Como olvidar la vez que Ross, triste por el divorcio de su esposa lesbiana, exclama que lo único que quiere es estar casado otra vez, cuando una agitada Rachel entra vestida de novia a la cafetería donde todo inició, Central Perk. Desde ese momento Friends se dedicó a brindarnos los momentos más graciosos de un grupo de seis amigos en sus veintes que iban viviendo el día a día: el amante de los dinosaurios, Ross; su obsesiva hermana, Monica; la niña rica y malcriada que estaba aprendiendo lo que era la vida real, Rachel; el espíritu libre, Phoebe; el galán y amante de la comida, Joey; y el inseguro y chistoso Chandler.
Sus experiencias son algo que siempre están presente en nuestras cabezas, como la vez que Phoebe prestó su vientre para tener los trillizos de su hermano y la esposa de éste, la propuesta de matrimonio de Chandler a Monica, en su departamento, rodeados de muchas velas encendidas, la incógnita de si Rachel y Ross en verdad terminarán juntos, o las muchas conquistas de Joey.
A 25 años de su primera transmisión y a 15 de su final, Friends sigue considerándose como una de las sitcoms más icónicas de la historia de la televisión, tanto que la cadena de streaming Netflix accedió a pagar 100 millones de dólares a finales de 2018 para mantenerla en su catálogo un año más en Estados Unidos.
Friends como fenómeno televisivo
Friends salió en la época de la televisión de paga, cuando las cadenas televisivas anunciaban el horario en el que pasarían los capítulos y cada persona organizaba su agenda para estar disponible a la hora del episodio y así verlo con tranquilidad, rememora Alfonso Guevara López, maestro de la carrera de Producción Cinematográfica Digital en la Universidad de Monterrey (UDEM).
“Extraño el tener que esperar una semana para ver el capítulo de Friends, era padre porque ibas viviéndolo junto con los personajes y ahora estamos acostumbrados a que todo sale de un jalón y está bien, pero son experiencias distintas”, opina Janett Juárez Lozano, catedrática de Guiones para Medios en la UDEM.
Sergio Salazar Cavazos, graduado de maestría en Producción de Cine en Portugal, Reino Unido y Estonia, recuerda cómo era consumir la serie durante sus años de estreno, cuando en muchas ocasiones resultaba más cómodo adquirir los boxsets de las series americanas del momento, de esta manera era posible “maratonear” capítulo tras capítulo, tal como se hace en la actualidad.
Sony fue la primera cadena que transmitió la serie y después pasó a Warner, la cual sigue pasando los capítulos y ocasionalmente realiza maratones.
También destaca la diferencia entre las plataformas que, hoy en día, proporcionan contenido inmediato al gusto del espectador y el llevar el seguimiento en tiempo real de la serie.
El también colaborador del Festival de Cine de Monterrey, expresa cómo con el uso de plataformas de streaming cambió el sentido de comunidad que existía antes al momento de ver una serie televisiva, pues señala que parte del encanto de ver Friends era el juntarse con amigos a ver un nuevo capítulo o compartir el contenido desde el DVD, mientras actualmente cualquiera puede ver los episodios solos y comentarlos posteriormente en línea, sin la convivencia cara a cara.
Ahora, al estar en Netflix, la forma en la que es consumida la serie es mediante el binge watching, afirma Beatriz Inzunza Acevedo, maestra de Investigación de la Comunicación en la UDEM, puesto que es muy digerible y fácil de ver, ya que no es necesario ponerle tanta atención, por ejemplo, puedes tenerla de fondo mientras realizas otra actividad y aún así entenderle perfectamente a cada capítulo.
La sitcom ha tenido un gran impacto en la cultura desde los 90, expone la también maestra de Teoría de la Comunicación de Masas, ya que en el tiempo que se transmitió fue inspiradora debido a que fue un referente de modas, a lo largo de las temporadas se puede ver cómo fue evolucionando ésta a través de los peinados, la ropa, los dichos, frases y cosas que hacer.
Por otro lado, es un referente en cuanto a las situaciones de la vida cotidiana, es decir, las personas se pueden identificar con lo que viven los personajes, como el final de una relación, la forma de convivir con un mejor amigo, por mencionar unos ejemplos.
