Con siete sencillos por discografía y mucho por compartir, Jair nos habla de su trayectoria como cantante y sus inicios como productor musical.
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Todo empezó a los 6 años. Su abuela tenía un gran piano, un viejo mueble en el que Jair solía jugar y que terminaría por introducirlo a las notas y los acordes.
Dos años más tarde, el cantante ya jugaba con la guitarra de su tío. Rompió varias de las cuerdas, pero su amor por el sonido ya era algo definitivo, por lo que pidió a su madre que lo inscribiera a clases para aprender el instrumento.
A los 11 años empezó a experimentar con las letras y melodías. Intentó primero componer rock metal, mas no tuvo mucho éxito, por lo que se decidió por lo acústico.
No fue hasta los 13 años que grabó su primer disco. Fue dentro de un aula vacía en su escuela de música, sin más que unos cuantos micrófonos para trabajar su record. Su entonces profesor le produjo el disco, más Jair comenta que quedó bastante mal.
Ante la negativa del maestro por mejorar la calidad del disco, Lázaro decidió trabajarlo por su cuenta. La práctica le dio experiencia y poco después se lanzó a estudiar una carrera técnica en audio.
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Jair se enorgullece de trabajar su propia música de inicio a fin, siempre listo para convertir sus ideas en productos tangibles. En una industria cada vez más accesible, el rotar entre músico y productor no parece una idea tan loca, ¿o si?