Image Not Found
José Efrén Cornejo, director de la carrera de Economía en la Universidad de Monterrey. Foto: Agencia Informativa UDEM

Negociación, la opción de México para salir ‘bien librado’ de la era Trump: José Efrén Cornejo


Por: Enrique García Quiñones

El panorama para la economía mexicana durante los próximos cuatro años en los que Donald Trump gobernará Estados Unidos se vislumbra complicado, pero las habilidades de negociación de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y de su equipo en el Gobierno podrían marcar la diferencia y evitar mayores afectaciones para la economía nacional.

José Efrén Cornejo, director de la carrera de Economía en la Universidad de Monterrey (UDEM), analizó el panorama al que se enfrentará México, desde diferentes áreas económicas, durante la presidencia de Trump, por las medidas que ha anunciado que tomará durante su mandato, el cual comienza este 20 de enero.

En entrevista con la Agencia Informativa UDEM, el economista habló sobre el posible impacto de medidas arancelarias contra México, China y otros países; de las consecuencias de la revisión del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá; de lo que podría implicar para México una deportación masiva de migrantes y de afectaciones en materia de inversión extranjera, entre otros temas.

México mantiene una importante relación comercial con Estados Unidos y Canadá a través del T-MEC. ¿En qué medida la victoria de Donald Trump podría afectar a México cuando se haga la primera revisión de este tratado comercial en el 2026?

Es un hecho que va a haber afectaciones. El T-MEC es un tratado comercial que surgió después de haber renegociado el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Entre las condiciones que tiene el nuevo T-MEC está que va a ser revisable cada cinco años, lo cual es un problema serio e importante porque eso significa que las condiciones con las cuales yo llegué al país hace cinco años me las pueden cambiar ahorita y eso para una empresa puede ser extremadamente costoso.

En esta revisión que se hará del T-MEC, bajo la presidencia de Donald Trump, cuyo discurso siempre ha sido en contra de los mexicanos, él va a pedir, primero, que ese tratado cambie para imponer situaciones más rígidas para México y más difíciles de cumplir. Segundo, una revisión en esos términos va a dificultar la llegada de empresas extranjeras, particularmente norteamericanas hacia territorio mexicano. Tercero, ha amenazado con imponer aranceles a una gran parte de los productos mexicanos, lo que hará que toda esa producción que estamos mandando hacia Estados Unidos se encarezca y, por lo tanto, tenga más dificultades para entrar a ese mercado, es decir, afectará el flujo comercial que tenemos. Y todo esto nos va a pegar porque actualmente alrededor del 90% de la economía mexicana depende de Estados Unidos, así de ese tamaño, o sea, evidentemente, con cualquier cosita que nos hagan, que nos cierren, que nos aprieten, van a dificultar nuestra economía.

Image Not Found
México es el principal exportador de automóviles a Estados Unidos. En el 2023 envió a ese mercado el 77% del total de su producción, 2.5 millones de automóviles de un total de 3.3 millones que produjo. Foto: Freepik

¿Tendría México que preocuparse por el futuro de algunas exportaciones? ¿Qué productos, sectores e industrias cree usted que se verían más afectados?

Primordialmente el automotriz. La economía norteamericana depende mucho de la industria automotriz. Allí están instaladas grandes armadoras, como Chrysler,  General Motors y Ford, por dar algunos ejemplos, las cuales hoy están compitiendo fuertemente contra europeos y chinos. Y sabemos que los chinos están llegando a México y que están vendiendo extremadamente barato porque lo que buscan es apropiarse del mercado norteamericano, esto para nadie es un secreto. Inclusive, la economía norteamericana tiene un déficit comercial muy importante con los chinos. Los chinos pretenden utilizar a México como un conducto para poder meter sus automóviles a Estados Unidos de una manera más barata, beneficiándose del tratado comercial y sin tener que pagar aranceles. Yo veo que a la industria automotriz le van a poner candados más fuertes para evitar que todo auto que salga de México llegue a Estados Unidos libre de arancel. Y hay que recordar que México no tiene una industria automotriz propia. Toda la industria automotriz que existe en México viene a través de inversión extranjera, por lo que Estados Unidos va a ponerse más requisitoso.

Justo, Trump contempla imponer un arancel del 60% a las importaciones que provengan de China. Por otro lado, en los últimos años México ha recibido una cantidad importante de inversión extranjera por parte del país asiático. ¿La política arancelaria anunciada por Trump podría afectar de alguna forma la relación comercial que México tiene con China?

Creo que dependerá mucho de cómo nos vean los chinos. Si los chinos nos están viendo simplemente como un canal de exportación, como un medio para llegar a Estados Unidos, la relación comercial se va a debilitar porque evidentemente estarían viendo que el socio llamado México no estaría cumpliendo con su parte, que es enviar la mercancía hacia Estados Unidos, porque Estados Unidos va a poner aranceles. Si China nos ve como un país en el cual puede depositar gran parte de su mercancía pensando en que Estados Unidos le está cerrando las puertas, entonces la relación México-China podría fortalecerse.