Detrás de la realización de Friends
Acerca de la producción de la serie, Guevara explica que ésta consistió en grabar cada episodio en un estudio, donde pudieran tener las luces, el clima y las personas controladas, ese era el estándar para grabar sitcoms; además, pocas veces en verdad sacaban a los actores del estudio, puesto que esto implicaba tener a cada persona asegurada y organizar todo el movimiento del personal.
Añade que la grabación podía llegar a ser complicada, debido a que en el estudio había público en vivo y era necesario entretenerlos entre cada toma, ya que se podía llegar a grabar una escena y posteriormente estar un largo rato sin hacer nada más.
“Para hacer Friends, grababan en cámaras de cine, escaneaban el filme en discos ópticos y de ahí editaban en computadora, posteriormente se sacaba una especie de metadata para editar lo que faltara y así, luego exportar lo que sería el episodio”, dice el también profesor de Vídeo en la carrera de Licenciado en Ciencias de la Información y la Comunicación.
El maestro explica que dependiendo de la década y de los creadores que surjan en estas, inspirados por cuestiones políticas o económicas, cada serie desarrolla su trama en una ciudad que esté de moda en el momento, por ejemplo en la década de los 80 la ciudad que destacaba era la de Los Ángeles; Friends salió en una época donde la ciudad que se hizo popular fue Nueva York.
Esto ayudó a desarrollar la historia de amistad de los personajes, puesto que en Manhattan era propicio que la gente coincidiera, ya sea por trabajo o diversión.
Temas que tratan
Friends se atrevió a hablar de temas que no era común tocar en los 90, como la homosexualidad, las personas travesti, el sexo y el empoderamiento de la mujer, combinándolos con el humor de la serie, sin embargo el hacer esto causó que se trivializaran.
“Yo creo que fue realmente pionera en temas, en hablar tan abierto de las mujeres siendo abiertamente sexuales, de ser más libres con su cuerpo, de homosexualidad y demás, pero creo que, si bien habló de estos en ese momento, ya con tanta perspectiva debemos de estar mucho más conscientes y creo que el contexto se presta para que nos demos cuenta de que los manejaron de una manera tal vez errónea”, explica Melissa Ávila Loera, graduada de maestría en Estudios Latinoamericanos con enfoques en sociología urbana.
La maestra del Departamento de Ciencias Sociales de la UDEM señala el caso del papá de Chandler, personaje del que nunca se sabe si es travesti o transgénero, ya que el mismo Chandler no sabía cómo referirse a él, como mamá o papá; en cambio, usaron esto como un chiste, nunca mostraron como algo serio el hecho de que él pudo haber transicionado mediante una cirugía de reasignación de sexo.
Además, señala que esto también se puede observar en otras situaciones relacionadas con la comunidad LGBT.
Sin embargo, aclara que esto no significa que Friends fuera buena o mala, sino que estaba muy matizada, ya que hubo ocasiones en las que la forma en la que manejó los temas fue la correcta, como el caso de la boda de Carol, la expareja de Ross, cuando al punto de ser cancelada por complicaciones, él le dice que luche por su amor si es lo que la hace feliz.
A pesar de que en Estados Unidos era muy probable que haya sido aplaudido el animarse a hablar de estos temas en la serie, en México seguían siendo muy tabú en los 90, afirma Ávila, al punto de que la serie era transmitida a las 11 de la noche por el Canal 5 con el fin de que no fuera vista por niños y jóvenes.
Posteriormente, con Warner, Friends se podía ver en un horario más temprano e incluso la cadena televisiva realizaba maratones de esta.
La socióloga expresa que su forma de hablar de estos temas y la falta de representación de las minorías, como la comunidad LGBT, los latinos, las personas afroamericanas, entre otros, le hace ver que Friends fue escrito por estadounidenses blancos.
¿Por qué funcionó?
Su guión, personajes y su forma de contar las experiencias de los seis amigos posicionaron a Friends como una de las sitcoms más exitosas y populares de su generación y le ha permitido trascender hasta la actualidad, pues es considerada una de las más famosas entre las nuevas generaciones.
