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Alrededor de 38 osos negros existen en el estado de Nuevo León en una densidad poblacional del 0.02 kilómetros cuadrados y su sobrevivencia se agrava a que está en peligro de extinción y protegido bajo la Norma-0 59 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De acuerdo a un estudio preliminar realizado por Juan Pablo Simbres Macías de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Nuevo León, (UANL) indican que son muy pocos para todo el estado comparado con otras regiones de América del Norte.
“Las autoridades dicen que hay sobrepoblación por el número de reportes de avistamientos que ha incrementado cada año en el campus de Mederos… pero que el número de reportes y conflictos se incremente no quiere decir directamente que haya mayor número de población de osos”, dijo Juan Pablo Simbres Macías.
La Norma- 059 de la Semarnat enlista a las especies que se encuentran en alguna situación de riesgo debido a que sus poblaciones tienen alguna amenaza; el caso de la categoría de peligro en extinción es el nivel más alto de asignación, para que se encuentre en esta lista es debido a que la distribución de la población de cierto animal a nivel geográfica es pequeña y cuando las actividades humanas no permiten la viabilidad de las especies.
Los osos tienen una adaptación evolutiva llamada, implantación retardada, en los meses de junio y julio es cuando se da la etapa de apareamiento, si se da con éxito la fecundación tiene hasta finales del mes octubre, sin embargo, es la etapa en la que el organismo de la osa exige comida para poder dar luz en entre los meses de enero y febrero.
Los avistamientos de osos que se han dado en el año 2017 son de 15 reportes y capturas disminuyendo en el 2016 fueron 54 siendo bajo comparado con los reportes que hubo en el 2015 fueron 123, en el 2014 fueron 18 y en el 2013 fueron 89.
Juan Pablo Siembres Macás habló sobre el comportamiento de los osos, aclara que no es de ellos ser hostiles y no se han dado reportes donde avistamientos hayan terminado en conflictos, aun así, pone como ejemplo reportes que se han dado en distribuciones de osos en Estados Unidos y Canadá, donde este mismo tipo de osos siguen el mismo patrón de comportamiento que se ve en Nuevo León, pero estos han llegado terminar en conflictos donde el oso ataca a personas.
Siembres Macías hace saber las razones por las cuales pueden llegar atacar dice: “Por más que estén habituados y no los veamos hostiles nunca dejarán de ser animales silvestres y nunca se puede predecir su comportamiento ante una situación”.
Juan Pablo Simbres Macías explicó que los osos no son buenos cazadores, es por esto que comen todo lo que es fácil de conseguir, ya sea desde aves, huevos de aves e insectos, así como frutos, hojas y semillas lo que contribuye al ecosistema en el ciclo de nutrientes.
Protocolos para el manejo del oso
Los protocolos manejan las autoridades son para atender la presencia del oso en diversas situaciones.
PROFEPA, Parques Y Vida Silvestre, Protección Civil del Estado, Protección Civil de los Municipios, son autoridades que intervienen el avistamiento.
“Uno de los protocolos es evaluar si está en riesgo la población o el animal, si no es así, se le canaliza y se le ahuyenta, quiere decir, que se vaya por su propia cuenta, es el mejor de los casos y enseñarle que no es bienvenido dichas zonas escolares o residenciales “, explicó Manuel Muzquiz biólogo del Parque y Vida Silvestre de Nuevo León.
Si el animal no puede irse por su cuenta utilizamos estímulos negativos que pueden ser sonoros, perros entrenados o con cohetes, en caso de que entre en alguna escuela o zona residencial requieren de algo rápido con dardos tranquilizantes
Los estudios indican que el 80 por ciento de los osos que son capturados para ser reubicados en otra área que no es su hábitat, llegan a morir en los próximos meses al intentar regresa a su lugar original, a la búsqueda de alimento e incluso llegar a ser atropellados, les dispara algún cazador o ganadero, señaló el médico veterinario.
Agregó Juan Pablo Macías, que mueren porque llegan a un lugar que no conocen y tienen que pelear con otros osos, buscar refugio, comida y agua en un lugar que no pertenece.
La basura un arma mortal
En las áreas urbanas que están cerca de zonas montañosas y cerros se ha vuelto más común este conflicto, porque el oso se acostumbrado a las actividades humanas como el mal manejo de la basura y normaliza este comportamiento.
El comportamiento que presentan es el del animal habituado a la actividad de la gente y ese es un comportamiento que no es normal y natural de ellos. La naturaleza del animal debería ser alejarse o sacarles la vuelta a los sitios por el simple hecho de escuchar actividad de gente como carros, perros y personas.
“Hay un dicho que dice ‘Oso alimentado es un oso muerto’ porque un oso habituado a comer directo de los humanos es un oso muerto. Y el hecho de comer basura se come la bolsa entera y esto afecta su sistema intestinal”, manifestó Simbres Macías.
Manuel Muzquiz, biólogo de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León dijo estaban proponiendo el bote de basura anti oso a prueba de oso para residencias que viven en zonas montañosas para que se minimice el contacto.