Cinco militares, sentenciados a 90 años de prisión por el asesinato de estudiantes
Por: Agencia Informativa UDEM
Después de 13 años de que los estudiantes Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso fueran asesinados extrajudicialmente en Monterrey, cinco militares involucrados en este hecho fueron condenados con 90 años de prisión.
La sentencia fue dictada el pasado 13 de octubre por el juez José Reynoso Castillo y dada a conocer ayer por los familiares de los estudiantes asesinados.
La noche del 19 de marzo de 2010 se encontraban los estudiantes dentro del campus Garza Sada del Tecnológico de Monterrey, cuando fueron asesinados por un grupo de militares que incursionaron sin razón en el centro educativo. Los militares en un principio los acusaron de ser sicarios.
Luego, al ser desmentidos, los militares cambiaron la versión y afirmaron que los estudiantes habían sido víctimas de fuego cruzado, pero ni una ni otra versión lograron sostenerse ante las evidencias que luego demostraron que fueron asesinados de cerca y de forma directa. Además, habían sido golpeados y les habían sembrado armas.
Las familias de Arredondo y Mercado, apoyadas por organizaciones de derechos humanos, iniciaron un proceso para llevar a la justicia a los culpables y salvaguardar los derechos vulnerados de los estudiantes.
Los familiares de Jorge y Javier celebraron la sentencia, pero aclararon que todavía falta camino por recorrer en el proceso para lograr una justicia completa para ellos, pues aún están pendientes las condenas por otros delitos como robo de identidad, abuso de autoridad y exceso de la fuerza.
“Para nosotros significa muchísimo, estuvimos esperando esto desde hace 13 años, cuando sucedieron los hechos. Mucha gente nos estuvo diciendo que no lucháramos porque era luchar contra la corriente”, afirmó Rosa Mercado, madre de Jorge, en conferencia de prensa ayer, quien estuvo acompañada por Joel Medina, padre de Jorge.
Los padres de Javier murieron sin alcanzar a ver justicia para su hijo. La madre falleció en el 2020 y el padre en el 2022, según narró ayer Reyna Arredondo, hermana de Javier.
En el momento del asesinato, Jorge, originario de Coahuila, tenía 23 años, y Javier, procedente de Baja California, tenía 24 años, y los dos eran estudiantes de excelencia.
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