“Está bien hecha porque sigue las reglas de la comedia; tiene un diseño de personajes, son seis personajes que se complementan y se balancean, cumple con la regla de variedad de los personajes, les da tridimensionalidad, pero los caricaturiza para poderse burlar de ellos, cumple con las reglas de la comedia como espejo de la realidad, tiene un ritmo y una dirección, tiene muchas cosas que se juntan y la hacen un buen producto y la hacen timeless”, dice Juárez.
La catedrática afirma que parte de su éxito se debió al guión, puesto que es muy básico y tiene el fin único de entretener y contar anécdotas, como si un amigo estuviera contigo y te relatara su primera cita, una cita a ciegas o sus experiencias en el trabajo.
Expresa que tiene un punto de identificación, ya que las situaciones que viven los amigos son muy cotidianas, lo que permite que te puedas identificar a cualquier edad y en cualquier momento, lo único que puede variar es la perspectiva, debido a que cuando ya la has visto varias veces y en diferentes puntos de tu vida, empiezas a notar cosas que antes no.
“Friends ni siquiera es de mi generación, es de la “X” y un poquito más arriba de esta, pero yo me sentía implicada en su momento y ahora veo gente de 15 años que ve Friends y le gusta… porque está escrita así, es muy honesta y real y trata de temas muy sencillos a los que todos nos enfrentamos en la vida cotidiana y esto la hace como timeless”, afirma Juárez.
Su fama se debió a la atemporalidad con la que cuenta Friends, señala el también profesor de Guiones para Medios en la UDEM, ya que sin importar el tiempo que pase, Friends es esa serie cuyas temática nunca finalizan y continúan con vigencia, atrayendo así la atención de diferentes generaciones que, de alguna u otra manera, logran relacionarse con los personajes y llevar el humor de la sitcom a su vida cotidiana.
“El fenómeno es replicable, puedes acabar la serie y volverla a empezar luego luego, porque no envejece, es esa atemporalidad que es tan estable que te permite que cualquier persona que lo vea le interese y el tipo de humor está tan bien hecho y bien conformado que es muy difícil que alguien no lo entienda o que alguien diga que ese chiste no da risa porque es de los noventa”, expresa el maestro de guiones.
Agregó que definitivamente uno de los aspectos a destacar de esta serie es la forma en que logra reconfortar al espectador, puesto que por su humor y trama, no es el tipo de historia que deje a la audiencia con sensación de aburrimiento o tristeza.
Para Ávila su popularidad se debió a que, si bien no era el punto de la serie hablar de homosexualidad, empoderamiento de la mujer, machismo y relaciones sexuales, se atrevieron a tocar estos temas combinándolo con un humor muy digerible y las experiencias de los seis amigos de la vida cotidiana.
Inzunza atribuyó su éxito a sus personajes, puesto que es una de las primeras series que logró tener una buena representación de una tipología de personas con las que los espectadores pudieran identificarse, con una personalidad y un carácter muy único.
Análisis de los personajes
Los personajes son un punto clave para que las personas se enganchen con una serie o película, pero tienen que estar bien construidos para que la audiencia se identifique con ellos, afirma la maestra de Investigación de la Comunicación; en esta sitcom la forma en la que fueron construidos los seis amigos y sus distintas personalidades, permitió dar una gama de posibilidades para que muchas personas tuvieran ese enganche con la serie.
Salazar expresa que tenían características muy distintas de personalidad, esto facilitaba que espectadores pudieran identificarse con al menos uno de ellos; por un lado, en los personajes femeninos, estaba Rachel, que se caracterizaba por ser bonita sin llegar a ser sexualizada, luego estaba Monica que era compulsiva y luego Phoebe mostrada como tonta.
Por otro lado, con los masculinos, estaba Ross que era ñoño, luego estaba Chandler que era inseguro y bromista y, por último Joey, que como Phoebe, también se caracteriza por ser tonto.
“Hay tres hombres y tres mujeres, pero los tres son como, Joey es a Phoebe lo que Rachel es a Ross y Chandler con Monica” señala el profesor respecto a la forma en la que se complementaban los personajes.
