el país pero también representar a México en los Juegos Centroamericanos y Panamericanos».
Esta vida extraordinaria no podría ser, sin el sustento de sus padres, que siempre lo impulsan a ser más, dentro y fuera de la piscina. Además de cumplir con el rendimiento físico del deporte, Oziel no deja los estudios pues tiene una beca del 90% que gracias a horas de estudio y dedicación, le permiten ser un alumno ejemplar en la UDEM.
«Yo los invitaría a todos a que busquen una disciplina y salgan de su zona de confort, conozcan nuevas personas y, aunque es difícil, entre más completo seas como persona, más fácil es triunfar en la vida».