Exposición fotográfica revive la memoria de la ciudad
Por: Margoth Borquez y Constanza Garza
La ciudad de Monterrey, conocida por su constante crecimiento y modernización, también es testigo de la desaparición de sus antiguas construcciones, lo mismo que de algunas expresiones sociales que han quedado en el olvido.
La exposición fotográfica La curva del olvido, realizada por los maestros del Departamento de Cine y Comunicación de la Universidad de Monterrey, Janeth Aguirre Elizondo, Luis Gerardo Frías, Juan Manuel González, Daniel Ulloa y Alfonso Guevara, aborda esta problemática e invita al público a reflexionar sobre el olvido de la memoria urbana y el derrumbe de su historia arquitectónica.
La muestra de arte, que se encuentra expuesta en el salón 4204, invita al espectador a revalorizar el pasado de Monterrey y a cuestionar la manera en que se deja atrás parte de sus memorias.
¿Qué historia guardan las construcciones que desaparecen?
Janeth Aguirre Elizondo ha dedicado mucho tiempo a documentar la ciudad y su arquitectura, enfocándose especialmente en las edificaciones abandonadas y destruidas.
“Creo que es constante el derrumbe de casas, edificios y otras construcciones viejas, sobre todo las de mediados del siglo pasado. Hay un interés evidente en construir nuevas viviendas, pero me pregunté por qué se tiraban los edificios que estaban en desuso y no se recuperaban”, comenta la artista.
Su obra expuesta, denominada General Electric, está compuesta por seis fotografías que muestran los restos de un edificio que tenía la empresa norteamericana en Monterrey y que fue derrumbado. Las imágenes transmiten olvido.
A través de su obra, Aguirre Elizondo busca exponer un patrón en la desaparición de edificaciones emblemáticas, cuyos estilos arquitectónicos reflejan ideologías y momentos específicos del desarrollo y auge de Monterrey, la ciudad empresarial e industrial del país.
“Olvidamos la historia de nuestra ciudad, que es parte de nuestro pasado. ¿Será que no queremos ver nuestro pasado porque no nos gusta y nos dedicamos a destruirlo?”, se pregunta la artista.
Para la fotógrafa, el impacto de su trabajo no se limita a la belleza de las imágenes, sino que busca provocar cuestionamientos en quien las observe. Aguirre espera que los visitantes de la exposición se pregunten qué historias ocultan los edificios que desaparecen y cuál es el valor de esas memorias perdidas.
Las calles de la ciudad también guardan recuerdos
El fotógrafo Alfonso Guevara tiene expuesta una obra con la que intenta retar a la memoria a no olvidar. Son dos fotografías que representan dos momentos diferentes de un mismo trayecto por las calles de Monterrey.
Su pieza se llama Priming porque busca replicar con estas imágenes lo que en psicología se conoce como el “efecto priming”, mediante el cual las imágenes o estímulos que llegan a la memoria quedan impresos y provocan que una imagen o un estímulo posterior relacionado facilite la respuesta o recuerdo del primero.
“Las calles de las ciudades también tienen historia y guardan recuerdos. Lo que busco con mi obra es jugar con la memoria. Le presento una primera imagen de una avenida de la ciudad para que quede impresa en la memoria y luego una segunda imagen de la misma para que se vuelva a imprimir y forzar el recuerdo de la primera”, explica Guevara.
Aunque caóticas, porque fueron tomadas con esa intención para simular lo pasajero que pueden ser los recuerdos en la memoria de las personas, las fotografías muestran elementos que son reconocibles para el observador, lo cual alude a la historia que guardan las calles y las ciudades y que no debe ser olvidada por la memoria colectiva de los pueblos.
Hay espacios que no se pueden olvidar
Las imágenes que muchas personas guardan en su memoria de pasillos y salas de espera vacías de los hospitales durante los años de pandemia del Covid-19 serán difíciles de olvidar.
La obra del artista Juan Manuel González La larga y dolorosa experiencia del tiempo muestra una serie de fotografías que fueron tomadas al interior de la Clínica 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social durante la cuarentena, cuando el aislamiento obligado dejó vacíos algunos espacios colectivos que hay en la ciudad.