Durante su campaña, Trump propuso una política fiscal doméstica con la que pretende reducir el impuesto de sociedades de 21% a 15%. ¿Una política de este estilo podría afectar en algún sentido a México?

Por supuesto, afectaría bastante porque las medidas que toma el vecino país impactan en la frontera y esta región, a su vez, impacta en el resto del país. De hecho, hay que recordar que en la gestión anterior Donald Trump ya hizo algo similar. Primero, redujo el famoso impuesto a las ventas y también el Impuesto Sobre la Renta o las ganancias de las empresas, lo cual hizo que en México tuviéramos que reducir nuestro IVA para ponerlo a la par de los norteamericanos. En México, el IVA a nivel general es del 16%, pero en la frontera es del 8%, que es equivalente a lo que cobra Texas, cuya tasa es del 8.25%. Por otra parte, el ISR, que a nivel país en México es del 35%, para la frontera norte se tuvo que bajar al 20% para hacerlo comparable con Estados Unidos.

Entonces, si Estados Unidos hoy vuelve a bajar los impuestos, no me sorprendería que en México se decida establecer una propuesta más o menos paralela para la frontera norte, lo cual me preocupa porque seguiremos mandando el mensaje de que en el país hay mexicanos de primera y mexicanos de segunda. Entiendo que la situación comercial te orille a tener que encontrar una manera de competir con Estados Unidos, lo que no me queda claro es por qué al mexicano que vive en la frontera le puedes cobrar un 15% de impuestos, mientras que al resto del país le cobras un 35%. Sí nos pegaría, y México tendría que buscar maneras de responder porque, de lo contrario, todo el dinero se quedará allá.

En materia energética, ¿cree que las políticas que pueda adoptar Donald Trump tengan algún impacto en México?

El fuerte de Estados Unidos es el proceso de refinación. Creo que Trump va a obligar a México a que le venda el petróleo, de lo contrario, se irá a buscarlo a otro lado. Trump buscará asegurar el abastecimiento de petróleo para poderlo procesar.

Donald Trump anunció que en su mandato establecerá un arancel universal del 10% a todas las importaciones.

Cualquier arancel que ponga va a hacer que el producto mexicano se encarezca cuando llegue al mercado norteamericano, lo cual dificultará su entrada. Algunos productos mexicanos podrán entrar al mercado estadounidense, pero otros no, porque dejarán de ser costeables para el consumidor.

En sus últimos días de campaña, Trump amenazó con imponer aranceles del 25% a todo producto que México le venda si el país no coopera con la mitigación del narcotráfico y la migración irregular, y advirtió que tal impuesto podría llegar al 100% si México no toma medidas al respecto. ¿Cree que esto sea posible?

A Trump le gusta amenazar. Su discurso siempre ha sido: “Yo soy fuerte”, “yo voy a hacer lo que quiero” y “yo te amenazo”. Entonces, creo que sí puede hacerlo, pero tengo dudas de que deba hacerlo porque, si bien la economía mexicana depende en un 90% de los norteamericanos, la realidad es que la economía norteamericana también depende en mucho de México. Particularmente, todos los estados de la zona fronteriza: Texas, Arizona, Nuevo México y California dependen casi al 100% de lo que México les manda, en términos de migrantes, de consumo, de productos, de todo. Entonces, si Trump impone aranceles, sí nos va a pegar, pero también le va a terminar afectando a Estados Unidos. Hay que ver hasta dónde el Congreso norteamericano le permite ese tipo de acciones.

De concretarse la advertencia de Trump, ¿cómo podría reaccionar la economía mexicana ante esta situación y qué medidas debería tomar el gobierno de Claudia Sheinbaum para contrarrestar los efectos de los nuevos impuestos?

Si nos vamos a la par, al tú por tú, haríamos exactamente lo mismo, incrementar aranceles, pero esto no creo que nos lleve a nada sano. Una segunda opción sería recurrir a la Organización Mundial de Comercio (OMC) para que intervenga diciéndole a Estados Unidos que rectifique, dado que tales medidas no están dentro de los parámetros que buscamos en términos de un libre comercio. Sin embargo, no estoy seguro de que Estados Unidos termine haciéndole caso a la OMC. Una tercera vía que veo es que todo ese esquema de presión de Donald Trump termine por hacer que Claudia Sheinbaum ceda a alguna o algunas de sus peticiones.

Image Not Found
Del total de remesas que recibe México, más de un 96% proviene de Estados Unidos. En el país, más de 6.1 millones de personas dependen económicamente de los recursos que reciben de sus familiares que trabajan en Estados Unidos. Foto: Freepik

Con respecto al tema de la migración, ¿cómo podría afectar económicamente a México las deportaciones masivas anunciadas por Trump? ¿Tiene México la capacidad de recibir y de darle una ayuda social a los migrantes deportados?

