El escritor Mario Bellatin invitó a quienes aspiran a ser escritores a no sentirse comprometidos con producir obras constantemente, sino a disfrutar del proceso que implica la construcción de una obra literaria.
Añadió que en las clases que imparte, trata de dejarle siempre clara a sus alumnos la importancia de encontrar un método propio, ya que un autor no puede compartir su receta.
“Estaría formando a alguien que lo va a imitar y justamente lo que buscamos en un creador es que pueda mostrarnos el universo de manera única, no estandarizada”, indicó.
Durante su plática en el Café Literario y Algo Más, habló también de su biblioteca personal, en la que tan sólo almacena algunas obras canónicas, en su mayoría religiosas, como la Torá, la Biblia y el Corán.
“A mi biblioteca personal la considero un espacio fugaz, un espacio en movimiento. Odio La idea de almacenar libros, de hacer esa clase de bibliotecas que son como un cementerio de libros”, aseguró el autor de Salón de Belleza.
Aseguró que el prefiere ver a las bibliotecas como la de la Universidad de Monterrey (UDEM); es decir, espacios luminosos y abiertos para la discusión de ideas, en lugar de un sitio callado y enfocado únicamente al estudio por medio de la lectura.
“Yo vengo de una generación oscurantista, por decirlo de alguna manera, en que la biblioteca era un lugar oscuro donde había que hacer el paper de la tarea, la tesis, donde no se podía hablar”, expresó.
El novelista dijo que no tiene pautas sobre los instrumentos que emplea para la escritura, pues a lo largo de su vida ha evolucionado desde la máquina de escribir hasta el celular, que le permite hacerlo en momentos muertos del día y señaló que cada quien puede buscar el que le parezca más cómodo.