Desde la academia podría impulsarse una regulación para fortalecer privacidad en redes sociodigitales: Beatriz Inzunza
Por: Daniela Ramos Garza y Ana Emilia Lomelí Marín
Conocer más sobre los términos y las condiciones que establecen las plataformas digitales para sus usuarios puede detonar una reflexión y posteriormente una postura crítica que impulse cambios en las políticas o en las mismas dinámicas de esos medios, aseguró Beatriz Inzunza, maestra del Departamento de Cine y Comunicación de la Universidad de Monterrey.
Este es, precisamente, uno de los objetivos de su nuevo libro Retos de la comunicación contemporánea, el cual apuesta por desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad de tomar decisiones más conscientes, no sólo en cuanto al consumo de contenido de información de estas plataformas, sino sobre lo que los mismos usuarios comparten.
La publicación como proyecto deriva de una materia homónima del libro que se imparte en la Universidad de Monterrey desde otoño de 2021 a los alumnos de todas las carreras. Al identificar el recibimiento positivo de los contenidos de este curso se impulsó la realización de este libro desde el Departamento de Cine y Comunicación, con el fin, en primera instancia, de que fungiera como guía para los maestros y alumnos, y en segunda, para compartirlo con instituciones educativas.
“No es un esfuerzo nuevo, desde hace tiempo existe todo un movimiento de educación para el consumo y uso correcto de los medios digitales, y aunque está muy enfocado en un público infantil, pensamos que también hay problemas que residen en la comunidad joven y adulta, ya que estos están constantemente conectados a plataformas digitales, consumiendo y publicando contenido”, explicó Inzunza, doctora con doble titulación en Estudios Humanísticos y Ciencias Sociales por la Universidad de Amberes.
Como parte de la solución ante la falta de privacidad, Inzunza dijo que se requiere implementar una regulación para proteger a los usuarios y a las audiencias de plataformas como Tik Tok, Meta, Microsoft, Amazon, Apple y Alphabet (Google), entre otras.
Desinformación, uno de los mayores retos
Inzunza también destacó la importancia de comenzar a educar a los jóvenes universitarios en comportamientos digitales para hacerle frente a la desinformación que se presenta desde estas plataformas.
“En México, más del 90% de la población mayor de 16 años tiene acceso a internet y se asume que todos reciben algo de desinformación que pudiera afectarles en materia de salud, política, sociedad, ideología y actitudes. Entonces, si estamos viendo que las consecuencias de la desinformación pueden ser agudizar la fragmentación social, es decir, causar más pleitos y polarización, lo que se requiere es fortalecer el pensamiento crítico”.
La investigadora agregó que una audiencia con mayor capacidad crítica puede ayudar a elevar la calidad de productos mediáticos. “Si hay más criterio, inevitablemente vamos a consumir menos cosas que promuevan desinformación, violencia y discursos de odio. Si sabemos comunicarnos mejor y consumir mejor, los medios van a tener que adaptarse a lo que los usuarios y audiencias están solicitando”.
Así mismo, los cambios en los contenidos y las dinámicas de los medios digitales no pueden depender solamente de la figura del Defensor de Audiencias, sino que tiene que fortalecerse con la responsabilidad del Estado de proteger los derechos de acceso a la información, libertad de expresión y privacidad, señaló Inzunza.
Por esto, el diseño de la clase, al igual que el contenido del libro, presenta las legislaciones actualizadas de los derechos de las audiencias y, al mismo tiempo, hace un llamado a la acción para crear iniciativas en torno a este mismo tema.
El libro está conformado por tres capítulos: El rol del individuo en el proceso de la comunicación mediática, Los discursos contemporáneos en los contenidos de los medios de comunicación y El ciudadano ante los emisores públicos y privados, temas que buscan brindar herramientas para enfrentar los desafíos contemporáneos de la relación entre medios, usuarios y audiencias.
“Estoy muy orgullosa de este logro y por el apoyo que tuve de los profesores que también imparten esta materia. Su revisión y su retroalimentación con base en las mismas experiencias con sus alumnos me ayudó a ir aterrizando las ideas. Fue un trabajo muy bonito”, concluyó.
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