“Los espacios están vinculados a las experiencias y memorias que tenemos de ellos. Y, aunque pareciera que la pandemia se nos está olvidando, esos espacios y memorias quedan grabados en nosotros más allá de lo que a veces queremos, por lo que no es tan fácil olvidarlos”, afirma Juan Manuel González, director del Departamento de Cine y Comunicación de la UDEM.
El autor de la obra reflexiona sobre cómo las personas tienen memorias ancladas a determinados espacios como consecuencia de las diferentes experiencias que los vinculan a ellos y cómo esos recuerdos regresan cada vez que los espacios incitan a la memoria y la regresan en el tiempo.
El ciclo construcción-destrucción
La creación Trienios, de Daniel Ulloa, es una crítica sobre las obras públicas mal planeadas y realizadas, producto de prácticas políticas demagógicas y de administraciones que no planifican a largo plazo, que afectan principalmente a los ciudadanos, pero que con el tiempo estos mismos terminan olvidando.
La pieza de Ulloa es una fotografía del Puente Jiménez, ubicado sobre la avenida Morones Prieto, en el municipio de San Pedro. La obra consta de cuatro imágenes: el puente construido, su derrumbe, otra vez construido y una vez más destruido, para aludir a un ciclo en el que las administraciones avanzan con obras que son construidas de forma deficiente o bien que debieron haber sido planeadas y construidas décadas atrás.
“Es algo que sucede en todos los niveles de gobierno: nacional, estatal y municipal. Pareciera que se enfocan en realizar obras que sean visibles, como carreteras y puentes, y dejan de lado otras que son fundamentales pero no se pueden mostrar, como el drenaje”, afirma el artista.
“El problema es que algunas de esas obras, que se hacen con la misma rapidez de las administraciones municipales o estatales, terminan destruidas o desmoronándose, producto de una mala construcción, a merced del desgaste o los fenómenos naturales, como huracanes o tormentas”, agrega Ulloa.
La pieza, dice el artista, invita a reflexionar sobre el flujo interminable de construcción, destrucción-reparación-licitación, patente en varias de las obras públicas en el área metropolitana.
La memoria política, tan determinante y difusa
El artista Luis Gerardo Frías plasma en su obra Recuerdos de propaganda una paradoja: La fuerza del fenómeno político, que toma decisiones, gobierna y conduce a un pueblo o a una nación hacia determinados objetivos, y, sin embargo, la facilidad con que es olvidado o borrado de la memoria de las personas, aunque no de la historia, por cuanto todo aquello que deciden y hacen queda registrado.
Frías resume el fenómeno en cinco imágenes de anuncios de campañas políticas, las cuales aparecen borrosas o difusas para ilustrar la manera como quedan en la mente de los ciudadanos una vez pasadas las elecciones, pero el rastro de ellas no desaparece por completo porque la campaña o candidato ganador resulta determinante para la historia y el destino de los pueblos.
La obra de Frías también es una crítica hacia cómo la intensidad de las campañas políticas sólo se ve cuando las elecciones se acercan con la idea de reforzar estas imágenes en la memoria de los ciudadanos, pero rápidamente sus discursos hacia el pueblo y sus promesas desaparecen pasada la jornada electoral.
‘¿En qué momento comenzamos a olvidar?’
El fotógrafo Juan Manuel González documentó el fin de una tecnología que en una época fue revolucionaria y útil.
540 días olvidando muestra en cuatro fotografías 540 días en la vida de un teléfono público, que cada vez está más deteriorado y cuya imagen evoca importantes recuerdos para las generaciones adultas, mientras que para los más jóvenes aparece como un objeto descontinuado.
“Las fotografías documentan la muerte de una tecnología y junto a ella desaparece toda una manera de vivir, de comunicarnos y de conectar con otras personas, en una época en que este medio era la única alternativa”, dice el artista.
El avance de la tecnología ha hecho que la sociedad pueda estar conectada hoy de múltiples maneras y que antiguos equipos como el teléfono público hayan quedado en el olvido.
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