La magia del ballet

“La gente piensa que el ballet es algo delicado, pero requiere de sufrimiento y fuerza muscular, pero el sufrimiento se convierte en amor y es algo que disfruto mucho” – Marisol Díaz.

4 años6 años

Marisol comenzó en el mundo del ballet desde que tenia tan solo tres años de edad, dio continuidad a una tradición familiar, siendo la abuela, madre he hija las que comparten el mismo gusto por el ballet, demostrando a quienes la conocen que su amor por la danza lo hace único en su estilo de vida.

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Esta bailarina originaria de Perú, que se encuentra cursando un semestre de intercambio en la Universidad de Monterrey,nos comparte su amor por la danza y la música expresando su gusto en cualquier lugar y en todo momento: “A veces voy caminando en la calle y de repente me encuentro caminando en puntas, extiendo el pie y los brazos, lo llevo en mi mente en todo momento.”

A demás de esto, Marisol ha dado sus primeros pasos en el violín, aunque no es muy constante esto le ha permitido aprender y escuchar composiciones de violín por su cuenta. Logrando de esta forma complementar su vida artística y profesional en una sola.

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Para esta joven bailarina, el ballet le ha dado varias oportunidades, ha aprendido a amar la música, ajustar su cuerpo, tener concentración y disciplina. Desde que llego a Monterrey se ha dedicado a entrenar tres veces a la semana en una escuela rusa de ballet clásico en la ciudad regia, permitiendo mantener su acondicionamiento físico.

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Actualmente, esta estudiante de artes visuales, mantiene una cercanía con la música, el teatro y la danza. Ella a través del ballet siente la emoción de estar en frente de un escenario, pero sabe que es grato el reconocimiento por parte del público.

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A propósito de esto, Marisol nos cuenta el paradigma de que un hombre baile ballet, reconociendo que los hombres son buenos bailarines, son los mejores coreógrafos, pero requiere de más técnica de fuerza y giro. Sin embargo, para esta diva del baile se debe romper ese “pensamiento” ya que al bailar el hombre no pierde su masculinidad.

Conoce un poco de Marisol:

 

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