El reto de la drogadicción

Los jóvenes que están envueltos en las drogas, sean muchachos pudientes o no pudiente económicamente, tienen en común que la fuente de su adicción reside en la falta de afecto, así lo dijo Pbro. Cesar Méndez Ayala, coordinador de Pastoral de la Salud  de la Arquidiócesis de Monterrey, durante el 4to Coloquio sobre Evaluación y Tratamiento del Comportamiento Adictivo en la Universidad de Monterrey.

Existe la creencia general de que la mayoría de los jóvenes envueltos en las drogas son aquellos que carecen de recursos económicos; sin embargo, el cura explicó que también hay muchachos de clase pudientes, quienes tienen todo pero carecen de la atención afecto de los padres de familia.

Hizo referencia a que para evitar las adicciones en los jóvenes, los padres de familia tienen que poner manos fuertes y firmes sin caer en ser impositivos sino en lograr ser propositivos y a su misma vez darles la real atención que sea necesaria, dijo “Los muchachos que inician con esto, están pidiendo a gritos el amor y afecto de alguien”.

Aunque existan jóvenes bajo adicciones severas, todos cuentan con la posibilidad de salir de su adicción; el sacerdote habló de la inclusión que corresponde a cada miembro de la sociedad y de las repercusiones positivas de dicha inclusión, dijo “cuando los muchachos se san cuenta que dentro de la sociedad se les reconoce, se les toma en cuenta y respeta, su actitud cambia, pues el afecto y respeto que tanto necesitan se les da, es ahí cuando ellos inician a corresponder, a involucrarse”.

Vivir en una comunidad inmersa en la salud integral es bienestar para todos, Méndez Ayala afirma que es un ideal muy grande – un bien común para la sociedad- el cual puede llevarse acabo mediante la información en experiencias y la concientización ante el compromiso de cada integrante de una sociedad.

 

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