No, siendo honesto no. No tenemos ni siquiera la capacidad para atender a nuestros propios mexicanos. ¿De qué manera nos va a afectar? Lo más importante es la entrada de remesas. Todos estos migrantes van a Estados Unidos a trabajar para mandar ayuda a sus compatriotas nacionales que se quedaron en el país. Las remesas significan una entrada fuerte de divisas a México. Una deportación de migrantes implicará que el flujo de remesas y de dólares que entra al país caiga, lo cual hará que el peso se debilite porque ya no vamos a tener suficiente oferta de dólares para sostenerlo y un peso débil podrá hacer que el tipo de cambio se termine yendo al alza.

¿Qué estrategias podría seguir México para enfrentar ese flujo migratorio?

Yo creo que lo mejor, definitivamente, es negociar. Hay que sentarse a negociar, en lugar de querer ponerse a las patadas con Sansón. Lo que tenemos que hacer es sentarnos a la mesa y negociar con Donald Trump a ver qué tanto cede él y qué tanto podemos ceder nosotros.

¿Cree posible que, como él mismo lo anunció, Donald Trump sea capaz de ponerle de manera rápida un fin a las guerras en Gaza y Ucrania? ¿Qué ganaría o qué perdería México en materia comercial frente a una escalada de los conflictos o frente a una pronta solución de los mismos?

No estoy tan seguro de que Estados Unidos realmente quiera entrarle al conflicto. Sí puede hacerlo y tiene el arsenal para ello, pero creo que dependería mucho de que se sentara a negociar con la OTAN para que, entre todos, tomaran una postura en términos de qué hacer frente a esos conflictos. Ahora, lo que sí es un hecho es que si Estados Unidos entra al conflicto, gran parte de su gasto público va a tener que estar destinado a la parte armamentista, lo que provocará que su economía tenga menos recursos para comprarnos y, en esa medida, la economía mexicana se vería afectada porque depende en prácticamente un 90% de la estadounidense. Entonces, si ellos no tienen dinero, ¿a quién le vamos a vender?

Económicamente, ¿qué posición le conviene al Gobierno de México tomar frente al gobierno de Donald Trump y las políticas que serán tomadas por una mayoría republicana?

Insisto, negociación, no hay otra salida. No puedes enfrentarte al tú por tú sabiendo que Estados Unidos es una potencia mundial y tú no lo eres. Conociendo también el carácter del señor Trump, yo no veo otra salida, o sea, o te sientas a negociar o no nos pinta nada bien esto.

¿Cómo proyecta que le irá a la economía mexicana en los próximos cuatro años bajo las políticas proteccionistas de Trump?

Por lo pronto, veo un año 2025 de claroscuros. Aunque, en teoría, la economía mexicana proyectaba un buen cierre del año 2024, hay algunas amenazas. En noviembre pasado, la calificadora Moody’s cambió la perspectiva de la calificación de México de “estable” a “negativa”, debido a la formulación de políticas y a un entorno institucional que pudieran impactar los resultados fiscales y económicos. Y, si bien, Moody’s ratificó la nota del país en “Baa2”, la perspectiva negativa podría provocar que en la próxima revisión le rebaje la nota crediticia al país. De ocurrir, esto encarecerá nuestra deuda, lo cual hará que las tasas de interés se vayan al alza y que el gobierno mexicano enfrente un déficit todavía mayor. En este momento, el porcentaje de deuda pública respecto al PIB anda alrededor de un 50%, lo que significa que de cada peso que producimos, 50 centavos lo estamos debiendo. Una baja en la calificación elevará aún más ese porcentaje y con tasas de interés más elevadas el margen de maniobra se va a complicar. Y si México tiene que pagar una deuda más cara, ¿cómo va a financiar el gasto social?, tendría que endeudarse más, lo cual en vez de solucionar el problema lo va a extender indefinidamente.

Otra variable que preocupa es el gasto en pensiones. No tenemos recursos y tenemos un gasto en pensiones que se prometió que se iba a pagar de los ingresos del Tren Maya, pero el Tren Maya aún no genera los ingresos suficientes para soportar ese gasto, que va a ir creciendo porque México pasó de convertirse en una nación joven a una nación ya vieja, donde muchos ya tendremos que empezar a pensar en la jubilación, lo cual incrementará todavía más ese gasto del país.

Lo anterior, sumado a otras acciones como la desaparición de los organismos autónomos, han mandado un mensaje de incertidumbre que ha afectado y afectará a la inversión privada. Y las posibles políticas proteccionistas de Trump también podrían influir en un entorno más difícil para la llegada de inversiones al país. Entonces, veo una economía bastante compleja para los próximos años.

Con el objetivo de motivar la participación ciudadana y para garantizar un tratamiento informativo adecuado frente a los contenidos presentados, los invitamos a escribir a [email protected] en caso de dudas, aclaraciones, rectificaciones o comentarios.

Scroll al inicio