Lucha por Tylenol se libra ahora en su etiquetado; médicos reafirman seguridad en embarazadas
Por: Rocío Soto Díaz y María Errejón Peña
La polémica por el uso de Tylenol (paracetamol o acetaminofén) en el embarazo comenzó el pasado 22 de septiembre, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le pidió a las mujeres embarazadas no tomar este medicamento porque podría aumentar el riesgo de que los niños desarrollen autismo, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) u otra discapacidad intelectual. Desde entonces, la comunidad científica y los médicos especialistas han respondido que no hay evidencia que respalde esa afirmación.
Sin embargo, las medidas tomadas por el Gobierno del Presidente Trump para alertar sobre el uso de este medicamento continúan. Después de que anunciara que planea iniciar el procedimiento para cambiar el etiquetado de Tylenol para que incluya una advertencia clara sobre su posible vínculo con el autismo, la Red de Acción por el Consentimiento Informado, una organización sin fines de lucro vinculada a la postura antivacunas, presentó ante la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) una petición ciudadana en la que le solicita que se agregue en la etiqueta del producto la advertencia sobre los riesgos que tiene tomarlo durante el embarazo.
Kenvue, la empresa fabricante de Tylenol, le pidió a la FDA no cambiar la etiqueta del medicamento, pues no está comprobado y no hay evidencia científica que respalde un posible vínculo entre el paracetamol y el autismo y otros trastornos neurológicos.
La etiqueta actual de este medicamento ya indica que las personas embarazadas o quienes se encuentren en periodo de lactancia deben consultar con un profesional médico antes de usarlo.
La especialista en ginecología y obstetricia Rosario Staines Alarcón explicó que el paracetamol es considerado desde hace décadas como el analgésico y antipirético más seguro durante la gestación.
“La fiebre en el embarazo sí representa un riesgo real, porque puede causar malformaciones o incluso pérdidas gestacionales. En cambio, el uso de paracetamol bajo supervisión médica no ha demostrado ser peligroso”, afirmó Staines, quien está adscrita al servicio de Obstetricia y Maternofetal del Hospital Regional Materno Infantil de Monterrey.
Estudios recientes respaldan esta postura. Un análisis sueco publicado en 2024 en la Journal of the American Medical Association (JAMA), que incluyó datos de 2.5 millones de niños, entre los años 1995 a 2019, encontró que el riesgo de autismo era prácticamente el mismo entre quienes estuvieron expuestos al paracetamol en el vientre materno y quienes no lo estuvieron. De hecho, al comparar a hermanos dentro de las mismas familias, la asociación entre el medicamento y la condición médica desapareció por completo. En contraste, el metaanálisis citado por la Administración Trump muestra asociaciones débiles, pero los propios autores reconocen que no prueban causalidad.
Además, agencias médicas internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología coinciden en que el paracetamol puede usarse de forma segura durante el embarazo, siempre en dosis mínimas y por el menor tiempo necesario.
Para Staines, el verdadero peligro está en la desinformación. “Mensajes como este generan miedo y pueden llevar a que las embarazadas no traten adecuadamente la fiebre, poniendo en riesgo su salud y la de sus bebés”.
“El Tylenol puede usarse de manera segura durante el embarazo, pero solamente durante un cuadro agudo, por ejemplo un síndrome gripal con fiebre, y siempre bajo supervisión médica. Lo que no se debe hacer es automedicarse ni dejar la fiebre sin atender”, afirmó la especialista.
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