En la serie, el conflicto del personaje siempre iba a girar en torno a su característica distintiva de personalidad, agrega Salazar; por ejemplo, en el caso de Monica, puesto que ella era obsesiva, su conflicto trataba de si iba a ser aprehensiva o no y esto hacía que pensaras que conocías al personaje, ya que lo podías predecir, si pasaba algo podías saber cómo iba a reaccionar este.
Juárez dice que Friends se fue probando y se fueron modificando los personajes un poquito, por ejemplo, tenían la idea de que Phoebe y Chandler fueran secundarios, pero al final no fue así y agarraron más peso, además cree que no se tenía la idea de que Chandler y Monica terminaran juntos, pero así fue porque los personajes van evolucionando conforme avanza la serie.
Afirma que se fueron ajustando y adaptando a lo que vieron que estaba funcionando o no, pero sin llegar a traicionar a sus personajes y cuando lo empezaron a hacer, en la temporada donde Joey y Rachel inician una relación, la serie empezó a tambalearse.
“Esa es la clave, no traicionar a tus personajes, pero hacer que evolucionen conforme te lo va pidiendo la serie”, explica.
Acerca de estos, Guevara dice que en Friends hubo una representación de personas que no tenían más que un nivel de educación básico, puesto que había personajes que no llegaron a terminar más allá de la preparatoria, como fue el caso de Phoebe y de Joey, aunque después se mostraba que eran inteligente de otras formas.
Agrega que este hecho tuvo ciertas críticas, debido a que se decía que se estaba deificando la ignorancia, es decir, hacían ver que ser ignorante estaba bien.
Sin embargo, Ávila expresa que este no era el caso, ya que el hecho de tener una educación no implica que alguien no sea ignorante en otros aspectos o viceversa, por ejemplo, Phoebe hablaba con fluidez tres idiomas, inglés, francés e italiano, a pesar de que ella no completó sus estudios por estar viviendo desde muy joven en la calle tras el suicidio de su madre.
Dice que, más bien, cada uno de los amigos tanto los que estudiaron como los que no, perpetúan ciertas visiones.
También, la catedrática habla de que hay varios momentos de Rachel durante la serie donde demuestra que las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones, el primero pasa al inicio de la serie cuando no se casa y esto porque ella no quiere, a pesar de que tiene la presión de sus padres y la presión social porque era lo que debían hacer las mujeres, casarse, sin embargo ella deja a su novio y su hogar para mudarse a Nueva York y hacer su propia vida.
Ávila, también explica que la serie mostraba hombres que se atrevían a no ser el estándar masculino, como Ross que le gustaban sus juguetes de dinosaurios o Chandler que es más afeminado y sabe depilar la ceja y pintar las uñas, aunque aclara que en Friends siempre que enseñaban que un hombre puede ser sensible y no tan macho, al instante ponían las risas como para decir que no era lo correcto.
Sobre Phoebe expresa que no se sabe mucho de ella, su historia de vida fue muy ambigua, porque se muestra que vive en un departamento muy bien arreglado pero no se explica cómo llegó hasta ahí, ya que ella vivía en la calle, lo que también es una incógnita puesto que ella tenía una abuela y una hermana gemela con la que pudo haber vivido.
Y afirma que le hubiera gustado conocer más de ella, como el hecho de cómo llegó a ser masajista y si hizo algo más o saber cómo llegó a vivir con Monica.
La serie sigue haciendo reír a carcajadas con cada chiste de Chandler o cada idea loca que tiene Phoebe, continúa incitando que las personas se identifiquen con el rompimiento de Ross y Rachel, que se sientan orgullosos por lo que ella logró con su esfuerzo, que suspiren por Joey con su famosa frase “How You Doin’?” y que se estresen junto con Monica cada vez que algo está sucio o fuera de lugar .
Y, finalmente, ha hecho que alguna que otra lágrima se escape cuando aparece el apartamento de Monica, donde hubo cenas, pijamadas, celebraciones, peleas y reconciliaciones, vacío, con los seis amigos despidiéndose del lugar que les trajo tantos buenos momentos.